—Feliz cumpleaños número 15 ¿que se siente ser toda una damita? — le preguntaba Sasuke a su única hija.
Sarada era una hermosa joven de 15 años, tenía el cabello azabache largo hasta la cintura, los ojos ónix y el color de piel blanco, había heredado la inteligencia y fuerza de su madre, y la determinación y apariencia de su padre, era tan bella que incluso varios jóvenes ya se le habían declarado, Sasuke por su puesto los aullentaba con la mirada. No había duda de que la cuidaban como una delicada flor y todo el mundo lo sabía, Sakura tenía la mano más firme y mantenía a Sarada a la raya, por eso ella siempre actuaba con rectitud. Tenía todo lo que podía desear, padres que la amaban y cuidaban, un hogar perfecto pues Sasuke le demostraba a Sakura cuánto la amaba la trataba con mucho respeto y era el hombre más amable y bueno con sus dos mujeres, en una ocasión Sarada salió gritando del baño ¿Que es esta sangre que me sale de entre las piernas? Sasuke fue quien se encargo de explicarle, “es tu menstruación”
Calmo a su hija la abrazo la lleno de mimos y le explicó que pasaría de ahora en adelante, Sakura quería que fuera una mujer fuerte y que la respetarán, así que siempre estaba para ella pues era lo que más amaba en el mundo, la entreno e hizo de ella una shinobi digna del apellido uchiha.—¿No abrirás tu regalo?— pregunto Sakura emocionada
Sarada abrió su regalo, sus padres no solo le habían dado una vida perfecta si no también la habían llenado de lujos pero ese regalo fue lo mejor.
Un collar moldeado por el chakra de Sasuke y Sakura con un rubí pequeño y sus iniciales grabadas en oro y un teléfono de última generación.
—Soy tan feliz, gracias por amarme tanto—decía Sarada mientras abrazaba a sus padres.
Dos días antes había cumplido 15 años Boruto Uzumaki el hijo del séptimo Hokage, un muchacho rebelde la copia exacta de Naruto cuando era joven. Al contrario de Sarada, Boruto presenciaba las constantes peleas entre sus padres, Naruto prefería quedarse en la oficina Hokage en lugar de estar en casa con su familia y su madre se la pasaba quejándose de eso, tenía una pequeña hermana Himawari una niña idéntica a Hinata pero con los ojos azules.
Hinata ya le había prohibido juntarse con ella apesar de ser compañero de equipo, pero Naruto le daba toda la libertad para ir. Boruto se escabulló hasta la casa de los Uchiha y abrió la puerta con tanta confianza como si fuera suya, más tarde llegaría Naruto.
—¡Burro recoge tus zapatos!— escucho a Sakura gritar varias veces.
—Si si, ya te oí, abuela.— le respondió a Sakura. —deja de gritar o te arrugaras más— se burlaba.
Sakura adoraba a ese niño recordaba cuando de más pequeño a escondidas llegaba a comer a su casa, Boruto decía que ella era como encender una fogata en invierno tan cálida y buena con todos, a comparación de su madre que se la pasaba gritando todo el tiempo.
Subió hasta la habitación de Sarada quien aún se estaba arreglando el collar que le acababan de dar sus padres.
— Pareces tonta mirándote así, ya te llegó la pubertad— dijo boruto lanzándole una almohada a la cabeza a sarada.
—Que tarado eres, tú no sabes de estás cosas— le regreso el golpe.
—Feliz cumpleaños— dijo él mientras le daba un regalo.
—Un cuaderno con la pasta de madera — sonrió— y tiene el símbolo del clan uchiha, gracias boruto esta hermoso—
—Espero que te sirva, como se que te gusta escribir tus pensamientos e ideas me imagine que sería un buen regalo — sonrió.
—Es perfecto, espera yo también tengo un regalo para ti — le dio una chaqueta negra con dos franjas rojas — espero que te guste.
—Wow me veo genial— dijo probándose la chaqueta— gracias Sarada, ahora romperé corazones en la preparatoria —dijo orgulloso.—
—Sarada Boruto, llegaron sus amigos, bajen a comer pastel— gritó Sakura desde la sala de estar.
Ambos bajaron, ahí estaba Inojin Yamanaka, Shikadai Nara, chouchou akimichi y Mizuki, también había llegado Naruto quién quería mucho a Sarada y al igual que sus padres la consentía en todo.
—Espero que les gustes el pastel que traje — dijo Naruto muy animado. —mañana con más calma les daré su regalo, es una sorpresa—.
Naruto le había dado un kunai especial a Boruto unos días antes, al igual que Sakura y Sasuke que le habían regalado una Katana.
— gracias papá, eres el mejor— lo abrazo.
—Onni-chan sopla las velas — dijo Himawari.
Están todos disfrutando la fiesta y comiendo pastel, a Sarada le llamo la atención la forma en la que Sasuke y Naruto estaba abrazados a Sakura, uno de cada lado y recargados a ella, pero le resto importancia.
Era lo mejor que podía tener en su vida, padres que la amaban, amigos, felicidad, un montón de lujos, todo era perfecto hasta ese día.
La fiesta termino, se fue a dormir sin antes escribir lo perfecta que era su vida en el cuaderno que Boruto le había dado.
Sasuke y Sakura se quedaron recogiendo todo, se fueron a su habitación Sasuke preparo agua con sal para masajearle los pies a Sakura, termino y los seco.
—Gracias por darme una familia — le dijo mientras la besaba en las manos — gracias por devolverme todo—.
—gracias a ti por permitirme de la madre de tu hija — le acaricio la mejilla — te amo Sasuke kun— sonrió
—¿Cómo le haces para ponerte más bella todos los días? —dijo mientras la miraba encantado.
—Que cosas dices, tú si que eres guapo— lo miro — siempre lo fuiste desde la academia, nos volvías locas a todas—
—Quién lo diría, mi pequeña molestía— la abrazo.
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¿Amor o perversión?
FanfictionUn amor de tres podría funcionar, después de todo eran libres de elegir ¿o no? Tres jóvenes médicos ninjas compartiendo casa, comida y a si mismos. Terminada.