•13. Errores del pasado•

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Severus Snape se dirigía a la casa de los Potter. Necesitaba hacerles una visita. Todavía no podía olvidar el estado en el que encontraron a la pequeña Scarlett. El pocionista dudaba seriamente de si algún día lograría perdonarse por su error. Si él se hubiera callado la boca, nada habría pasado. Cada día lamentaba haberse soltado de la lengua. No dejaba de recriminárselo. Cuando oyó el contenido de la profecía, fue a decírselo a Voldemort sin pensar que con su acción estaba poniendo un bebé en el punto de mira del asesino que es Voldemort. Y para empeorar las cosas, pidió que solo Lily se salvara.

En los meses de rehabilitación, él y James hicieron las paces. Gracias a eso, pudo descubrir a una persona totalmente distinta a su enemigo de adolescencia. Delante de él, estaba un hombre cariñoso, amoroso que amaba a su mujer y su hija y que daría la vida por ellas sin pensárselo dos veces. No pudo evitar empezar a sentir un gran respeto por James. Durante su infancia, tuvo que vivir con un padre horrible que maltrataba a su madre y que descuidaba a su hijo e ignoraba sus necesidades. Le preocupaba que James fuera así, ya que él no quería una vida horrible para su mejor amiga. Sin embargo, James le demostró que no tenía por qué preocuparse. Él mismo fue testigo de como el azabache se desvivía por Lily y se preocupaba porque ella se sintiera bien y feliz en cada momento.

Durante ese periodo, le sorprendió descubrir que ya no albergaba sentimientos por Lily. Era verdad que la seguía amando, pero, no de forma romántica. De hecho, pudo darse cuenta de que aquel amor que sentía por ella no era muy sano. ¿Cómo se le ocurrió ir a contar la profecía y pedir que solo ella se salvara? ¿Cómo se le pudo ocurrir que Lily se echaría a sus brazos después de que su marido y su hija murieran? Si eso hubiera pasado, ella podría haber perdido el juicio o incluso algo peor porque si algo no puede hacer Lily es vivir sin su marido y su amada niña.

Ese día iba a la casa de los Potter. Quería confesarles toda la verdad. Ellos lo trataban bien y eran amable con él, pero, seguramente, lo hacían porque no tenían ni idea de lo que hizo en el pasado. Ellos no sabían que por culpa suya estuvieron a punto de ser asesinados, ni tampoco sabían que, por culpa suya, los Longbottom perdieron la cordura.

Severus estaba tan inmerso en sus pensamientos que no se dio cuenta de que ya estaba delante de la puerta de la casa de su mejor amiga. Al llegar, tocó el timbre. No pasaron segundos hasta que la puerta se abrió y una sonriente Lily salió dando la bienvenida a su amigo de la infancia.

- Bienvenido, Sev. – Dice Lily con una amable y cariñosa sonrisa mientras abrazaba a su mejor amigo quien no dudó en corresponderle. Quizás aquel abrazo podría ser el último que recibiría de su mejor amiga. - Pasa. Están todos aquí. Remus, James y Sirius están en el salón jugando con Scarlett.

- ¿Cómo está? – Pregunta Severus preocupado por la pequeña.

- Bien. Poco a poco se abre más a nosotros. Ya no cocina sola ni tampoco se pone a limpiar mientras estamos dormidos. Además, está muy unida a Sirius y Remus. Podría decir que la cosa está mejorando, pero, sé que falta mucho camino por delante. Todavía puedo ver la duda en sus ojos. Teme que la rechacemos o que la echemos de nuestra vida. Creo que duda de que nuestro amor por ella sea sincero. – Informa Lily al profesor de pociones en voz baja. Su voz sale ronca. Le duele pensar que su hija crea eso de ellos, sin embargo, nada se puede hacer excepto demostrarle que esas ideas están equivocadas y para eso se necesita mucho tiempo y paciencia.

- Lo siento, Lily. – Se lamenta el joven.

- No tienes que pedir perdón por nada. ¿Qué culpa tienes tú? – Pregunta Lily extrañada por las disculpas de su amigo.

- Necesito hablar contigo. – Se limita a decir Severus. Necesita confesar el peor error que cometió. Es posible que pierda a su mejor amiga y sus nuevos amigos, pero, por lo menos tendrá la conciencia tranquila.

Una nueva vida para Scarlett || Fem HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora