Una nueva vida para Scarlett || Fem Harry

•4. El despertar•

Mientras Severus y James comprobaban que Lily estaba bien, en la cama de al lado, una pequeña luchaba por abrir sus ojos. Al conseguirlo, la luz del lugar le deslumbró haciendo que soltara un pequeño gemido que llamó la atención de los tres adultos quienes corrieron a ver cómo estaba.

- Scarlett, amor, ¿me escuchas? – Preguntó Lily a su hija suavemente temiendo asustarla.

- Sí – Respondió una voz muy suave.

- Intenta abrir tus ojitos, mi amor – Le pidió Lily emocionada.

- La luz me duele. – Respondió la niña. Severus inmediatamente fue a bajar la intensidad de la luz para que la chica pudiera acostumbrarse a ella.

- Inténtalo ahora, campeona. – Le susurró James.

Poco a poco Scarlett fue abriendo sus ojos. Al principio vio figuras borrosas que luego se vieron cada vez más claras. Delante de ella estaban una mujer pelirroja muy guapa. Se parecía mucho a la mujer de sus sueños. A su lado, estaba un hombre alto que llevaba unas gafas. Luego estaba un hombre alto que iba vestido de negro. No sabía quiénes eran aquellas personas, pero algo le decía a Scarlett que ellos no le dañarían y que no tenía nada que temer.

- ¿Quiénes sois? – Preguntó, pero cuando se dio cuenta de lo que hizo pegó un chillido y se tapó la boca con su manita mientras que bajaba su cabeza temiendo que la golpearan. Ella no debía hacer preguntas. Los fenómenos no podían hablar sin permiso. No podían preguntar nada. No podían hacer nada como las demás personas.

Los tres sintieron que las lágrimas no tardarían en deslizarse por sus mejillas. Odiaban ver a la niña aterrada y con miedo a pronunciar cualquier palabra por temor a represalias.

- Scarlett, mi amor, soy tu mamá – Le anunció Lily mientras la cogía en brazos. Le abrazó y le besó repetidas veces en la cabeza. Le dolía ver como de delgada estaba su pequeña.

- Mi mami está muerta – Respondió la pelirroja.

- No, mi amor, estoy viva. Solo que yo tu papá estuvimos en coma. Luego te explicaré todo – Añadió con una sonrisa al ver la mirada confundida que le dirigió su bebé. - ¿Cómo te sientes?

- Bien, pero tengo sed. ¿Puedo beber agua, por favor? – Preguntó Scarlett educadamente deseando que le dieran un poco de agua para callar aquella sed.

James corrió a por un vaso de agua que entregó a la pequeña que se lo tomó poco a poco. Lily ayudaba a su hija a beber su agua y evitaba que se la tomara de un trago. Su estomago no estaba acostumbrado a ningún alimento y temía que se hiciera daño.

- ¿Mejor? – Le preguntó la pelirroja con una sonrisa. La niña asintió.

- Muchas gracias – Agradeció Scarlett con una pequeña sonrisa. Lily sintió que su corazón se calentaba al ver la sonrisa que le dirigió su bebé. Esperaba que esa bella sonrisa jamás desapareciera.

- Scarlett, cariño, ya sabes quién soy. Soy Lily, tu mamá. ¿Quieres conocer a tu papá?

La niña asintió. James se acercó a sus dos amores y los abrazó. Cogió a Scarlett en brazos, la abrazó y la besó.

- Yo soy James, tu papi. – Dijo antes de coger la manita de Scarlett y besarla. La pelirroja le sonrió tímidamente haciendo que James sintiera una alegría y emoción indescriptibles. Decidido a tener a su familia unida, James unió a su mujer al abrazo. Los tres parecían estar en una burbuja. Ninguno se daba cuenta de la presencia de los jefes de casas, del director, de Remus y de Poppy. Todos ellos tenían lágrimas de emoción en sus ojos. Estaban muy contentos por ver aquella familia unida y feliz de nuevo. Por fin los tres vivirán la vida que aquel desgraciado les arrebató aquel 31 de octubre de 1981.