Indirecta

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Al pasar unas cuentas semanas el peliblanco ya no sabía que sentir o que hacer al respecto de todo lo que estaba pasando. No podía despegar ojo de la chica y sus días favoritos eran los días de club, ya que, podía estar con ella un poco más.

-Tobirama, parece que andas en la luna- Exclamo Gengetsu que se encontraba con él comiendo en la cafetería.

-Callate- Dijo con una sonrisa fingida.

-Me suena a mujer y no cualquier mujer- Contesto mirando a Hinata que se encontraba cerca de ellos comiendo con sus amigas.

-No te hagas ideas tontas- Soltó con odio mirando de reojo a la linda azabache.

-Deben estar hablando de ese chico nuevo que llego en la mañana, ¿cómo se llamaba? Utakata- Dijo levantando el dedo una vez que se acordó.

-No sé y no me importa- Aclaro mirando a otro lugar.

-Si hacemos silencio puede que escuchemos, así que, calla Tobirama-

-Utakata-san es muy guapo- Dijo una rubia de coleta.

-Pues sí, no tanto como Naruto pero sí- Contesto Sakura comiendo un sándwich.

-Es un Adonis- Dijo Temari.

-¿Tú que opinas, Hina?- Pregunto Tenten animada llamando la atención de su amiga.

-¿Ah? ¿Qué decían?- Consulto una vez que llamaron su atención, estaba algo distraída.

-En la luna eh? ¿Te gusta un chico?- Pregunto Ino sorprendida.

La ojiluna no dijo nada y se quedó en shock por un momento sin saber que decir.

-Oh por Dios, A Hina le gusta un chico- Grito la rubia que se escuchó por todo el comedor llamando la atención de los demás.

-lo siento- Dijo regresando a su asiento.

-Mjm, tienes competencia Tobirama- Exclamo Gengetsu soltando una melodiosa risa.
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¿Competencia? A él ni que le gustara la Hyuga, solo le llamaba la atención, o eso creía.

Pero, ¿quién podía ser el chico? Es decir, nunca la había visto con ninguno que no fueran sus amigos, y mucho menos en plan romántico.

Iba de camino a su auto, pero olvidó unos papeles, así que con pereza regresó a su aula y a paso veloz paso por un pasillo topandose con una escena que lo hizo arder en furia.

Ese mocoso nuevo Utakata la tenía acorralada contra la pared intentando darle un beso, y la pobre e inocente Hinata con cara asustadiza.

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La ojiperla estaba intentando concentrarse en su clase pero era imposible, no solo por la vergüenza que la hizo pasar su amiga Ino, sino porque tenía razón.

Estaba enamorada pero no quería admitirlo, sentía algo muy profundo pero sabía que era prohibido.

Estar con el la hacia sentir bien, las platicas eran perfectas, era todo un caballero y ni hablar de su hermoso físico.

Él jamás se fijaría en ella y ella no debería fijarse en él, estaba mal, no solo iba contra el reglamento sino también contra la lógica y la moral.

Cuando sonó la campana salió y se despidió de sus amigas, pero antes de irse fue interrumpida.

-¿Hinata?- Dijo un chico de pelo largo.

-Utakata-san, ¿se le ofrece algo?- Preguntó mirándolo, no estaba nada mal, pero su sensei era mucho mejor.

Se acercó poco a poco a ella, acorralandola contra la pared.

-Podemos divertirnos en mi casa- Le susurró tan cerca de los labios que juraría que la besaria.

-Ambos se pueden divertir conmigo en castigo- Interrumpio una voz ronca y masculina.

El hombre solo hizo una seña para que ambos lo siguieran y se sentaron los tres dentro de un aula.

-Saben que las escenas amorosas están completamente prohibidas en esta institución y menos de ese tipo. Ambos se quedarán aquí conmigo hasta que yo lo diga- Ordeno con furia.
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Pasada una hora el peliblanco dejó ir al mocoso que si no fuera porque estaban dentro del colegio le partiría la cara, sin embargo, a la azabache le pidió que se quedara.

-Asi que ese es el chico del que hablo Yamanaka en el almuerzo- Solto sin mirarlo.

-N-no es así Tobirama-sensei- Intento explicar nerviosa.

-Hinata, sé que él fue el de la culpa. No te haré ninguna boleta pero aléjate de ese tipo- Dijo mirándola y se sintió tranquila.

-Vamos, te voy a dejar a tu casa- Soltó en forma de orden y ella gustosa acepto.
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Dentro del auto por alguna razón se sentía bien pero nerviosa, estaba haciendo todos sus esfuerzos por no mirarlo.

-Hinata, cuando tengas pareja asegúrate de que no ocurran esas escenas- Comenzó a hablar él hombre.

-Y-yo no haría eso- Aclaro muy nerviosa y roja.

-Hinata, no te avergüences por hablar de amor. Ya todo el colegio lo sabe- Soltó una pequeña risa.

-No me avergüenzo, solo que, es algo nuevo en mi- Aclaro algo tímida mientras jugaba con sus dedos índices.

-No te preocupes, estás joven, enamorarse es algo normal-

-¿Usted también?- Preguntó casi por impulso.

-Sí, estoy enamorado, pero no debería, en mi caso no es correcto- Escupió firme y seguro.

-Supongo que en el mío también- Respondio mirando a la ventana y dándose cuenta que ya habían llegado.

-¿Dices que estás enamorada de alguien que es prohibido?- Preguntó con una media sonrisa.

-Sí- Contesto con dificultad intentando no mirarlo y saliendo del auto.

-Espero que sea un peliblanco, porque conozco uno que está enamorado de una azabache. Buenas noches- Dijo mientras arrancaba el auto y se iba.

Sí señor, acaba de admitir que estaba enamorado de su alumna, había mandado su moral al basurero.

¿Habrá entendido la indirecta o será tan inocente que no la vio venir?

Ética profesionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora