La canción que no me dedicas

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Hace no mucho que fue integrada una nueva Brawler, sobrina del sepulturero y gran fan de del músico. El esqueleto apenas presentarse se había quedado fascinado con la belleza que reflejaba la momia, en algún punto no solo la chica intentaba conquistar el corazón del chico, y eso lo sabía perfectamente el cuervo.

Su mejor amigo buscaba la forma de salir con la zombie, le alegrará que su amigo al fin se hubiera enamorado, pero tenía un miedo enorme con respecto a eso, ¿Y si se olvidaba de el? Sabía perfectamente que el chico era muy cariñoso, y eso le causaba más terror, pues sabía que donaría todo su tiempo si se lo pedía la chica.

Y ahí estaba pidiendo consejos de amor al cuervo, que ironía, el quisiera no ayudarle, pues para el sería una completamente desventaja ante la competencia por el tiempo del pequeño. Todos sabían que Emz estaba perdida por el mismísimo músico, incluido Crow, pero no planeaba decírselo a su amigo, estaba completamente molesto ante el entusiasmo del pequeño.

Pero aún así tenía que seder ante sus súplicas de ayuda, más sin embargo escondería una que otra cosa ante las cuencas del mariachi. Estaba frente a el  chico que pedía por consejos, suspiro con una sonrisa, un poco fingida, pero sincera, odiaba y amaba la actitud del esqueleto, comenzó a pensar que sus actitudes eran bipolares.

-Entonces, ¿que les gusta a las chicas?- dijo sonrojado y nervioso mientras tocaba su guitarra con gran felicidad.

-Pues, tu me ayudaste con Bibi, ¿acaso me aconsejaste sin saber?- sonrió ladeado, sabía que su amigo estaba completamente atontado por la chica.

-Es que, Emz es... Perfecta- exclamó completamente feliz mientras tarareaba una canción.

-¿Entonces Bibi no lo es?- dijo fingiendo indignacion- Le voy a decir- comento el cuervo, se levantó e intento calmar sus ganas de reír.

-Este... Yo- Dijo levantándose de repente, mientras perseguía al cuervo- yo no lo dije, solo lo mal entendiste.

Se alegro que se le olvidará, seguía corriendo mientras escuchaba al pequeño entre risas, un poco desesperado, mientras daba brincos y lo perseguía. Dejo de correr y sujeto al de baja estatura en sus brazos, aprovecho su confusión para comenzar hacer cosquillas, se removía entre sus brazos, sacando grandes carcajadas.

-Crow para- dijo sonriendo ampliamente.

-Quieres que te lleve a un sitio más privado- No paso mucho en lo que perfeccionó el arte de "jotear".

-Llevame Cariño- exclamó parando de reír.

-Pues si tanto quieres- dijo cargándolo como princesa.

Sonreía ampliamente ante las ocurrencias de su amigo emplumado, pero aún en su mente se encontraba la pelimorada que le había robado el corazón. Se removió entre los brazos del chico para indicarle que lo bajara, y aunque el joven no lo quería hacer, las súplicas de Poco hicieron que rompiera el momento, que para el era todo, aunque no lo quería admitir.

-¿Me vas ayudar con Emz?- parecía como si nunca se hubiera divertido con el, en el fondo le dolió.

-Esta bien- suspiro con una sonrisa triste, que su compañero no presto atención, en su cabeza solo estaba la imagen de la zombi mirando fijamente su celular.

Volvieron a sentarse en su lugar anterior, un suspiro de alegría sonó en el escondite favorito del mariachi, mientras sentía el tacto de sus manos sobre su instrumento musical. Ensayo una y otra vez, y el cuervo escuchaba cada palabra imaginando que era dedicada para el.

Borro enseguida sus pensamientos, eran absurdos e imposibles, su cabeza estaba confundida de nuevo, se lo había repetido ya mil veces. "Me gustaría volverlo a besar", solo estaba confundido, "No quiero soltarte", aún estaba dolido, "Quiero abrazarte", su cabeza no estaba bien, "Dedicarme una canción a mi", estaba perdido, "Quiero estar todo el tiempo contigo", sus pensamientos estaban atontados, "Por qué te enamoraste de alguien más", completamente desorientado, excusa, tras excusa, no encontraba la forma de callar esos pensamientos, desde hace ya un muy largo rato que se justificaba con lo mismo, pero admitir que sentía algo por un hombre era un pecado para el.

Hasta la muerte Crow x PocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora