Mi Vida No Puede Ser Mas Errónea

7: La vida de los atletas, resplandecía sin igual

Esa misma tarde en el campo de Soccer.

La refrescante brisa de la primavera resaltaba a estas horas del día en la escuela. Acariciando nuestros rostros con delicadeza, y alborotado nuestros cabellos, sobretodo el mío... no sé que clase de afecto le tendrá, era molesto.

Aparentemente, la estación se llamaba así por ser un nuevo comienzo para muchos, con el inicio del año, y apenas el solsticio que ocurrió hace unas semanas. Tampoco es que fuese muy conocido del tema, solo tenía una ligera idea de las estaciones, y consideraba esta mi favorita.

Pues también los animes de esta temporada no solían decepcionar. ¡¡¡La parte 2 de la segunda temporada de Re:zero!!!! Espera no, eso fue en invierno, no dije nada.

Aunque la verdad, eso no era lo principal en este instante.

-¡Esto es absurdo!

-¡Es cosa de entrenamiento, Kimura! Jajajajajajaja.

Amano me respondió con total soberbia, a toda velocidad en frente de mí. Yo estaba a unos pasos por detrás haciendo lo posible para alcanzarla, pero esta chica no parecía humana en lo absoluto.

No me sorprendía que fuese mas atlética que yo, estaba claro desde que la conocí. Sino que esta poseía una increíble habilidad en sus piernas y pies que le permitían moderar tanto su velocidad e inercia del balón al mismo tiempo, impidiendo que por mas intentara, jamás llegara un instante de que pudiera arrebatarle el balón.

Gracias por añadir otro sueño imposible a mi lista, sin darme oportunidad de tenerlo... lloraré esta noche.

-¡Lo tengo Kimu, voy a... Ahhhh!- Amaori avisó antes de tiempo, perdiendo el aliento ante el balón pasando entre sus piernas y la encadenada maniobra que Amano usó para cruzarla de lado sin perder velocidad -¡¿Cómo?! ¡¿Ahh?!

-Ya ves....- sonreí con sarcasmo esperando calmarla, no esperando dar resultado. No es tu culpa tranquila, los deportistas solo son inalcanzables para nosotros.

No habían pasado mas de cinco minutos desde que terminamos las flexiones encomendadas por Fukui, con Kuromatsu acabó destrozado, estando recostado en un banco cerca de la cancha. Dejándonos a mí y Amaori enfrentando a la solitaria Amano. ¡Y no quiero dejarla ganar, el solitario aquí soy yo! ¡no robaras mi título!

Fukui por otro lado, se fué a buscar algo, o eso nos había dicho. Por lo que nosotros dos estabamos estancados jugando contra Amano en lo que tardaba.

...

-¿Cómo se sienten?

-Todo bien Koe, puedo continuar- Amaori se sentó unos segundos, estirando sus piernas.

-Bien, supongo...- seguí respirando de forma profunda tratando de calmar mi cansancio.

-Con los pies algo adoloridos, pero todo ok- Amano contestó alzando un pulgar. Sudé frío ante el gesto que ignoraba lo que dijo al inicio.

-De acuerdo- fue todo lo que dijo antes de irse del campo, asegurando que volvería en un rato.

...

Un poco mas de comunicación no le haría daño a la chica.... no tenía la mas mínima idea de a donde carajos fué.

Igual dudo escapara de nosotros y la petición, siendo ella, habría planeado algo menos predecible.

Al llegar a cierta distancia Amano dió media vuelta y nos miró, sonriendo con picardía y rebotando el balón con la punta de sus pies, como si hiciera malabares -¡Esto es divertido!