capitulo 9

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[Cassiopeia]

La noche estaba oscura con nubes de lluvia. La humedad del muelle de Zaun se pegaba como una segunda piel a la carne de mármol, pegándose en pequeñas gotas de agua a escamas de un verde vivo. Las tablas del suelo de madera crujieron bajo su peso y su andar. Las pocas luces de la ciudad no hicieron nada para iluminar su terrible forma, lo que al final fue mejor.

Zaun no defraudó, un infierno en el pleno sentido de la palabra, tal como Cassiopeia lo recordaba. Un lugar apropiado para monstruos.

Los ojos agudos y entrecerrados revisaron a izquierda y derecha en busca de señales de calor. Los murciélagos batieron sus alas lejos de su ubicación, sintiendo el peligro incluso cuando no podían verlo. Un gato callejero a un callejón de distancia se congeló en seco, animándose en su dirección general y rompiendo en una carrera loca en la dirección opuesta. Parecía que toda la vida escapaba de ella.

Ella debería estar acostumbrada a eso en ese momento.

Cerrando sus párpados, la mujer serpiente desactivó su visión de serpiente, abriéndolos nuevamente a la vista normal, aunque increíblemente detallada. Cassiopeia y su agente estaban verdaderamente solos, como a ella le gustaban sus tratos. Uno nunca podría estar demasiado seguro con la información.

La única persona que estaba allí con ella esperaba pacientemente que le concedieran permiso para hablar. El espía se cruzó de brazos y asintió. Manos hábiles inmediatamente alcanzaron detrás de él, dentro de una mochila apretada fuertemente a su forma, recuperando varios juegos de documentos.

--"Mi Señora, todo lo que solicitó está aquí."--

Cassiopeia tomó delicadamente los papeles y los examinó a la velocidad del rayo. Todo lo que la nobleza noxiana nunca querría que se iluminara, escándalos además de tratos bajo la mesa, en sus manos para hacer lo que quisiera. Una pequeña y cortante sonrisa curvó el borde de su labio.

--"Buen trabajo. Descubrirás que tu pago valdrá la pena todos los problemas para cobrarlos."--

Los ojos del agente se arrugaron agradecidos, aunque el resto de su rostro permaneció sin cambios. Pero entonces, su mandíbula se movió, hizo una pausa en su respiración un momento más. Cassiopeia sintió que tenía más cosas que compartir con ella.

--"Di lo que piensas. ¿Hay algo que deba saber?"-- ella preguntó.

--"¿Recuerda cuando ... me pidió que averiguara dónde ha estado Lady Katarina últimamente?"--

Los ojos verdes se entrecerraron peligrosamente. --"¿Sí, y?"--

--"Bueno, hay alguien con quien ha estado saliendo."-- Sacó una foto final y se la entregó sin decir una palabra más.

Cassiopeia sintió que una vena le golpeaba la sien, el fino control de las garras y la cola se tensaba. El veneno subió como bilis por su garganta. La imagen mostraba muy claramente la motocicleta de Katarina con una mujer esbelta apoyada cómodamente sobre ella, su rostro demasiado borroso para distinguirlo, pero reveladores mechones blancos se derramaban debajo de su capucha oscura. Los colmillos y los dientes de serpiente y se juntaron

La noble respiró para tranquilizarse. --"¿Esta es la única copia de esta imagen?"--

--"Por supuesto."-- Respondió. Cassiopeia podía decir fácilmente que estaba diciendo la verdad.

--"Y dime, ¿a cuántas personas de pelo blanco conoces dentro del Instituto?"--

El hombre empezó a sudar bajo su mirada. Luchó por tragar, el sonido era demasiado audible para sus sentidos sobrehumanos. --"N-no muchas, mi señora."--

El fuego en el hielo (Katarina x Ashe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora