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De lo primero que fue consciente Harry al entrar a la vivienda fue de lo elegante que era el lugar, los sobrios colores de las paredes iban acorde con cada jarrón o cuadro, todo estratégicamente colocado, y estaba seguro de poder jurar que en todo el lugar sería imposible encontrar la más mínima mota de polvo.

Seguía sin sentirse cómodo aceptando la invitación a cenar pero parecía que esa sería la forma más rápida en la que le permitirían irse, no se sorprendió al descubrir que no era el único incómodo con su presencia, el hombre, Severus, recordó, y el chico frente a él tampoco se veían precisamente felices, no supo si debería alegrarse o sentirse peor.

No dieron más que un par de pasos antes de que una mujer regordeta y pelirroja saliera por una de las puertas que se encontraban lateralmente  al amplio comedor que ocupaba la estancia.

- Estaba a punto de salir a buscarlos, han tardado bastante y la comida se está enfriando - cuando la mujer se dio cuenta de su presencia detuvo su rápido hablar.

- Molly, este es Harry, se unirá a nosotros en la cena, te agradecería si añades un lugar a la mesa - lo presento Narcisa, el rostro de la mujer, Molly, se iluminó instantáneamente para voltear hacia él con la intención de saludarlo con lo que parecía que sería un abrazo, sin embargo, guiado principalmente por sus instintos, dio un paso hacia atrás al mismo tiempo que extendía su mano derecha frente a él, en un intento de interponer distancia entre ambos, si la mujer se ofendió con su reacción no lo demostró en ningún momento y se limitó a tomar su mano para saludarlo.

- Un placer Harry, estoy segura que te encantará lo que he preparado para la cena, pero ven, ven, no te quedes ahí parado - dijo mientras comenzaba a caminar de vuelta hacia la puerta por la que había entrado en un inicio mientras con un brazo señalaba el comedor en una invitación para que tomaran asiento.

La comida había transcurrido con relativa calma, la bruma de incomodidad que los envolvía no desapareció en ningún momento, y la única que parecía no notarlo o al menos lo ignoraba era Narcisa, para su suerte, ella y el hombre pronto se sumergieron en una charla sobre lo que parecían ser futuros negocios, por su parte se limitó a intentar comer a una velocidad constante manteniendo su mirada en el plato frente a él, en un intento por no llamar la intención, lo cual no era tan fácil cuando el otro chico, Draco, no dejaba de mirar cada uno de sus movimientos. Mentiría si dijera que pese a todo no estaba disfrutando de la comida, ni siquiera podía recordar hace cuanto no se daba el lujo de comer algo caliente y fresco, a pesar de la constante incomodidad en su estómago por no estar acostumbrado a una comida tan abundante, termino por ingerir todo lo que se le había servido, incluso se sintió mal, decepcionado, cuando vio su plato vacío, deseando poder regresar el tiempo para poder probar la comida de nuevo, mentalmente se maldijo por no haberla saborear lo suficiente, sin embargo su malestar duró poco, ya que la mujer pelirroja se apareció instantáneamente ofreciéndole un segundo plato, sirviéndole antes de que, al menos por educación, se pudiera negar, todo ello mientras la mujer alegaba que necesitaba comer un poco más por lo delgadito que estaba.

- Ya es bastante tarde hijo, deberías ir a descansar, nosotros nos tomaremos un momento más para hablar - exclamó Narcisa mientras miraba a Draco, quien estaba a punto de reclamar, siendo interrumpido por la voz de Severus diciendo un simple hasta mañana que no daba lugar a dudas de que más que una sugerencia era una orden, al menos no era el único que se sentía intimidado por el hombre. En cuanto solo quedaron ellos tres en la amplia habitación comenzó a sentir como su ansiedad aumentaba, no sabía que era lo que debía de hacer, se había ofrecido a ayudar a Molly con los platos sin embargo la mujer le había dicho que no era necesario. Ellos le habían dicho que se podría ir después de la cena, pero si se habían esperado a que estuvieran solos tal vez era por que esperaban para decirle que debía de hacer para pagar la comida, el ya no era tan iluso como para creer  que solo era parte de un acto de caridad, nadie ayuda a otra persona solo por que si, pensó. Quizás le pedirían, si tenía suerte, que limpiara el desastre que había hecho en las caballerizas, en realidad incluso lo agradecería, eso le daría un poco de tiempo para rezar  por qué la fuerte lluvia se detuviera, eso le recordó que aún tenía que buscar algún sitio para pasar la noche.

- Harry - lo llamó la mujer, deteniéndose para aclarar la garganta antes de continuar - ¿Con quién  estas viviendo en este momento? - le preguntó con un tono que le pareció demasiado amable.

- Con mis tíos señora

- Ya veo, ¿Por qué...  por qué estabas fuera de casa hoy Harry? Es muy tarde y estoy segura de que estarán preocupados por tu paradero - continuo la mujer, visiblemente dudosa sobre cómo llevar la conversación. Lo que realmente quería preguntar era si ellos eran los responsables de las lesiones del niño,  pero dudaba que el menor fuera honesto si le preguntaba de forma directa sobre ello.

- Y-yo tuve un pequeño desacuerdo con ellos, fue algo sin importancia en realidad, supongo que me pareció bastante fácil el simplemente salir sin que lo notaran - le respondió deseando que su voz sonara lo suficientemente segura para convencerla, lo último que necesitaba en ese momento era un problema más - Le agradezco, les agradezco bastante que me invitaran a cenar pero lo mejor será que regrese con mis tíos, es bastante tarde, ellos ... ellos no viven muy lejos de aquí...

- Harry - le interrumpió Narcisa antes de soltar un largo suspiro - es bastante tarde y la lluvia demasiado intensa, no me sentiría tranquila permitiendo que le vayas solo, podría ser peligroso, y tampoco me sentiría segura de que Severus te llevé en el auto, las calles se tornan bastante peligrosas cuando llueve de esta manera, ¿Qué tal si pasas la noche aquí?, no es una temporada especialmente alta de trabajo por lo qué hay bastantes cuartos de servicio desocupados. Podríamos intentar llamar a tus tíos para informarles.

Harry lo meditó durante un par de minutos, era demasiado riesgoso permanecer aquí pero tampoco tenía demasiadas opciones y una cálida cama después de lo que había tenido que pasar últimamente no sonaba tan mal, el se podría ir temprano por la mañana, desaparecer y fingir que nunca había estado ahí, pero no podía mantenerse tranquilo y solo aceptar la ayuda que le ofrecían, seguramente tuviera que pagar un precio por ella pero con un poco de suerte podría desaparecer antes de que le exigieran hacerlo.

- Narcisa, creo que Harry es bastante mayor para poder regresar a su hogar, ha sido bastante estupido el simplemente escaparse de esa manera, debería hacerse responsable de sus actos , tal vez eso le enseñe a pensar antes de actuar de una forma tan irresponsable ¿No crees Harry? - interrumpió Severus, la forma en que mencionó su nombre más bien era como si se estuviera burlando y no pudo evitar sentirse intimidado ante el tono de voz que había usado, a la vez que un pequeño dolor se instalaba en su pecho el ver que la oportunidad de pasar una noche sin frío se desvanecía delante de él.

- Se-señora, gracias por su oferta pero creo que lo mejor será que me vaya, no es un camino muy largo y parece que la lluvia está disminuyendo su intensidad, lamento haberles causado tantas molestias - respondió intentando mantenerse tranquilo - Ademas, sufrimos un pequeño problema eléctrico hace un par de días, así que probablemente no sea posible contactar con mis tíos - Sabía que era una mentira bastante mala pero no podía pensar en algo mucho mejor.

- Harry, por favor, me quedaría bastante intranquila si te marchas justo ahora - dijo la mujer mientras extendía una de sus brazos para tomar su mano y darle un pequeño apretón, a pesar de que su primera reacción fue tensarse, aquel tacto cálido y delicado, tan poco conocido para él, terminó por darle cierta tranquilidad, casi logrando que emitiera una queja cuando soltó su mano - No es ninguna molestia, como te he dicho, al final, ninguno de esos cuartos está siendo utilizado y no me sentiría tranquila con migo misma si algo te llega a pasar por salir a esta hora, confío en que sabrás corresponder a la confianza que te doy al abrirte las puertas de mi hogar. Solo ... acepta la ayuda que te ofrecemos  ¿Si? - a pesar de que todo dentro de su cabeza gritaba que se negara y se marchara de ahí, termino por aceptar con un breve asentimiento, intentando ignorar la molesta mirada que el otro hombre le daba.

FREEDOM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora