BABY SITTER /UmiNico\

Capítulo 7: Mil notas de voz

Sonoda Umi,— Presidenta del consejo estudiantil.

Frío en la habitación.

Hacia mucho frío en la pieza de una mañana de fin de semana, tal vés afuera estaría haciendo un sol resplandeciente pero dentro todo era lo contrario. En un sofá en medio de la sala sin limpiar sentada se encontraba dicha peliazul que tenia sus ojos mermeladas mirando sin ningún punto fijo, con él cuerpo quieto desde la noche anterior.

Se sentía entumecida, sus brazos y una gran parte de su cuerpo se sentían a doloridos de estar en una posición inamovible que era incómoda. Su cuerpo entero se vio forzado a reaccionar cuando él reloj sonó indicando las 08:00 de la mañana.

Por unos segundos dejo que tocara hasta que se levantó y lo apago, sus movimientos se dirigieron desde dicha habitación compartida con una pelinegra hasta estar en él patio donde se vio reflejada por él sol.

—¿Qué me esta pasando?— Se preguntó.

Se sentía débil y abatida, pero no por pasar una noche sentada no, era por Nico Yazawa y su falta. Era su niñera donde era su deber cuidarla pero no, no se sentía mal por haberla descuidado, su cargo de niñera era lo ultimo en su mente.

Ella sentía que su corazón apretaba pero no entendía él porque de dicho dolor, lo único que podía desear ahora era que la niña ojirubí estuviese ahí, la necesitaba pero ¿laboralmente o quizás?

Quería tenerla cerca pero no lo deducía.

Suspirando dicha ojimermelada supo que para este "problema" no encontraría respuesta sin tener una fórmula primero. Volvio a meterse a él hogar en donde recogería todo su descuido, incluyéndose a ella misma, para salir dos horas después con él uniforme escolar de Otonokizaka correctamente puesto ¿en un fin de semana?

—No conseguiré resultados si no hago nada.

Parte 9

Se encontraba sentada en su sillón en él gabinete del consejo estudiantil, terminando de ordenar papeles que podrían haberse tomado mas calma pero ella decidió despejar su mente con trabajo.
donde ella estaba, en pocos segundos esos pasos llegaron y abrieron la puerta mostrando a dos niñas, una extrovertida y otra un tanto reservada.

—¡Honoka Kousaka reportándose!— Exclamó a pulmón.

—...

Su compañera por otro lado seguía un tanto enrojecida, sin decir palabra, algo que noto su contraria.

—¿Qué pasa Kotori? ¡Dijimos hacerlo juntas!

—N-Vin-Vinimos corriendo Honoka-chan, N-estoy cansada y-y nunca dijimos nada de eso.— Respondió con agotamiento físico notorio.

La nombrada como Kousaka río por un momento para luego enfrentar nuevamente.

—¡Honoka Kousaka reportándose con su novia Kotori Minami!

Mas esta vez él silencio fue por parte de la peliazul que llevaba su mirada sin ningún tipo de asombro, mas como con indicación muda, cosa que después de cinco segundos eternos para la niña con él cabello marrón conocida como Honoka Kousaka reaccionara.

—¡Debías decir "¡Bienvenidas!" Umi-chan!

—Llegaron diez minutos tarde, no importa si es fin de semana.— Respondió.

Callada con una gota de sudor la niña extrovertida miro para otro lado.

—Lo sentimos Umi-chan.— Disculpó Minami haciendo una reverencia. 

Al instante la siguió Kousaka bajando su rostro.

—Esta bien, no tiene tanta importancia, terminemos con la revisión de él gimnasio y la cancha deportiva y podremos irnos.