Odiar o perdonar ¿Cual debo elegir?

DUDAS AMARILLAS.

Narra Bill.

Mi plan fue un existo Estrella fugaz se quedara aquí, no podía evitar sonreír con malicia tras oír aquellas palabras de la pequeña humana, aunque no fue exactamente como lo planeamos pero el resultado fue un éxito, no conté con que iría al pueblo y se encontraría con Pino y su grupo por suerte apareci a tiempo.

-Vamos a curar tus heridas Estrellita.-Dije con falsa preocupación separandome de la humana, tenía que ocultar lo feliz que estaba.

-De acuerdo.-Respondió algo cabizbaja, estaba llena de arañazos y golpes, eso me molesto pero fue necesario para que el plan fuera un éxito.

Ella aun temblaba y me agarro de la mano con inseguridad, iba a llevarla a su habitación cuando vi cómo temblaban sus piernas del cansancio y las heridas, chasquee mis dedos y la eleve para sentarla en mi trono, se sorprendió cuando la deje alli, pero a pesar de su apariencia en la que estaba quedaba perfectamente allí, por un momento pensé en cómo quedariamos los dos así, hasta que su voz me sacó de mis pensamientos.

-Bill, este es tu trono, está bien que yo me siente aquí.-Dijo con dudas.

-Claro que sí Estrellita, espera aquí iré a buscar tus medicinas.-Respondí animado, ella asintió con una sonrisa.

Me transporté a su cuarto allí estaban los medicamentos que cree especialmente para ella también cogí una pequeña cubeta con agua y unas gasas y volví a mi sala, cuando llegue seguía ahí sentada mientras curioseaba el asiento en donde estaba.

-Te gusta estrellita.-Le dije curioso.

-Es cómodo pero un poco ostentoso creo.-Respondió algo mas animada.

-Tenía uno mejor antes.-Le respondí mientras le entregaba unas pomadas.

-¿Como era?.-Pregunta curiosa.

-Oh era muy cómodo fue un desperdicio que huyera.-Comente, mi trono de agonía humana lo echo de menos.

-¿Se escapó?¿Estaba vivo?.-Pregunto confusa y curiosa.

-Algo así.-Respondí con una voz nerviosa, como reaccionaria si lo viera.-Muy bien vamos a tratarte, primero limpiare tus heridas.

-No hace falta puedo hacerlo sola o esperar a Pyro.-Respondió nerviosa y avergonzada.

-Tranquila mi pequeña humana, soy un gran médico.-Dije con orgullo, ella se rió a mi comentario.

-Amo hemos vuelto y traemos...-No terminaron de hablar cuando nos miraron sorprendidos.

Todos miraban sorprendido a Estrella Fugaz sentada en mi trono mientras yo estaba a su lado flotando, Hectagon salió un momento junto a Forma amorfa y Lava para llevarse algo que traían arrastra.

-Chicos.-Gritó feliz la humana para ponerse de pie en mi trono.-Estáis bien.-Sonrió con lágrimas en sus ojos.

-Cl...aro.-Afirmó Krypto confuso.-Somos demonios fuerte ya te lo dijimos.-Explicó mirándola con una sonrisa.

-Bill, bájame ya puede ayudarme a curarme Pyro.-Me pidió la humana, tanto le desagrada que sea yo el que la ayude.

-Muy bien.-Chasque los dedos y la hice flotar hasta la demonio rosa también le entregue sus medicina y ambas se fueron a la habitación de la humana cuando se fueron, me senté en mi trono y los tres demonios que salieron entraron con los nuevos prisioneros, dos nuevos humanos, un hombre tauro y tres malditos gnomos.

-Vaya, Vaya qué tenemos aquí.-Dije con burla.

-Suelta a Mabel.-Exigió uno de esos pequeños seres castaño.