Karl e Itchy cumplían ya dos años de novios, y aunque se encontraban muy bien sentimentalmente, Itchy comenzaba a tener nuevas inquietudes por descubrir qué tan lejos su romance podía llegar.
¿Y por qué no darle un toque de diversión a su relación?
Pasaron aproximadamente 9 días desde la noche de su aniversario, aquella noche dónde habían experimentado y concluido su encuentro íntimo y sexual. Uno pensaría que al probar, no podrían detenerse e inevitablemente necesitarían más, pero las cosas no habían sido así, al menos con Itchy que de momento se hallaba satisfecho y en cada ocasión que se veían no hacía más que demostrar su amor con caricias tímidas y besos tiernos.
Karl estaba parcialmente cómodo también con eso, es decir, no se moría de ganas por cogérselo de nuevo, pero ya se había dado la oportunidad para que volvieran a hacerlo, y en vez de que surgiera algo, Itchy propuso que salieran a la biblioteca a comprar algunos libros. No se quejaba, pero la duda comenzaba a reaparecer en su pecho. No era la misma que sintió justo antes de hacerlo, pero seguía creciendo y se sentía de la misma forma. Estaba muy feliz por una parte de que Itchy no se haya alejado después del sexo, así que claro estaba que no fue utilizado, pero ahora no había dado indicios ni siquiera de buscar o querer algo más.
Cuando Karl intentaba volver los besos más profundos, acariciar un poco más, Itchy salía con alguna excusa boba en vez de corresponder. No pensaba ser insistente y jamás haría algo que Itchy no consintiera, pero ¿no era raro un cambio así? ¿A caso no lo había disfrutado tanto como él? Karl sintió que fue de los mejores momentos de su vida, pero jamás se puso a pensar en que quizás a Itchy no le había terminado de gustar y se había decepcionado, God!
¿Acaso estaba muy pequeño? ¿Actuó muy tonto? ¿Fue inexperto?
Se comenzaba a sentir de nuevo mal por todas esas preguntas, pero no se lo callaría de nuevo, lo más importante de su relación era la comunicación así que se decidió por hablar con él al fin.
Tenían una semana bastante ocupada por un festival para celebrar el comienzo del invierno en su instituto, por lo que todos los alumnos de su curso estaban obligados a ayudar en algún puesto o realizar un acto de entretenimiento. Eran relativamente libres de hacer lo que quisieran pero debían estar de las instalaciones, por lo que Karl se tomó la libertad de acercarse a su pareja, para por fin sacarse esas inseguridades de su cabeza.
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Itchy estaba en un puesto de caramelos y dulces, se veía tan tranquilo como de costumbre, hasta que Karl mencionó esas intrigantes palabras que a cualquier persona harían sentir nervioso. "Debemos hablar". Permanecieron ambos en silencio hasta que encontraron un sitio poco concurrido en la institución, un aula que parecía ser usada anteriormente por los maestros para guardar archivo muerto. En fin que entraron y cerraron la puerta, Itchy por fin interrogó.
-¿Pasa algo malo? -en su voz se notaba cierta inquietud, jugaba con sus dedos por la ansiedad.
-No, sólo quiero preguntarte algo -dijo el ojiazul, Itchy guardó silencio, cediéndole la palabra-. ¿No te gustó? -preguntó.
-¿Qué? ¿Qué cosa? -se notó confundido.
-Esa noche, el sexo, ¿No te gustó? -fue lo más directo que pudo, sonando más que nada acomplejado por la respuesta que pensaba, recibiría.
