Fate: Reach Ou

Capítulo 17: Esté preparado para cualquier cosa

Capítulo 17 - Esté preparado para cualquier cosa

17 de abril, Comisaría de Inaba, Tarde

Ryotaro Dojima se sentó en su escritorio, leyendo el expediente del caso abierto de los recientes asesinatos ocurridos en la ciudad. Se creía un buen policía, pero años en el campo le decían que no existían los casos fáciles. Algunos podrían resolverse con tiempo y pensamiento, encontrando patrones o ciertas pistas dejadas atrás, pero otros podrían conducir a callejones sin salida y eventualmente convertirse en un caso frío. Como regla personal, Dojima siempre buscaba terminar un caso al que estaba asignado y llevarlo hasta el final. En toda su carrera, solo hubo un caso que no pudo resolver, y para su disgusto y temor, estaba comenzando a ver que otro tomaba forma.

En solo una semana, dos mujeres desaparecieron para luego ser encontradas muertas y suspendidas de cables telefónicos. Mayumi Yamano fue encontrada por primera vez poco después de que se hiciera público su escándalo. Saki Konishi lo siguió casi inmediatamente después, presumiblemente simplemente por encontrar el cuerpo. Considerando el momento de los (supuestos) homicidios, uno pensaría que tuvo algo que ver con dicho escándalo. El único problema era que tanto Hiiragi como Namatame, los dos sospechosos más probables con motivo, estaban ocupados con el trabajo en el momento de la muerte de Yamano; cada uno tenía testimonios de testigos presenciales de varias fuentes. Sus coartadas eran herméticas.

La muerte de la chica Konishi tenía aún menos sentido: matarla para guardar silencio sobre algo parecía un motivo débil. Sucedió después de que ella reportara el cuerpo de todos modos, y no tenía otra conexión con Yamano. Podría significar cualquier cosa, como si otro estudiante fuera a ser secuestrado. Taiga Fujimura en Fuyuki lo había llamado anoche porque estaba preocupada por la muerte de Shirou y quería que volviera a casa. Una parte de él no la culpaba por ser sobreprotectora, ya que sentía lo mismo por Nanako.

Y si eso no fuera lo suficientemente malo, otro estudiante de secundaria desapareció la misma noche en que estaban terminando las redadas en el sitio donde murió Konishi. No era mucho, pero ofrecía una conexión suelta: la niña desaparecida, Yukiko Amagi, fue a la misma escuela que Konishi y su familia administraba la posada en la que Yamano se alojaba hasta su desaparición y posterior muerte. Podría ser algo, pero en un pueblo pequeño como Inaba, las coincidencias eran bastante comunes.

Lo único que podía estar seguro era que el asesino todavía estaba en Inaba, y probablemente no planeaba irse pronto.

"¿Dojima-san?"

El policía experimentado le dedicó a Tohru Adachi una mirada rápida. El policía de traje azul había sido trasladado recientemente a Inaba y todavía estaba tan verde como se podía conseguir en la fuerza. Estaba entusiasmado al menos, algo de lo que faltaba mucha fuerza en estos días. Fueron asignados juntos en el caso Yamano cuando surgió por primera vez, pero con la forma en que iba, probablemente vería mucho más a Adachi. No estaba seguro de si era algo bueno o malo todavía.

"¿Qué pasa, Adachi?" gruñó, volviendo a su archivo. Apenas notó que el novato se veía más incómodo que de costumbre, pero lo restó importancia cuando cometió otro error, como perder la billetera el otro día. No estaba de humor para ayudarlo con sus contratiempos en este momento.

Adachi se rascó la nuca, señal segura de nerviosismo. "¿Conoces al niño sobrino que se queda en tu casa? ¿Shirou Emiya?"

Los ojos de Dojima se endurecieron ligeramente. Ni siquiera la comisaría era inmune a los rumores de la ciudad, y el hecho de que un "sobrino fantasma" viniera de visita hizo que los más supersticiosos pensaran que había participado en los recientes asesinatos. Adachi fue uno de los que había ofrecido tales "teorías": él y los demás fueron rápidamente reprendidos por eso. Puede que no conociera a Shirou lo suficiente, pero la familia seguía siendo familia. "¿Qué hay de él?"