Odiar o perdonar ¿Cual debo elegir?

LA ESTRELLA CAMBIANTE

Narra Mabel

-ME ABURRO.-Grite tumbada en mi cama.

Llevo aquí encerrada una semana todo por desobedecer una norma pequeñita, solo comí unas galletas por la noche no es para tanto.

-ESTO ES INJUSTO.-Volví a gritar.

Me levanté de mi cama y me puse a dar vueltas por mi habitación, los libros que tenía ya los había terminado y deje uno a medias fuera que estaba muy interesante, estaba cansada de estudiar todos los días así que ignore mis libros de texto y cuadernos tampoco me apetece tejer, me puse a mirar por la ventana aquel paisaje que al principio era un enorme bosque pero ahora solo estaba la mitad de este, como me gustaría salir fuera pero desde que llegué aquí hace más de dos años no he sentido el aire en mi pelo, el sol en mi piel o la tierra en mis pies.

Note que alguien me observaba desde atrás, no lo había sentido entrar así que sabía quien era.

-Bill, ya soy libre.-Dije mientras seguía mirando por la ventana.

-Si, Estrellita hoy se acaba tu castigo, espero que aprendieras la lección.-Contestó el demonio detrás de mi.

-Todavía sigo sin saber que hice mal.-Le respondí un poco molesta mientras lo miraba.

-Acaso has vuelto a olvidar todo.-Me dijo con burla mientras me daba algunos golpecitos con su bastón.

-Quieres dejar de decir eso, ya es bastante no saber quien era antes de que vosotros me encontraréis.-Conteste refunfuñando.

-¿Acaso quieres recordar?.-Me pregunto el demonio.

En su ojo podía ver preocupación, cuando tiene algo que ver con mis recuerdos siempre veo esa expresión en él, yo suspire.

-No me hace falta, soy feliz siendo Estrella Fugaz y viviendo con vosotros.-Respondí con una sonrisa mientras cogía su mano.- Pero aveces siento que he olvidado algo importante.-Susurre trsite.

Bill rápidamente la quitó y se dio la vuelta, seguro que está avergonzado últimamente no le gusta que le toque mucho y viceversa, aunque cuando actúa así y con su apariencia es muy mono.

-¿Por qué sonríes como una tonta?.-Me pregunto intrigado el demonio.

-Por qué no me había dado cuenta lo mono que eres a veces.-Respondí entre risas y con burla.

-Mono.-Dijo sorprendido abriendo su ojo mientras veía un pequeño rubor.

-Sip, adorable, lindo, etc.-Conteste alegremente.-A veces me entran ganas de achucharte como mis peluches.

-Maldita mocosa, yo soy el gran Bill Cipher temido por todas las dimensiones, un ser poderoso, malvado, cruel...-Explicaba el demonio en alto con un tono rojizo pero un leve rubor debajo de sus ojo.

-Egolatra.-Respondí entre risas.

-Te estas burlando de mí humana.-Dijo Bill molesto.

-Puede que un poco.-Respondí con burla.

Él empezó a decir algo en otro idioma mientras despotricaba todo rojo, los demonios lo hacen mucho para que no les entienda, yo reía sin parar después de estar una semana aquí encerrada esto era muy divertido, entonces oí algo me llamo la atención.

-Oye yo no soy eso.-Respondí con los mofletes hinchado.

-Me has entendido.-Contestó el demonio sorprendido volviendo a su color.

-Más o menos, Hectorgon me estuvo enseñando las diferencia entre algunas lenguas, culturas, seres, etc de otras dimensiones, es divertido es como aprender códigos secretos así que la mayoría las aprendí por mi cuenta aunque solo se algunas palabras o expresiones.-Decía pensativa.