My lovely mad sister

Tu infierno

El sol se ocultó abriendo paso a la blanca luna llena que ahora alumbraba las calles. Las hermanas descubrieron al asesino dentro de la iglesia, pero no pudieron hacer nada para detenerlo. Takashima, con ayuda de Rina, atraían poco a poco a aquellas inocentes monjas al mismo destino; la muerte.
La iglesia estaba llena de cuerpos mutilados por todas partes, pero no estaban todas.

-¿Dónde está Ana?- preguntó Rina-

-No la he visto... Busca en el segundo piso

Se dividieron y buscaron a la restante, quien traía una vela alumbrando su camino, sus manos temblaban y no podía llamar a la policía por lo difícil que le parecía. Rezaba asustada, pero pronto fue encontrada por Takashima.

-Vaya~ buenas noches, hermana

-¡P-Por favor, no me mates!

-Suelta ese teléfono

Obedeció sin dudar, pero de su mano resbaló también la vela, encendiendo una cortina.

-Carajo...

La mujer salió corriendo gritando por ayuda, siendo alcanzada por una bala en la pierna que la hizo caer.

-Te dije que no gritaras

-¡Ayúdenme, que alguien llame a la policía!

-Nadie te escuchará, hermana...

La dejó ahí al salir corriendo cuando las llamas consumieron toda esa parte de la iglesia.

-¡Rina!- gritó para saber dónde estaba- ¡Hay que salir de aquí, ya!

El segundo piso se encendió pronto por el fuego y se derrumbó. La chica quedó con las piernas y la cadera debajo de la madera.

-¡Rina!- gritó y corrió hacia su amiga intentando levantarla-

-¡Agh!- se quejó- No, Shima, es inútil, vete

-No, no te voy a dejar aquí

-¡Vete!

La cruz que estaba en lo más alto de la iglesia cayó. Takashima sintió un par de brazos que lo jalaba lejos del lugar. El objeto cayó con una de las puntos hacia abajo atravesando la espalda y el pecho de la joven, Shima sólo pudo verla escupir sangre y sonreírle antes de quedar atrapada bajo lo que quedaba de la iglesia.

-¡¡¡Rina!!!- lloró- ¡Suéltame!

Forcejeó con la persona que aún lo sostenía, pero era más fuerte que él y lo acorraló contra el suelo sujetando sus muñecas a los costados de su cabeza.

-¡Cálmate, Shima, no puedes hacer nada!

-¿Yuu?... ¡Suéltame, tengo que salvar a mi amiga, aléjate de mi!

-Ella está muerta, Kouyou

-A-Aléjate- pidió entre llantos bajando su voz- Por favor, déjame...

-Volviste a éste horrible lugar y se volvió tu infierno nuevamente

-¡¿Y tu quién te crees que eres para decir en qué infierno me encuentro, Dios acaso?!- estaba furioso y logró zafarse de su agarre-

Yuu no respondió nada, ambos se quedaron mirando el lugar arder. Takashima seguía llorando cubriendo sus ojos con las manos cayendo de rodillas.

-Es mi culpa... Rina era mi única amiga y ahora está... Está muerta, no puedo más

-Shima...- acercó lentamente su mano, recibiendo un empujón en ésta por parte del menor- Escúchame

-¡No me toques, no quiero saber nada de ti, me utilizaste y me mentiste, lárgate!

-No pienso dejarte solo otra vez

-Vete con esas malditas zorras y dejame morir en paz

-Tu no vas a morir, me quedaré contigo y te llevaré de nuevo a casa- lo sujetó por los hombros-

-No quiero verte, Shiroyama... Espero que estés contento con verme sufrir de ésta manera- sollozó-

Dio media vuelta para marcharse. Yuu sabía que no era un buen momento para aclarar las cosas con él, así que dejó que se fuera.

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-Hola, Akira... ¿Puedo hablar contigo un momento? Te necesito