FREEDOM.

3

- ¿Me quieres decir que estabas intentando Severus ?- preguntó Narcisa, intentando mantener un tono de voz bajo, sin embargo su mirada revelaba el enojo que sentía ante las acciones de su hermano

- ¿Que intento hacer?, mejor dime ¿Que estabas pensando al invitarlo a nuestra casa ? No lo conocemos ni sabemos quien es, no puedes simplemente creer lo que está diciendo, te estas  exponiendo a ti y tu hijo a alguien de quien no tienes la menor idea de donde salió. Si tan buenas intenciones tiene ¿Qué está haciendo solo a esta hora? ¿Donde está su familia?

- ¿Y que propones? ¿Dejar que se fuera y pase la noche al aire libre con este clima?, ademas, ¿Tan siquiera te has fijado en lo delgado que es o los golpes que tiene?, por supuesto que no. No podía dejarlo ir así, si tiene a alguien buscándolo seguramente estarán agradecidos de que le permitamos al menos comer algo, en cuanto al ponernos en riesgo, es imposible que en niño represente un riesgo Severus, Draco sera al menos unos diez centímetros más alto que él y evidentemente en mejor condición.

- Sigo sin estar de acuerdo con tu decisión - respondió Severus, a quien la forma de actuar del chiquillo no le parecía normal, alguien sin nada que ocultar no habría reaccionado así cuando menciono llamar a la policía, estaba seguro de que ocultaba algo y si su hermana no se permitía verlo, el se encargaría de el tema.

- Es una pena, pero no voy a cambiar de opinión - y tras esas palabras se dio la vuelta para comenzar a caminar hacia la entrada de las caballerizas. Inmediatamente vio a Harry, de pie y con las manos dentro de las bolsas de la sudadera, su figura encorvada y la mirada en el suelo, su cuerpo temblaba ligeramente, esperaba que fuera producto del intenso frío y no por lo que había ocurrido hace algunos minutos.

- Harry, vamos, estoy segura que mi hijo, Draco, ya nos estará esperando - era claro que el chico no la había escuchado aproximarse, por qué al hablarle su cuerpo se había tensado mientras retrocedía un paso y si bien había dejado de ver el piso frente a él, se negaba a mirarla a la cara.

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Harry sabía que debería de negarse, sabía que no estaba bien aceptar la invitación, debería agradecer el hecho de que no hubieran llamado a las autoridades o que lo corrieran a golpes, no sería la primera vez.

Una parte de él quería  irse, no se sentía bien con la forma en que lo miraba el hombre, le recordaba demasiado la mirada de ... no, tenía que irse, no quería más problemas, no podía arriesgarse, había alcanzado a comer un buen pedazo de pan y un par de manzanas en la mañana además de que  había tomado un poco de agua, tampoco es como que su estómago le exigiera alimento, no con lo acostumbrado que estaba a los largos periodos de ayuno. Pero la idea de comer algo tibio era demasiado tentadora para el, tal vez cuando terminaran, la lluvia se habría detenido, aún podía encontrar un buen sitio para pasar la noche. Hacia tanto que nadie le ofrecía un poco de ayuda y el estaba tan cansado ..., no estaba seguro si debía de confiar en ellos, por experiencia sabía que normalmente las personas no actuaban sin esperar algo a cambio, sin embargo tampoco es que le quedara mucho por perder, pensó.

Sintió  como la señora colocaba  una mano en su espalda, sacándolo de su ensoñación, y aunque intento evitarlo, no pudo detener los movimientos de su cuerpo y se alejó del contacto violentamente, la mujer lo miraba con el señor ligeramente fruncido y estaba por hablar cuando la interrumpió.

- Lo siento, no era mi intención - se disculpó rápidamente, rogando por que no se arrepintiera de haberlo invitado a cenar, era un idiota, no tendría que haber reaccionado así por algo tan insignificante.

- No te preocupes, ha sido mi culpa, ven, la casa no queda muy lejos - dijo con una pequeña sonrisa mientras comenzaba a caminar, la lluvia, que tenía poco de haber empezado no era lo suficiente molesta para obligarlos a caminar con mayor rapidez - y dime Harry ¿Cuántos años tienes?

- Quince - respondió en voz baja mientras la seguía, mirando constantemente sobre su hombro al hombre que los seguía un par de pasos por detrás. Si era honesto le daba un poco de temor, aún podía sentir sus manos sujetando sus brazos, trayendo consigo un grupo de recuerdos que intentaba olvidar, ¿También lo habría golpeado si la mujer no hubiera llegado?, era evidente que el bolo quería ahí y también era claro que había usado más fuerza de la necesaria.

- Solo eres un poco menor que mi Draco, disculpa si te hago muchas preguntas, entenderás mi curiosidad por ti - se dio cuenta de que la señora titubeaba antes de hacer la siguiente pregunta.

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Narcisa no estaba segura de que tan cómodo se sentiría el chico respondiendo, pero las palabras de su hermano la impulsaban a continuar preguntando, sabiendo que tenía razón.

- Harry, ¿Y tus padres? Seguramente estarán preocupados por ti - una incómoda pausa se estableció, pudo ver como el niño a su lado se tensaba, cada vez estaban más cerca de la casa y ella estaba a punto de realizar otro comentario cuando el chico respondió a su pregunta.

- Muertos - Narcisa estuvo a punto de tropezar, había estado observando el rostro del chico, un rostro que  se mantuvo totalmente inexpresivo, intentando comunicar una calma que evidentemente no sentía, ya que  su voz ... había tantas emociones en una simple palabra, tristeza, resignación, dolor. Antes de poder mencionar algo más, la puerta a un par de metros de ellos se abrió.

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- ¡Madre! Estaba por salir a buscarlos, han tardado demasiado, pensé que ... - Draco se detuvo abruptamente al ver que su madre y tío estaban acompañados, frente a él un joven un poco más bajo y delgado que el le devolvió la mirada por un segundo antes de regresarla al suelo. No pudo evitar fijarse en su ropa, amplia y un poco sucia con rastros de paja, ¿De donde ha salido? Pensó, estaba seguro que no era hijo de ninguno de los trabajadores de el lugar y tampoco de alguno de las familias que vivían cerca, entonces ¿porqué que estaba ahí ?

- Creía haberte enseñado un par de modales, Draco - lo reprendió su madre

- Claro, solo me han tomado por sorpresa. Soy Draco Malfoy  - Dijo extendiendo su mano al frente para saludar al chico, en su opinión era un saludo demasiado formal, ya que no parecía ser mucho menor que el, pero sabía que si no lo hacía seguramente su madre comenzaría a reprenderlo.

- Harry - le respondió el joven, omitiendo su apellido y tomando su mano de forma vacilante, pudo notar cómo está tenía algunas cicatrices, su tacto era áspero y sus dedos demasiado delgados, lo cual solo logró aumentar sus dudas.

- Vamos dentro, Harry cenará con nosotros hoy - intervino su madre mientras le daba una mirada que dejaba claro que no esperaba ni un comentario más al respecto.