Llevaba casi un mes de gira sin ver a ____. Por motivos de su trabajo, ella había vuelto a casa antes de tiempo, pero le entendía.
Le había pedido que me fuera a buscar al aeropuerto, pero dijo que debía ayudar a su madre y que en la noche nos veríamos. No quise cuestionar nada y solo abstuve de acuerdo.
Le echaba de menos y me aterra que ella no a mí, me da miedo perderle y que se aburra de mí; de mis fans odiándola sin ningún motivo aparente, de los paparazzis persiguiéndonos por donde sea, de los comentarios sobre su apariencia afirmando que algún ex es más lindo que ella, me da miedo que se aburra de mi alrededor que, finalmente, soy yo.
Mi chofer se detuvo fuera de casa y me bajé para entrar. Me extrañó ver su auto estacionado fuera, supuse que ya había llegado. Pero al entrar estaban todas las luces apagadas.
Las encendí y me encontré con mi familia, amigos y ella, con una tarta en sus manos.
–Bienvenida a casa, cariño. Me sonrío y le sonreí también.
La tarta tenía escrito "Gracias por volver y no abandonarnos".
Todos mis amigos me abrazaron y luego abracé a mi familia. Iba a abrazar a ___, pero desapareció. Suspiré y me senté rendida en el sofá de nuestra sala.
Mi teléfono vibró, un mensaje me había llegado.
Era ____.
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Sonreí y me excusé con que debía ir al baño.
Entré y observé a ____ con un ramo de flores, muy lindas por cierto.
–Perdón por haberte mentido antes. No fui a ver a mi madre, sólo quería prepararte esto.
Hablaba de las velas y pétalos de rosas esparcidos por todo el lugar.
–La verdad es que, te he extrañado tanto y quise sorprenderte.
Solté un suspiro. Ella no estaba harta de mí.
–____... Yo también te extrañé, te quiero tanto –mis ojos se humedecieron y fui directo a sus brazos escondiendo mi rostro en su cuello.
