Hasta la muerte Crow x Poco

Bajo las estrellas

La bienvenida de Surge fue un rotundo fracaso, todos se sentían mal, pues el pobre robot no tuvo un recibimiento adecuado, ante esto, la comunidad había llegado a un acuerdo de realizar un pequeño festival como compensación. Al menos las cosas se habían calmado para ese entonces aunque el resentimiento que tenía Mortis no se desvanecía con nada, si tan solo se cruzaban el sepulturero y el cuervo las burlas y de vez en cuando una pequeña pelea entre los amigos del emplumado y el mismísimo amante de los murciélago se desarrollaba.

Pero por el otro lado se encontraba el pobre corazón roto del esqueleto, era extraño perderse un espectáculo en el campo de batalla, claro generalmente en equipo, pero de cualquier modo, el había dejado de asistir a los eventos, y el único contacto o información que circulaba era la dada por Crow, quién seguía frecuentando la casa de su amigo destrozado. Agradecía con todo el alma haber llevado a su amigo pasado de copas a su hogar, por qué si no lo hubiera hecho su contacto con el sería nulo.

Y aunque su corazón seguía roto, no podía seguir así, nunca se concidero alguien fuerte fiscamente, ni mentalmente pero no podía seguir llorando, sin transmitir esa felicidad que hoy le faltaba. Se levantó y sonrió ligeramente, hoy era un nuevo día para el mariachi quien se dispuso a prepararse para su "concierto" matutino que tenía ya varios días sin hacer.

Cuando al fin llegó al escenario contempló como nadie estaba presente, suspiro sabía perfectamente que ya todos habían dado por hecho que nadie tocaria, tomo su guitarra con un poco de melancolía y tocó acordes con delicadeza. El primo tenía toda la audiencia ese para de días, y aunque se sentía mal por su querido amigo, no podía dejar de atender su puesto en el pueblo, y aquel día mientras hacia algunos trucos en su cuadriláteros, escucho esas hermosas notas, paro en seco dejando sorprendidos a algunos Brawlers que iban a presenciar el show.

No dio tiempo de preguntar que era lo que cruzaba por la mente del luchador, por qué ya había abandonado su escenario, todos salieron desepcionados y algo molestos por la repentina pausa, pero ahí escucharon aquellos acordes y se sorprendieron por completo, la mayoría se acercó corriendo donde se encontraba el mexicano quien se encaminaba a dónde provenía el sonido tan preciso. Apenas llegaron y se encontraron con esa sonrisa que tanto extrañaba el pueblo, y aunque algunos sabían que seguía dolido, se alegraban de tan solo verlo, realmente el chico se había ganado la confianza y cariño de todos.

Todos sonreían, felicitando al pequeño que no había terminado la canción, aunque solía cantar en inglés para que los espectadores entendieran sus palabras hoy solo quería cantar en su idioma, sabiendo que solo dos personas entendieran la letra, Shelly y Primo quienes hablaban perfectamente su idioma, serían los únicos en el público que eran capaces de entender aquella canción. Sin dudarlo al final de está todos aplaudieron y gritaron y entre el público se encontraba aquel robot al que le debía una gran disculpa, se bajó del escenario mientras que el público se dispersaba para seguir con su día y antes de que Surge se alejara ya lo había tomado con su pequeña mano.

-Hmmm... Hola, perdón si no me he presentado, creeras que soy muy descortes- exclamó el mariachi soltando su agarre apenas el super héroe puso atención.

-No te preocupes todo bien, además me ha encantado este espectáculo que diste, ¿Voy a jugar una partida de supervivencia, vienes?- aquella sonrisa de la que todos hablaban de hizo presente, y a sus ojos era contagiosa, se alegraba de al fin conocer al famosos "Poco" del que todos hablaban.

-Me encantaría.

-Bueno pues no hay tiempo que perder vamos.

Y así ambos chicos partieron a dirección al desierto donde se llevaría la partida, mientras que por otro lado un cuervo se preparaba para salir de casa, sabía que ya era algo tarde pero no importaba, de todas formas iría a ver a su amigo, quien se la pasaba en su hogar, haciendo cualquier cosa con el cuervo quien disfrutaba de esos pequeños momentos, tan hermosos, deseaba que aquel día el esqueleto no haya superado su dolor. Rumores de que un músico había dado un hermoso concierto llegaron a sus oídos mientras caminaba cada vez más rápido y desesperado pensando en alguna otra razón, no podía ser un nuevo Brawler les hubieran avisado y los actuales no es que supieran tocar algún instrumento, ¿Cantar?... A muchos les avergonzaba.