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Pov. Omnisciente
Un Mexicano iba por las calles de California con su guitarra hacia el hospital donde estaba el americano, no podría hacerle una serenata con sus mariachis, pero si una linda y hermosa canción para el.
Llegó al hospital y fue donde estaba la recepcionista para que le diga cual era la habitación de el americano y le indicaron como ir a la habitación.
El mexicano ya estaba en la habitación del americano, el americano estaba mirando al techo y no tenía sus lentes, así que podía ver esos ojos tan hermosos un celeste como el diamante y el otro un rojo como el Rubí, "Es perfecto" Pensó el mexicano que se estaba acercando a la cama del norteamericano.
—¡Hey! USA, te preparé una canción~ te la iba a cantar en tu ventana pero como quedaste aquí—Dijo el mexicano con una sonrisa y un leve sonrojo al ver que el americano soltaba una pequeña risa.
—Quisiera escuchar... —Dijo el anglosajón mirando al mexicano con una sonrisa, este solo asintió y preparó su guitarra.
—Aquí te va eh, si no te gusta no me culpes que yo cantó como los dioses—Dijo el mexicano para luego reírse los dos juntos.
El mexicano se puso en posición para tocar y empezó.
—Somos cómplices los dos~— Empezó su cantar el mexicano mientras tocaba su guitarra, los ojos de el americano tenían brillo de la emoción, el mexicano cantaba bien.
—Al menos sé que huyo porque amo~—Cantó el mexicano mirando de reojo a el americano con un leve sonrojo.
—Necesito distensión~—Miro de vuelta su guitarra—Estar así despierto~—Miró por completo al americano, quien le sonrió.
—Es un delirio de condenados~—Le dió una sonrisa a él americano con un leve sonrojo, el americano se sonrojo, pero su sonrojo era casi invisible.
El mexicano dejó de cantar para seguir tocando la guitarra, América miro con una sonrisa de oreja a oreja, su sonrojo ahora si se podía notar un poco.
——Como un efecto residual~—Volvió a cantar, "Perfecto" Pensaba el americano, amaba esa canción y le encantaba que la canten bien.
—Yo siempre tomaré el desvío~—Pero,era el, ¿O parecía una indirecta?.
—Tus ojos nunca mentirán~—Cantó el mexicano mirando a los ojos del americano.
—Pero ese ruido blanco~— Cantó rodando los ojos.
—Es una alarma en mis oídos~—Dijo el mexicano acordándose de la voz del americano, dio una leve sonrisa.
—No seas tan cruel~—Dijo el mexicano mirando fijamente a América, el recién nombrado se puso nervioso por la mirada fija del mexicano.
—No busques más pretextos~—Dijo el mexicano mientras le sonreía al americano, quien se sonrojo un poco más.
—No seas tan cruel~—Dijo el mexicano satisfecho al ver el sonrojo del americano.
—Siempre seremos prófugos~—Dijo acercándose al Americano— los dos~—Se alejó lentamente del americano.
—No tenemos donde ir~—Cantó el americano sorprendiendo al mexicano, pero solo siguió tocando la guitarra.
—Somos como un área devastada—Cantó el americano mientras se sentaba cómo indio.
—Carreteras sin sentido~—Cantó el Mexicano quien se volvió a acercarse un poco al americano.
—Religiones sin motivo~—Dijo el americano alejándose un poco del mexicano, ya que se puso un poco nervioso.
—Como podremos sobrevivir~—Dijo el mexicano acercándose mucho más al americano, quien se sonrojo por lo cerca que estaban, el no era de esas personas que tenía cerca a alguien.
—No seas tan cruel~—Dijieron los dos al mismo tiempo con una sonrisa, el americano alejándose y el mexicano acercándose.
—No busques más pretextos~—Dijieron los dos al mismo tiempo, pero esta vez el mexicano alzó un poco más la voz acercando su cara a la del americano, quien se estaba poniendo muy nervioso.
—No seas tan cruel~—Dijo esta vez un poco más alto el americano que el mexicano, vayas indirectas ¿no? Bueno algo así...
—Siempre seremos prófugos los dos~—Cantaban a todo pulmón, el americano amaba la canción y el mexicano solo le gustaba la cercanía que tenían.
—no seas tan cruel~—Cantó más fuerte el mexicano.
—No busques más pretextos~—Cantó más fuerte el americano, quien no se daba cuenta que el mexicano se iba acercando más y más.
—No seas tan cruel~—Cantaron más fuerte —Ooohh~—Cantaban mientras que el americano se reía, el mexicano lo miraba fijo en una parte específica.
—Siempre seremos prófugos~—El americano tenía una voz increíble y el mexicano tocaba genial la guitarra, el dúo perfecto.
—Siempre seremos prófugos~—El mexicano sonreía por su cercanía y el americano ni cuenta, a veces es un problema vivir el las nubes.
—Siempre seremos—Dijieron juntos y el mexicano paro de tocar, para luego agarrar las mejillas de el americano quien se sorprendió y miro para otro lado sonriendo nervioso.
La puerta se abrió dejando ver a su salvador.
—¿Сіз Мексикамен не істеп жатырсыз?[¿Que estas haciendo México?]—Dijo su Salvador...
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