c5: remember

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"¡Disparan, eh, disparan, disparan!"

"Abatido, abatido"

"Tengo a Manolo, tengo a Manolo"

"Iros pa'l norte... pa' paleto, pa' paleto"

—¡Gustabo! —Escucha a lo lejos una voz.

Desde el día anterior no había podido dejar de pensar en el día del rescate de Manolo, ni siquiera sabía que lo había hecho, era como si su mente hubiese desbloqueado ese recuerdo al pasar por aquel puente en donde ocurrió todo. Aunque ya no se sorprendía de las cosas que pudo hacer Pogo, se preguntaba cómo no había podido recordar eso, cómo pudo haberle reprimido ese recuerdo y más aún, se preguntaba cuantos recuerdos tenía en su mente y no podía recordar.

Matthew colocó su mano sobre la de Gustabo, parando así que el rubio continuará golpeando la mesa con el bolígrafo. Gustabo giró a ver al alumno, quien tenía su vista fija en él y su ceño levemente fruncido.

—¿Está bien? —preguntó. En su tono de voz el rubio podía notar algo de preocupación y eso le era extraño, normalmente el castaño le hablaba con miedo.

—Si, estoy bien. —respondió apartando su mano y su mirada del joven.

El alumno se alejó y comenzó a caminar a la puerta.

—¿Quiere que vaya por agua o algún café? En la cafetería venden un mocca muy bueno y...

—¡No! —lo interrumpió . El ceño de Matthew se frunció aún más. —Digo, —Se aclaró la garganta antes de hablar. Lo tienes controlado, Gustabo. —Si, eh... agua está bien.

—Ehm... de acuerdo, vuelvo ahora. —El alumno salió de la sala.

Gustabo buscó entre sus bolsillos hasta dar con el bote de pastillas, Lo observo en su mano y lo dejo sobre la mesa. Frotó su rostro con sus manos y echó su cabeza para atrás.

¡Tengo a Manolo! ¡Tengo a Manolo!

¿En que momento se apoderó de él? ¿Cómo no pudo darse cuenta antes de que algo andaba mal? Como sea, no podía dejar que pasará otra vez, ahora todo sería diferente, lo tenía controlado. Las pastillas le ayudaban y no dejaba que el estrés llegara tan lejos. Ahora todo estaría bien, resolverían el caso y volverían a su ciudad nuevamente para seguir con sus vidas. Todo sencillo.

—Cinco y treinta de la mañana, por lo visto alguien por acá es madrugador. —La voz de Robert viajó a través de sus oídos, haciendo que recobrara su postura.

Observo al comisario encender la tv y conectar un pequeño USB que saco de su bolsillo trasero, y que trasero... giró a verlo y agradeció el llevar sus gafas de sol o lo hubiese atrapado observándolo.

—Normalmente suelo ser él que llega más tarde. —dijo tomando el bote de pastillas y guardándolo en su bolsillo, seguido por la mirada del comisario. —Por cierto, el niño fue a buscarme agua. Lo digo para que no le eche la bronca por no estar conmigo.

—Lo sé, me crucé con él en el pasillo. —Robert giró nuevamente hacia un archivadlos y abrió la primera gaveta para comenzar a rebuscar en ella. —Y dime, —Gustabo arqueo una ceja mientras seguía cada movimiento del comisario, de vez en cuando dándole una mirada a su trasero. Muy firme. —Sí no eres de los que se levanta temprano, ¿Qué haces aquí?

—No podía dormir y mi mente no paraba de dar vueltas, así que salí a despejarla. —Colocó sus brazos tras su nuca y se recostó en la silla observando al hombre frente a él.

Ese hombre le llamaba demasiado la atención, no sabía en realidad el qué, pero había algo que le hacía querer molestarlo siempre y ahora le gustaba verlo, tenía un buen físico y un buen trasero. Se preguntaba cómo no había podido notarlo el día anterior. Quizás estos pantalones le quedan más ajustados. Pensó.

Back To The Past // VolkacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora