HEROES ─ Fred Weasley.

Capítulo 18.

Al salir del Gran Comedor, Erin caminó por el vestíbulo sin saber que hacer ahora que había terminado con sus TIMOs, dio un par de vueltas por el pasillo y justo cuando estaba por subir las escaleras hacia el segundo Ginny y Luna caminaban en la dirección opuesta a la castaña, quien sintió un alivio al ver un rostro conocido al fin.

—¡Hey! —les saluda con entusiasmo.

—¡Erin! —exclama Luna en el mismo tono. —¿Qué tal te ha ido? ¿Fue tan mal como pensabas?

—La verdad es que no. —responde con sinceridad. —Aunque tuvimos dos terribles interrupciones.

—Ron me contó sobre lo de Hagrid y McGonagall. —comenta Ginny. —¿Qué fue lo segundo?

—Estábamos dando el examen de Historia de la Magia. —explica. —Y Harry comenzó a gritar como loco, creo que tuvo otra visión o algo así porque parecía que le dolía su cicatriz.

—¿Está en enfermería? —pregunta Ginny algo inquieta.

—Debería estarlo. Pero conociéndolo, lo más probable es que salió a buscar a Ron y Hermione para contarles que sucedió.

—Es bastante terco. —opina Luna.

—Ginny... —la pelirroja lleva su atención a Erin, quien la miraba algo cohibida. —¿Has sabido algo sobre Fred?

—No mucho, la verdad. —hizo una pequeña mueca, mientras que las tres comenzaban a caminar. —¿No te ha escrito?

—No... —responde desanimada.

—Oh... De seguro debe estar muy ocupado con su tienda. —dice tratando de animar a su amiga. —Mamá me envió una carta y dice que con suerte le envían cartas a ella.

—Sí... quizás es eso.

Desde la súbita interrupción de Fred en sus pensamientos, Erin recordó que no sabía nada de él desde la última vez que lo vio en la torre de Astronomía meses atrás. Llegó a pensar que quizás se había arrepentido de todo lo que le dijo y ahora estaba evitándola. Nunca había estado en una relación antes, y ni siquiera sabía si estaba en una con Fred, tan solo le había expresado sus sentimientos pero en ningún momento le había hecho la pregunta directamente.

—¿Oyen eso? —pregunta Luna, irrumpiendo los pensamientos de Erin.

En una de las salas por las que estaban pasando se oían gritos de una voz familiar, esta sonaba frustrada y enojada, parecía estar discutiendo con alguien. Las tres muchachas se vieron entre sí y, cargada de curiosidad, Erin abrió la puerta encontrándose con Harry, Ron y Hermione, todos con semblantes serios que demostraban preocupación.

—Hola... —dijo Erin algo cohibida, Harry le dio una mala mirada por interrumpir.

—Hemos escuchado tu voz, Harry. —dice Ginny vacilante. —¿Por qué gritabas?