Looney Tunes // One-Shots

Segunda Parte

Lucas estaba en su camerino junto a sus asistentes que le estaban ayudando a ajustar una parte del traje que se había aflojado. Luego de que escucho al otro pato, de inmediato salió corriendo a su propio camerino pero en el trayecto su careta y túnica se fueron de lado; afortunadamente nadie lo vio, pero aun persistía la duda en Lucas ¿por qué ese disléxico estaba ahí? de verdad le intrigaba a la vez que le molestaba. Él y Donal nunca tuvieron la mejor de las relaciones, de hecho casi se podría decir que se odiaban, y digo casi porque a pesar de todo había cierto profesionalismo y respeto con los trabajos que hacia cada quien. Pero bueno, a veces eso no era suficiente para tragarse los insultos y el orgullo cuando el otro comentaba algo sobre su persona de forma poco amigable, y más cuando se trataba de los dos personajes más explosivos y poco tolerantes de la pantalla.

Si no fuera porque vio al pato blanco hace unos días en una situación bastante incomoda, ni siquiera le importaría lo que ese disléxico estuviese haciendo ahí. Y nunca lo admitiría pero le preocupaba un poco.

"FLASH BACK"

Lucas iba llegando a un pequeño bar en el centro; le gustaba ir ahí de vez en cuando para desahogarse de un largo día de trabajo donde tenía que convivir muy de cerca con el conejo gris y era perfecto ya que solo era para caricaturas de alto rango como él, se llamaba " The red cape". Lucas solo esperaba pasar un tranquilo momento sin que nadie lo molestase, pero muy pocas veces las cosas salían como quería, y el desastre de esa vez fue Donald. Estaba sentado en una mesa alejada de las demás y estaba llorando, pero no era su típico llanto cómico o dramático, era un llanto realmente lastimero y triste. De a ver sido cualquiera de los otros se abría burlado de él pero no así. Algo realmente malo había pasado.

Estuvo indeciso pero finalmente se acerco a él, "maldito corazón".

- Oye ¿estas bien?

Donald se tensó y trato de quitarse las lagrimas del rostro pero parecía que solo salían más, solo se limito a responderle con voz entrecortada y enojada pues sabía de quien se trataba.

- ¿Qué quieres?

- Oye tranquilo, no vengo a molestar.- Dijo con tono medio molesto.

- No estoy de humor para hablar con nadie y menos contigo.

A Lucas se le hizo extraño que podía entender mejor al pato cuando estaba triste que cunado no, tal vez porque hablaba más despacio, de cualquier forma la paciencia de Lucas se estaba agotando muy rápido, quería insultarlo pero no pudo por dos razones. La primera fue que podía notar lo borracho y destrozado que estaba Donald y la segunda fue que en la mesa donde estaban, estaba esparcidas varias cosas incluyendo cigarrillos, botellas rotas con un poco de sangre y una foto arrugada de Daisy y otra de Mickey. Eso no pintaba para nada bien. De inmediato comenzó a analizar el cuerpo del menor y noto que su mano derecha, que sostenía un baso con vodka, estaba sangrando.

- ¿Pero que rayos te hiciste, idiota?- Tomó su mano herida, apartándolo del licor, para luego tratar de limpiar la sangre con un pedazo de tela que se arranco de su camisa.

Donald trato de quitarlo pero estaba demasiado borracho y mareado para ofrecer lucha así que solo se dejo arrastrar al baño del bar, donde Lucas le comenzó a limpiar la herida, aunque para eso tubo que ayudar al otro para subir al lavabo y sentarlo.

- Ya déjame en paz, maldito pato de quinta.

Lucas hizo como que no escucho eso y prosiguió a envolver la mano herida con la tela y una vez acabado, enderezo al otro para que le explicara lo que estaba pasando con él y por qué se había herido. Donald le respondió entre balbuceos pero lo suficientemente entendible para Lucas.