𝐍𝐂𝐓 | STUFF -editando

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Tu cabeza colgaba del colchón mientras expulsabas el aire del cigarro escuchando a Yangyang leer algún libro en alemán tratando de ayudarte para tu examen.

—Bien, ahora dime que entendiste —dijo estirándose en la silla haciendo que su sudadera se alzará dejándote ver su abdomen y la forma en la que sus muslos se flexionaban. Te paraste rápidamente para alejar esos pensamientos y dejaste la colilla sobre el cenicero.

—Sinceramente solo entendí cinco palabras.

—Debes de estar jodiendo, te leí dos párrafos completos —contesto con molestia masajeando el puente de su nariz, su vista se fijó intensamente en ti ideando alguna forma de hacerte entender, pero luego se detuvo a ver el escote que dejaba ver tu sostén debajo de esa larga playera, lo bien que se veían tus torneadas piernas y la inocente mirada que le regalabas con tus mejillas naturalmente teñidas en carmesí.

—Como te dije, no me interesa esto, no deberías perder tu tiempo —le aclaraste tratando de sonar lo menos grosera que pudiste pero no te contesto y se volvió a sentar en tu escritorio. —Ven aquí, tengo una idea —susurro palmeando su regazo, un nudo de nervios se instalo en tu estómago pero trataste de ocultarlo caminando lentamente hacia él, jalo de tu muñeca firmemente e hizo sentarte sobre él con tu espalda contra su torso.

—Vas a volver a leer esto y al final me dirás qué entendiste —, tomo el libro y lo puso frente a ti. Sus manos masajeron tus costados apretando suavemente tus pechos, no hacia falta decir que tus bragas ya se encontraban húmedas y tú interior palpitando en placer.

Empezaste a leer pero no te encontrabas ni siquiera en la cuarta palabra cuando una de sus manos se posó debajo de tu sostén pellizcando tus sensibles pezones, suspiraste y seguiste tratando de retener la información. El primer párrafo había terminado y su mano libre se deslizó acariciando el interior de tus muslos peligrosamente cerca de tu zona.

Te removiste ansiosamente sintiendo su dura erección contra tu trasero haciéndote soltar un gemido, tu mente quedó en blanco cuando su dedo delineó tu clítoris sobre la húmeda tela y solo lo escuchaste reír mientras envolvía su brazo alrededor de tu cintura, —sigue leyendo —ordeno besando tu cuello dejando marcas rojizas.

Las palabras salían entrecortadas, tus caderas se movían sobre él buscando algún tipo de alivio al ardiente placer que se deslizaba poco a poco por todo tu cuerpo, hasta que hizo a un lado tus bragas entrando en contacto con tu goteante núcleo. Su dedo índice masajeo tu pequeña perla con la presión suficiente para hacerte soltar un largo gemido de su nombre.

—Vamos princesa solo falta una línea para que acabes —, volviste a fijar tu atención al libro pero no podías entender nada cuando dos de sus dedos te penetraron lentamente.

Tus manos se hicieron puños sobre la mesa, las palabras perdían sentido y con un último suspiro terminaste de leer. —Buena chica, ahora lo más importante, ¿qué entendiste? —pregunto burlonamente aumentando la velocidad con la que sus dedos abusaban de tu apretado coño, gemiste incontrolablemente cuando su pulgar acarició tu clítoris nuevamente y todo comenzó a nublarse.

Sus movimientos se detuvieron cuando sintió tu orgasmo cerca, llevando sus dedos hasta su boca saboreando tu esencia,  —contesta —, trataste de acomodar tus pensamientos pero nada parecía hacerte recordar absolutamente nada.

—No te preocupes, tenemos toda la tarde —dijo acariciando tu mejilla, volteaste nuevamente a ver el libro escuchando como desabrochaba su cinturón y bajaba el cierre de su pantalón, —solo quiero escuchar tu voz leyendo, ningún otro ruido —siseo antes de enterrarse en ti.

Tus ojos rodaron detrás de tus párpados y tú boca se abrió en un gemido silencioso, sus manos se mantenían en tus caderas regresando su atención a tu hinchado clítoris. Podía sentir como tus paredes se apretaban sobre su miembro y tus fluidos cubrían tus muslos, sabía que volverías a fallar así que comenzó a alzar sus caderas hasta encontrar un ritmo que lo hizo gemir en tu oído.

—Por favor Yangyang, por favor —dijiste una vez terminaste nuevamente de leer sin seguir entendiendo una mierda, —chicas como tú no reciben lo que quieren, hasta que me contestes lo obtendrás.

Dejaste caer tu cabeza en su hombro mientras seguía embistiendo en tu interior, las palabras comenzaron a acomodarse en tu mente y le contestaste temblorosamente sobre el libro de filosofía. Soltaste un grito ahogado cuando te tomo debajo de tus  rodillas y se paro comenzando a golpear una y otra vez.

—Puedes correrte —siseo sintiendo tus paredes enroscarse en su polla deshaciéndote en agudos gemidos que lo mandaron a su propia liberación llenándote con su semilla.

—Buena chica —suspiro antes de salir de ti y tenderte delicadamente en el colchón, te limpio y comenzó a arreglarse, despidiéndose prometiendo venir a estudiar más seguido.

𓈈𑁍𓈈
Holaa, perdón si ha quedado muy largo y de cringe 😔.
Pero espero les haya gustado 🤎