Back To The Past // Volkacio

c10: lonely

—No, yo no subo. —dice Freddy al ver a los hermanos subir al helicóptero.

—¿Por qué no? —Horacio se coloca sus protectores en cuanto sube al asiento de copiloto.

"Aún quiero vivir." Piensa el castaño.

—Yo intentaré comunicarme con Conway y el comisario Robert. Iré luego con ellos. —"Si no les da un infarto antes." Pensó.

Ninguno de los dos les había cogido el móvil, por lo que ambos hermanos decidieron tomar el helicóptero de la policía prestado, e ir a investigar sus sospechas por su cuenta.

—Está bien. —Horacio cierra su puerta y Gustabo comienza a elevar el helicóptero.

Ambos se sumieron en silencio, volver a esa isla o a sus alrededores les traía recuerdos desagradables a ambos, el como estuvieron al borde de la muerte, la impotencia de no poder hacer nada para salvarse el uno al otro, solo dejar que los hombres enmascarados jugaran con ellos.

—Mira cada rincón de cada isla. —dice Horacio mientras se acercan a la costa.

Podían observar la casa abandonada que se encontraba cerca del faro, los recuerdos de cuando tuvieron que rescatar a Conway inundaron sus mentes, el rubio también recordó cómo luego de eso les echaron la bronca y trataron como delincuentes.

—No puedo ver nada. Baja un poco. —pide Horacio.

No había nada.

Ni siquiera alguna muestra de que alguien estuvo en ese lugar, de hecho parecía que nadie había pisado ese terreno en muchos años.

Horacio golpea el tablero del helicóptero trayendo de vuelta a Gustabo, quien seguía con su mente en otro lugar.

—¿Qué tal si nos equivocamos? ¿Y si lo tienen en algún alcantarillado y nosotros estamos perdiendo el tiempo por el cielo?

—Puede ser una posibilidad. —responde el rubio con tranquilidad.

—¡¿Cómo puedes estar tan tranquilo cuando un agente está desaparecido?!

No hubo respuesta.

Desde que subieron al helicóptero la actitud del rubio había cambiado por completo.

Ambos siguieron en su búsqueda.

Cada segundo que pasaba era una tortura para Horacio, nunca había pensado en Los Santos como una ciudad tan grande como lo piensa ahora.

Solo tenía dos días en la ciudad, pero sentía que con cada día que pasaba, se ahogaba en el mar debajo de él.

Dos días: Dos QRR y un accidente.

No sabía como iba a poder soportar los días que les faltaban. Pero si él está al borde del colapso, ¿cómo puede estar su hermano?

Voltea a ver a Gustabo, quien sigue con su semblante tranquilo, como si solo estuviera practicando pilotar el helicóptero y la vida de un agente estuviera en peligro.

¿Debía decir algo? ¿Gustabo realmente estaba bien?

—Ahí están. —La voz del rubio lo toma por sorpresa que ni siquiera puede procesar las palabras. Solo gira a ver hacia donde está señalando.