*Horas antes*
Lolito sonrió mientras bajaba del auto. Una sonrisa auténtica, verdadera, una sonrisa que no cualquiera veía todos los días.
Miró la preciosa casa color blanco, los detalles celestes la hacían ver adorable, una casa de muñecas, podrían decir algunos, con sus tejados, flores, juegos infantiles y bonitas ventanas. El lugar perfecto para que su pequeña.
Sabía que la niña estaba despierta. Después de todo, siempre se mantenía despierta cuando Lolito decía que ir irían a visitarla.
—Vamos Lolito, no quieres hacer esperar a mi pequeña ahijada más tiempo. —sonrío Samuel, mientras sostenía la bolsa color rosa pastel.
Lolito soltó una pequeña risita. ¿Quién lo diría? El peligroso Samuel de Luque, con su perfecto traje a la medida, su corbata morada, sus ojos amatistas brillando de manera peligrosa y tenía una bolsa rosa pálido de una juguetería infantil, y estaba a punto de entrar a la casita de muñecas como llamaba Aurora a su hogar.
—No hay que hacerla esperar, tienes razón, Aurora es algo exigente. —rio.
Ambos caminaron a la puerta y fue Lolo quien toco el timbre, escucho los pasos acolchonados de su hija y otros pasos más era la cuidadora de Aurora.
Esta sonrió al verlos, después de todo, aunque sabía que Samuel de Luque era peligroso, también había podido ver aquella chica humanidad en él.
Ese hombre malvado había ayudado a su pequeño vecindario. Les había dado tantas cosas, que, no podían más que agradecer y hacer los favores que él a veces pedía.
Y cuidar a Aurora, era un placer para todos, era una niña encantadora, y muy silenciosa.
—¡Margot, cariño, gracias por cuidarla! —sonrió Samuel, mientras entraba. —¿Cómo vas con Theo? —le preguntó, la chica sonrió.
—Fantástico, nos casaremos en unos meses. —dijo feliz. Samuel sonrió y dio su enhorabuena, prometió enviarles un regalo de bodas y pronto la chica se despidió.
Fue entonces, cuando Aurora dejo salir toda su emoción.
—¡Tío Veg! — sonrió con calma mientras sonreía dulcemente, se colgó al cuello del mayor y beso su mejilla, después corrió a los brazos de su padre, y dejo que este la alzara.
—Te compramos algo — sonrió Samuel, le extendió la bolsa, y la niña sonrió, abrió esta y se encontró con un peluche del que había hablado la última vez que ellos habían ido, y que ellos prometieron que le comprarían si ella salía con buenas notas. Y Aurora salió con buenas notas, tal vez no las mejores de su clase, pero, siempre geniales.
—¡Oh, vaya! ¡Es precioso! — sonrió y apretujo el peluche entre sus manos, mientras los miraba encantada con el peluche, Samuel rio levemente y negó.
El haría lo que fuera por ver a la pequeña Aurora feliz. Lolito y ella eran parte de lo que él podía considerar una familia.
Lolito sonrió y observo a la niña. —¿Qué se dice en estos casos, Aurora? No te escuche decirlo...— le regaño solo un poco.
—¡Gracias! — dijo casi al instante en que Lolito termino de decir aquello, el pelirrojo asintió satisfecho.
—¿Cómo la pasaste hoy? — pregunto Lolito a su hija, esta rio levemente.
—¡Muy bien! Margot y yo hicimos galletas, ¿Quieren? — pregunto con emoción.
Y ninguno podía negarse jamás a los deseos de la niña.
—¿Tu otro papa no ha venido? — pregunto cauteloso Lolito.
La niña negó, intentando que no se notara que eso le hacía sentir algo mal, pero, ambos hombres conocían a la perfección a la niña, por lo que decidieron no decir nada más del tema, pero, parecía que Aurora hoy estaba dispuesta a enojarse un poco, con su padre Mangel.
—No lo he visto desde navidad del año pasado, y ya falta poco para que vuelva a ser navidad. Lo cual quiere decir que seguramente está muy ocupado con su trabajo. — dijo alargando la "u" de muy. —¿No podría irme con ustedes? Ani otro papa no le importo, y él no lo notaria. ¡Por favor! — dijo mientras los miraba, haciendo un puchero adorable.
Lolito sabía que no podían llevársela de allí, así que hablo antes de que el susceptible de su jefe y amigo hablara.
—Cariño. Sabes perfectamente que la casita de muñecas es el lugar más seguro para ti. El gobierno "la vigila" y esto nos permite saber que estas bien. Si fueras con nosotros habría diferentes medidas, y no podrías salir a jugar como lo haces ahora. — le recordó, la niña se quejó en voz baja, y se giró, colocando un plato con galletas frente cada uno.
Eran galletas adorables, decoradas de forma rara, pero, a los ojos de los peligrosos hombres, eran perfectas.
—Son unas galletas preciosas, pequeña —dijo Samuel con una sonrisa, la niña sonrió feliz por los halagos a sus galletas.
—Hagamos una fiesta de té. — pidió mirando a su padre, este sonrió y accedió. Ya habían quitado la idea de irse de allí, y la fiesta de té sonaba genial.
—Yo preparare él té — dijo Lolito, levantándose.
La noche paso entre risas y anécdotas, y ¿Por qué no? La niña incluso pudo convencerlos para ir al patio a jugar, para Aurora era algo normal, sus días pasaban así. Ella esperaba a que su padre y su tío Veg fueran a casa e intentaba que se quedaran el mayor tiempo o poder ir con ellos.
Sabían que Aurora era feliz de esa manera.
[***]
Aurora sabía que su familia no era el prototipo; mira esa palabra técnica, la aprendió hace poco en la escuela; de familia perfecta. Tenía dos padres, cuando la mayoría de sus compañeros tenían solo un papá y una mamá, también, tenía un tío peligrosísimo, que le quería mucho, y podía decir que uno de sus padres parecía no quererla.
Su pequeña mente infantil ya había pensado en muchas maneras de hacer que su padre volviera a convivir con ella, y se sentía tan desdichada; no sabía a la perfección que significaba esa palabra, pero, escuchaba que la gente lo usaba cuando se sentía mal; porque ella no quería que su padre la olvidara, incluso, comenzaba a olvidar el tono de voz de su papa Mangel.
Abrazo un poco mas a su nuevo peluche mientras apretaba los labios. En verdad quería olvidar ese hecho. No sabía a la perfección como olvidar eso.
—Aurora...— escucho a su tío Veg, la niña corrió a su cama, entrando con rapidez a esta y sonrió levemente, escucho la puerta abrirse con lentitud y la niña observo más curiosa la puerta.
—¿Si tío Veg? — sonrió levemente mientras observaba la puerta.
—¿Estas listas para dormir? — pregunto mientras se acercaba a ella, la niña asintió mientras abrazaba un poco mas a su peluche.
—Sí tío Veg...— asintió —Gracias por el...peluche...— bostezo con calma.
—No es nada, pequeña — dijo con calma mientras se acercaba quitando el pequeño cabello que cubría la cara de la niña. — Sabes que disfruto de comprarte algunas cosas. — dijo riendo levemente mientras veía el cuarto, muchos de los regalos ahí. — Y tranquila, intentare convencer a tu padre de que vayas con nosotros, Mangel no viene, así que no creo que haya necesidad de que sigas aquí, creo que él ya dejo muy en claro sus intenciones. — le dijo y sonrió.
La niña sonrió emocionada, eso sonaba genial, no quería seguir abandonada.
Queria ir con su familia, su linda familia.
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The Black List ||Luzugetta
Fanfiction💣Portada en futura edición, porque no me convence.💣 Samuel de Luque era; y probablemente seguía siendo; el criminal mas buscado y muy peligroso. El precio por su cabeza era demasiado elevado. Cualquiera que acabara con el, tendría una jugosa recom...