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Severus podría describir su vida en una sola palabra: tranquila. Pero no la tranquilidad habitual, sino aquella que antecede a la tormenta, una tranquilidad que te permite apreciar lo que te rodea, preparándote para lo que se avecina. En retrospectiva, su vida ha estado colmada de esa misma calma.

Su infancia había sido como la de cualquier niño que el conociera, tranquila y con el cariño de sus padres y su hermana, Narcisa. La vida en el campo era simple, a final de cuentas. Demasiado tranquila para un joven cuya aspiración en la vida iba más allá de cuidar caballos y dirigir la siembra, con eso en mente, había dejado a su familia atrás para estudiar botánica en la ciudad. Las cosas no cambiaron radicalmente en aquel momento tampoco, seguía visitando a sus padres con frecuencia y tenía un trabajo respetable, sin embargo la calma terminó por dar paso a la tempestad cuando su hermana llamó una tarde de abril informándole sobre el accidente de sus padres.

El había dejado su vida como partícipe en uno de los centros más importantes de investigación para apoyar a Narcisa, no importaba que ella contara con su esposo, Lucius, y con un hijo de apenas 1 mes de nacido para recordarle el porqué debía de mantenerse fuerte, el mejor que nadie sabía lo apegada que era a su familia y que necesitaría su presencia para superponerse a la situación, y por supuesto, nunca se lo diría en voz alta, pero el también necesitaba de su hermana.

Sus padres les habían heredado aquel rancho en el cual trabajaron toda su vida, y el cual estaba dedicado a la crianza de caballos principalmente, algo que estaba lejos de ser un austero negocio, también se dedicaba en menor medida a el ganado y la siembra, dando trabajo a una significativa cantidad de personas. Su trabajo se limitaba a supervisar lo que hacían todos esos empleados.

Después de un tiempo, las cosas volvieron a su tan habitual calma, la administración del lugar parecía estar en orden y su hermana no se podría ver más feliz con su familia, en su mente no podía encontrar mejor momento para volver a su vida en la ciudad, añorando en silencio aquel laboratorio en el que investigaba todas aquellas aplicaciones inimaginables de sus tan adoradas plantas, sin embargo sus planes se habían visto destruidos cuando un oficial de policía se había presentado ante su puerta informando que Lucius Malfoy, había sido herido durante un supuesto intento de asalto. Mentiría si dijera que era una sorpresa, no le caía mal el hombre, hasta para el era evidente el amor y dedicación que tenía  por su hermana y sobrino, pero eso no quitaba el carácter altanero y egocéntrico que lo caracterizaba, a eso se sumaba que posiblemente era el hombre más adinerado de la región, era tiempo para que alguien decidiera tomar acciones al respecto.

Lejos de mejorar, las cosas se volvieron complicadas a partir de ese momento, cuando por fin llegaron al hospital donde el hombre había sido trasladado, fueron recibidos por un doctor quien les comunicó que a pesar de haber hecho todo lo posible, no habían logrado salvar a Lucius, estaba de más decir que la noticia había dejado destrozada a Narcisa.

Severus sabía que su hermana era fuerte, sin embargo se mantuvo a su lado durante todo momento, ayudándola con los planes del funeral y después con la organización de los negocios que manejaba Lucius en el pueblo, había sido una época difícil ya que ninguno tenía idea de cómo hacerlo, ya a la muerte de su padre, Lucius había asumido el control de todo lo relacionado con la Hacienda, ahora en su ausencia todos aquellos negocios y planes habían quedado al aire. Severus, quien  se había encargado de el trato directo con todos los trabajadores, dejando de lado el elemento administrativo y las negociaciones con proveedores y compradores, se vio obligado a introducirse en aquel mundo que le resultaba cuando menos desagradable.

Ya habían pasado algunos años desde entonces, el continuaba viviendo en la rancho, haciéndose cargo de todo junto con Narcisa, ayudándole no solo en la administración, sino también con la educación de Draco, quien ahora era un joven de 16 años, no era un muchacho perfecto pero se esforzaba por no darle problemas a su madre.

FREEDOM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora