Entrevistas a los personajes de Yu-Gi-Oh! Duel Monsters

Pegasus J. Crawford

Se acabó mi tranquilidad, pues ahora toca entrevistar a los villanos. El primero es Pegasus.

La puerta de mi sala se abre y se cuela un humo rosado con un olor indefinible. Pienso que el estudio se está quemando, pero pronto entra un conejo de peluche de aspecto caricaturesco seguido de mi invitado.

—Por Kami-sama, Pegasus. ¿Siempre tienes que ser tan dramático? —protesto molesta, tosiendo a causa del humo.

—Si esa es la primera pregunta, responderé: es parte de mi personalidad —dice Pegasus, sentándose en la butaca con las piernas cruzadas.

—Bueno, si ya diste comienzo tú solo, siguiente pregunta —Me acomodo en mi asiento y respiro aliviada cuando el humo se disipa—. ¿Sigues teniendo asociación con la Corporación Kaiba?

—¡Por supuesto que sí! No podemos dejar que unas pequeñas diferencias personales perjudiquen los negocios.

—Yo no llamaría a capturar las almas de los hermanos Kaiba y tratar de apoderarse de la empresa "pequeñas diferencias personales", pero bueno. Entre capitalistas se entenderán.

—Kaiba-boy sabe que me necesita. Después de todo, a él le fascina el Duelo de Monstruos y yo soy su creador.

—Pegasus, ¿conocías acerca de la existencia del faraón?

—Por mis viajes, yo sabía que un poderoso faraón había sellado la magia antigua de lo que entonces se conocía como Juegos de las Sombras. Pero no estaba enterado de que era el espíritu que habitaba el Rompecabezas del Milenio.

—¿Qué sentiste cuando Yami Bakura te arrancó el Ojo del Milenio?

—Mucho dolor, casi muero desangrado. Ese tipo me hizo trampa al aprovecharse de mi cansancio mental por mi anterior Juego de las Sombras contra Yūgi.

—Pero tú hiciste trampa al leerles la mente a tus adversarios, así que el karma te jode. Hablando del Juego de las Sombras, ¿por qué no recibiste ningún penalty game por perder?

—Mis Juegos de las Sombras no conllevaban en sí ningún penalty game. No tenía el control suficiente sobre ellos como para hacer eso.

—¿De qué murió Cyndia?

Su mirada se cubre de un velo de tristeza y habla en un tono melancólica.

—Mi amada Cyndia falleció debido a una enfermedad muy rara... Ahora ni siquiera recuerdo cómo se llamaba.

—¿No crees que, si mueres, podrás reunirte con ella en la otra vida?

—Mantego esa esperanza.

—Si no hubiera muerto, ¿habrías viajado a Egipto y recreado el Duelo de Monstruos de todos modos?

—Yo creo que sí. Después de todo, ese era mi destino.

—¿Has considerado la idea de volver a casarte?

—¡Jamás! Cyndia siempre será la única.

—Hablando de cosas más alegres, ¿por qué te gustan las caricaturas?

—¡Porque son fascinantes! Tan divertidas y tiernas, ¿no te parece?

—No realmente. ¿Crees que la tecnología de Kaiba ha revolucionado el Duelo de Monstruos?

—Absolutamente.

—Se ve que tu familia siempre fue muy rica e importante. ¿A qué se dedicaban?

—A la industria de los juegos tradicionales, pero también eran artistas e intelectuales.

—¿Qué te echas en el pelo para que siempre se te vea tan brillante?

—¡Es porque yo siempre brillo con luz propia de forma natural!