Después de tener posiblemente el mejor orgasmo de su vida, el mayor se da cuenta de que Itchy tenía su mano sucia por su semen. Se ruboriza y se pone bastante nervioso, levantándose y buscando entre los cajones algo de papel para que el menor pueda limpiarse aquella… asquerosa sustancia.
—Pe-perdón Itchy, n-no quería ensuciarte —se disculpa en cuanto recupera su respiración, pasándole por fin unos pañuelos que encontró para que se secara. Apenado piensa en apartar su mirada, pero nota la siguiente acción de su pareja y se avergüenza demasiado.¿Qué hacía Itchy lamiendo aquel líquido? ¿Por qué tenía esa mirada tan provocativa y llena de lujuria? ¿Cómo era posible que fuera tan seductor y sexy? Karl casi puede sentir cómo su nariz empezaba a sangrar, sus mejillas acalorarse, y la excitación subir al tope. Sus bóxers apretaban bastante, ah, Itchy debía pagar por ser tan caliente.
El mayor se acomoda lentamente sobre el otro chico, acariciando sus piernas con suavidad para que le diera acceso, aprovechando para quitar por completo cualquier prenda y así finalmente verlo, verlo en persona. Ya había deseado tantas veces tenerlo así, mucho más luego de haberse pajeado tantas noches con ese vídeo.
Su cuerpo tan perfecto parecía irradiar su propia luz de lo maravilloso que era, y Karl no pudo resistirse, comenzó a besar cada centímetro de piel, lamiendo y gozando del dulce sabor, haciendo algún que otro intento de chupete, dejando rastros en la dermis de su propiedad.—Eres mío… Siempre serás sólo mío —susurra con un tono bastante caliente, subiendo un poco hasta llegar de nuevo al rostro del otro chico, uniendo una vez más sus labios en un muy romántico beso.
La muestra se convierte en algo más interesante, con lentitud, y comenzaban a soltar algunos gemidos. Se sentían mucho más unidos que nunca, siendo uno mismo emocionalmente y transcurridos unos momentos, lo serían carnalmente también.Escapó de sus sabrosos labios el primer alarido de placer, al sentir a Karl rozándose suavemente contra él. El leve estímulo los calentaba a ambos, y todo es aún mejor cuando el nerd decide por fin sacar su ropa interior.
Ahí estaban los dos, desnudos, mirándose mutuamente a los ojos, bajando sus miradas nerviosas hasta mirar el sexo descubierto y erecto de su pareja, respectivamente; sonrojándose mucho ambos al ver cómo sus miembros se rozaron directamente. El menor con esto apretó sus ojos, cubriendo su boca para retener el leve sonido que escapó por el placer que aquello le provocaba, el éxtasis que recorría por su sangre junto con la adrenalina del momento, lo hacía estar un poco hipersensible, el pensamiento de que Karl era la primera persona que lo tocaba y admiraba así, se sentía como en un sueño…
Tímidamente, Karl comenzó a mover sus caderas, convirtiendo aquel suave acto en un vaivén. Sus cuerpos vírgenes reaccionaban muy bien ante las nuevas sensaciones, sus penes sintiéndose, y ambos elevándose lentamente al cielo, a un paraíso de gozo, creían que aquellas metáforas referidas al sexo se sentían tan verdaderas en ese momento, creyendo que ese sería el mejor instante por toda la eternidad. Su primera vez, una noche tan especial donde se entregaban el uno al otro, demostrando que eran algo más que un amorío adolescente.
Cuando ambos están por llegar al orgasmo, Itchy le pide que se detenga. Quería más, no conformarse con sólo unos roces, quería hacerlo de verdad. Le pidió al otro cerrar sus ojos y esperar paciente, riéndose un poco al verlo tan erecto… esa enorme tula estaría dentro de sí dentro de poco. El menor se acomoda en cuatro, posicionándose para dejar su culo completamente a merced del otro.
—Adelante, puedes… ver… —le dice, sonrojándose un poco tras decirlo y esperando avergonzado a que el mayor hiciera lo propio… Y oh… Karl abre sus ojos y se encuentra con ese delicioso trasero, que Itchy meció un poco de izquierda a derecha para darle cierto toque.
Karl no podía apartar sus ojos de esa entrada rosácea, de esos enormes glúteos que quería tocar y besar… Sabe qué es lo siguiente que debe hacer, y ansioso se acerca más a él, tomando con su diestra su miembro para así no tener problemas al intentar introducirse. En algunos pocos segundos antes de hacerlo, se preocupó por pensar en todo lo que estaban haciendo mal. Primero, no llevaba condón puesto, segundo, Itchy no había recibido preparación o dilatación previa, y tercero, Karl no tenía ni idea de cómo hacer sentir bien al otro mientras hacía eso… Pero… ya estaban ahí.
Muy caliente, decide simplemente empezar, cerrando sus ojos, esperando con esto que no hubiera consecuencias por estar siendo tan descuidados. Con cuidado comenzó a penetrarlo, sintiéndose en el puto jardín de los Dioses al tener ya un poco dentro, y cuando ya se estaba emocionando, se sobresaltó al escuchar el sonido del auto de su madre estacionándose en la cochera.
Ambos chicos se encontraban nuevamente sentados en la cama del otro chico, ya con la ropa puesta, viendo la serie que habían planeado de antes. Calientes, agitados y nerviosos por haber casi sido descubiertos en el acto.
Itchy solo podía maldecir a su mala suerte, ¿Por qué la madre de Karl justo ese día no tuvo horas extra? ¡Habían estado tan cerca! Recordaba con calidez la sensación del miembro del otro entrando en él, y se había sentido tan bien… No podía imaginarse cómo se sentiría cuando por fin lo tuviera todo dentro…Triste, pensaba en que no habría una oportunidad como esa en mucho tiempo, jamás podría tener sexo con su ser amado. Con esos deprimentes pensamientos se fue a dormir, acostándose al lado de quién casi provoca que su deseo sea cumplido, pero no diciendo ninguna palabra de lo sucedido por lo tenso del ambiente. Aunque sin decir nada, ambos sabían lo mucho que habían amado esa tarde, y sabían que debía repetirse de nuevo...
Pero, ya casi era su aniversario y aún no podía conseguir su mayor deseo.
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Las Divertidas Aventuras De Karl E Itchy (Cancelada)
FanfictionKarl e Itchy cumplían ya dos años de novios, y aunque se encontraban muy bien sentimentalmente, Itchy comenzaba a tener nuevas inquietudes por descubrir qué tan lejos su romance podía llegar. ¿Y por qué no darle un toque de diversión a su relación?