Estaban en pleno receso los dos chicos caminando por los pasillos de la escuela hasta que llegaron a la azotea, donde se la pasaban la mayor parte del tiempo ya que era un lugar tranquilo.
Kenma sacó de su mochila dos paquetes de galleta, una para él y otra para el azabache.
- El miércoles pasé a una tienda cuando iba a de camino a mi casa. Me parecieron deliciosas y compré más para que tú también las comieras - dice Kenma con un sonrojo que intentó ocultar-.
- Gracias, buen provecho - se mete una galleta a la boca-. Kenma... - dice cambiando el tema-.
- Dime - dice con una galleta en la boca-.
- Sobre lo que pasó el lunes, yo...-
- Kuroo, no te molestes, estoy bien. No me debes ninguna explicación - interrumpe el pelirubio, dirigiendole una sonrisa, o un intento de ella-.
- No quiero que se pierda nuestra amistad...
- Y no lo hará, siempre has sido mi mejor amigo, ¿por qué eso cambiaría? Ahora vamos a clases.
- Bueno... - dice con notable pena. En el fondo aún sentía que le hacía daño a su amigo -.
Pasó el día y Kenma se saltó la práctica diciendo que tenía cosas que hacer. Kuroo lo miró serio, pero no era quién para decirle que se quedara o preguntarle qué haría.
La tarde se pasó rápido y así mismo llegó la noche.
Eran las 9pm y Kenma tomó su uniforme del colegio y ropa para la práctica, la puso en su mochila y salió de la casa con la excusa de que debía terminar un trabajo en la casa de un amigo.El pelirubio llegó a la casa de su "nuevo amigo" y cuando entró lo recibió un azabache, alto, que apenas cruzó la puerta lo comió a besos.
- A-akaashi...¿Estamos... Solos? - dice Kenma con las mejillas y orejas con un notable color rojizo-.
- Completamente solos... - dice casi susurrando y volvió a besarlo abrazándolo por la cintura.
Sin cortar el beso caminaron a la habitación del azabache y este empezó a bajar por su cuello dejando grandes marcas.
- Akaashi~ No podré ocultarlas-.
- Mejor aún - y fue dejando más a medida que bajaba hasta su torzo-.
Los dos jóvenes estaban ya en su límite, la ropa en cuestión de minutos ya estaba en el suelo sirviendo de adorno.
El azabache ya había preparado al menor y estaba a punto de entrar.
- ¿Puedo? - decía con su miembro levantado y extremadamente duro-.
El menor estuvo a punto de negarse ya que se le vinieron a la mente miles de recuerdos junto a Kuroo, riendo, jugando, hablando y siendo felices, hasta que se le cruzó la imágen de cómo su amigo lo rechazaba y el pelirubio salía corriendo con lágrimas en los ojos.
- E-entra...
Y lentamente el mayor empezó a introducir su miembro dentro del pequeño armador.
- Ngh... Ahhh... - gimió Kenma del dolor y placer juntos-.
Al día siguiente, temprano en la mañana los dos chicos se despertaron, se vieron desnudos y sonrieron.
- ¿Te sientes bien? - preguntó Akaashi acariciando la mejilla de Kenma-.
- Estoy bien... - sonrió como pudo y le dio un corto beso a su acompañante-.
Se sentía culpable por todo lo que pasó, pero no había relación entre él y Kuroo, ¿De qué debía preocuparse?
- Entonces vamos a bañarnos, y tal vez hacemos otra ronda - dice sonriendo y levantando una ceja-.
- ¿Q-qué? P-pervertido - dice sonrojado-.
Ya listos, salieron de la casa con sus respectivos uniformes, solo que el más pequeño llevaba puesta una bufanda para tapar las marcas dejadas por Akaashi.
Cuando llegaron a cierto punto, era momento de separar los caminos y se despidieron con un "nos vemos" y un beso en los labios.
Cuando el rubio llegó a la escuela se encontró con Kuroo esperándolo en la entrada.
- Hey, Kenma. ¿Qué tal? ¿Estarás hoy en la práctica?
- Ah, Kuroo... Si, lo estaré - dice fingiendo una sonrisa-.
Pasó el día con normalidad y el par de amigos iba llegando a la cancha y Kuroo toma la palabra.
- Oye. Me preguntaba... Llevas todo el día con bufanda, ¿tienes frío?
- A-ah... Esto... Si, tengo un poco de frío...
- Mmm...
Estaban empezando la práctica y Kenma jugó con su chaqueta del equipo completamente cerrada tapando su cuello.
Era momento de que el pequeño armador de Nekoma levantara el balón pero en un intento fallido de saltar, calló al suelo con un fuerte dolor en las caderas acompañado de jadeos.
- ¡Kenma! ¿Qué te pasa? - se acercó rápidamente preocupado el azabache-.
- N-nada... Solo que hice un mal salto...- se levantó y por un descuido y olvido del momento se sacó la chaqueta dejando su cuello al descubierto con pronunciadas marcas -.
El mayor se percató de eso y rápidamente su cara se puso seria y mostrando su enojo.
- ¿Qué son esas marcas? - decía Kuroo alzando la voz-.
- Bueno... Son solo marcas de... Tu sabes... pero por favor baja la v...-
Fue interrumpido por un golpe en seco que lo dejó tirado en el suelo nuevamente. Soltó un quejido por el dolor en su rostro y de su trasero chocando con el piso.
- CLARO, UN DÍA TE DECLARAS A MÍ, Y COMO TE RECHAZO ¿LE ABRES LAS PIERNAS AL PRIMERO QUE TE ENCUENTRAS POR AHÍ? ME SENTÍ CULPABLE TODA LA ESTÚPIDA SEMANA Y TÚ TE REVOLCABAS EN LA CAMA CON UN IMBÉCIL. ERES PEOR QUE UNA PE... - al darse cuenta estaba todo el equipo mirando la escena entre murmullos y su pequeño amigo (o tal vez ex-amigo) parecía un niño llorando y cubriéndose con sus brazos a causa del miedo que le provocó el azabache con sus gritos y palabras-. No... Kenma. Lo siento... Yo...
- Tonto... - fue lo último que dijo y salió corriendo del lugar-.
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Jelouuuuu u U U U u u uwu
Ojalá les haya gustado el capítulo. Disculpen si es que esperaban más Tsukihina, no crean que no volverán a aparecer jdjjd después de todo es la pareja principal uwu.
Y eso po djjdd
Asta la procsimaaaaa ✨
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Más que solo palabras °[Tsukihina]°
RomanceHinata se da cuenta de lo que siente por Tsukishima y decide confesarse. ¿Qué dirá Tsukishima? ¿Cómo reaccionará ante la confesión de Hinata? >>>> Esta historia contiene yaoi (chico x chico) y +18, si no te gusta, no lo leas. Cualquier parecido con...