𝐷𝑜𝑦𝑜𝑢𝑛𝑔﹅

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Los rayos de sol se colaban por las persianas abiertas golpeando en tu rostro haciéndote soltar un gruñido por la molestia de estos, con todas las intenciones de seguir durmiendo cómodamente te levantaste a cerrarlas pero tu atención quedó fija en la ventana de enfrente, más precisamente en la silueta que se encontraba detrás de esta.

Los músculos de su espalda se contraían deliciosamente, la pálida piel se encontraba húmeda por el sudor y podías apreciar perfectamente como mordía su labio cada vez que subía la pesa.

Un fuerte latido de placer se instalo en tu ingle y por más que te obligaste a alejar tu vista de ahí solo terminaste por sentir la humedad resbalar en tus bragas cuando Doyoung poso sus ojos en ti con una sonrisa coqueta, bastante avergonzada y excitada regresaste a tu cama.

"Joder, ni siquiera voy a poder volver a dormir" maldeciste internamente tirando a un lado todas las cobijas, porque después de todo ni siquiera cerraste las persianas y no sabías si era el sol o tus hormonas las cuales te hicieron sentir un calor insoportable.

No era nada nuevo que fantasearas con tu vecino y tampoco que lo hayas encontrado escondido entre las cortinas admirando como pasabas la toalla por tu cuerpo después de una ducha.

Así que mandando tu poca cordura a la mierda, bajaste de un tirón tu short y bragas. Abriendo las piernas tus manos se deslizaron lentamente por tus pechos hasta tu húmeda zona donde masajeaste tu clítoris con fuertes gemidos saliendo de tus labios.

Tu mente se encontró rápidamente imaginando todos los escenarios posibles en dónde Doyoung te mantenía temblabando de placer y con esa imagen dos de tus dedos bajaron jugando con tus fluidos hasta sumergirse dentro de ti, no tardaste mucho tiempo en crear un ritmo rápido causando un chapoteo mientras seguías gimiendo incontrolablemente.

Desde el otro lado de la acera, pegado al marco de la ventana, el sudoroso chico restregaba su prominente erección con la palma de su mano, no podía creer aún lo que estaba viendo y deseaba con todas sus fuerzas que no fuera otro de sus húmedos sueños que lo despertaban en la madrugada gruñendo desesperadamente tu nombre.

Decidiste hincarte en el colchón poniendo una almohada debajo de ti para empezar a restregarte en esta, tus ojos estaban firmemente cerrados mientras tus dedos pellizcaban tus pezones por encima de la delgada tela de tu camisa. Con tu cabeza dando vueltas por el placer abriste tus párpados encontrándote con la intensa mirada de Doyoung en ti.

Paraste inmediatamente pero tú vista descendió hasta su mano moviéndose salvajemente dentro de sus pantalones, inconcientemente tus caderas volvieron a moverse mientras sus miradas seguían en una electrizante conexión.

Bajo sus pantalones haciendo chocar su gran miembro contra su abdomen mientras se acercaba un poco mas al gran ventanal, con un brazo apoyando su frente en el cristal empañado por su respiración siguió masajeando su pene desde la base hasta la rojiza punta.

No supieron cuánto tiempo pudo haber pasado pero rogaban para que el caliente encuentro no acabará nunca, estabas segura que podía escuchar perfectamente tus gemidos y no te equivocaste porque cuando escucho su nombre a lo lejos no dudo en tomar rápidamente una sudadera que descansaba en la silla para salir corriendo hacia tu casa.

Algo aturdida por lo que estaba pasando bajaste para abrir la puerta y encontrarte con sus obscuros ojos escaneando tu figura hasta estampar sus labios con los tuyos.

Eres una niña mala —siseo sobre tu cuello mientras sus manos creaban un ardiente recorrido desde tus pechos hasta la curva de tu trasero.

Jadeaste su nombre y tomando un poco de coraje lo aventaste al sillón más cercano y te subiste sobre él, —tal vez debas castigarme, papi —dijiste sensualmente moviendo en círculos tus caderas mojando su ropa por tu humedad.

Con en sonido de la rasgadura dejo el trozo de tu camisa tirada en algún rincón de la sala, —no sabes en lo que te estás metiendo —dijo sobre tus labios antes de cambiar de posiciones y dejarte debajo de él.

Cuando menos lo esperaste su lengua se encontraba lamiendo suavemente tus pliegues y su nariz rozando perfectamente tu manojo de nervios te envío casi inmediatamente al clímax.

Aun no cariño —susurro con su mano estampándose contra tu zona, chillaste de placer sabiendo que probablemente al día siguiente no podrías ni siquiera caminar.

—Aun no cariño —susurro con su mano estampándose contra tu zona, chillaste de placer sabiendo que probablemente al día siguiente no podrías ni siquiera caminar

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Me dió un poco de cringe cuando lo estaba escribiendo, pero x somos chavos ツ

Espero les haya gustado.
🍒 ✨

𝐍𝐂𝐓 | STUFF -editandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora