Capítulo #9

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Narra Fu.

Pasaron varias semanas desde que Black y yo somos relativamente pareja. Nos la hemos pasado muy bien juntos. Me ha alegrado demasiado la vida, tanto que ya no me importaba que Cumber me gritara o haga otras cosas, solo lo dejaba de lado, hacía lo que quisiera y listo.

Hoy estuve haciendo el desayuno, hice unos hot-cakes en forma de corazón, sirviéndolos a mi pareja y luego yendo a limpiar la cocina.

Cumber: te noto demasiado extraño...¿algo tramas?.

Fu: nada, solo estoy feliz. —di varios giros—

Cumber: por su puesto... —se quedó pensando— envenenaste el desayuno, ¡¿verdad?!.

Fu: no seas tontito y come, iré por unas cosas, ya regreso.

Me fui de la casa de forma rápida, caminando hasta la casa de Black, tocando la puerta.

Black: —abre la puerta— mi uvita, ya quería verte. —me da un beso en los labios—

Fu: jeje, también te quería ver. —lo abracé—

Black: ¿cómo hiciste para que te dejen venir?.

Fu: solo usé la excusa de siempre.

Black: jeje, que atrevido...ah, mira, te traje esto. —tomó algo y me lo enseña— una rosa, para otra rosa.

Me dio un ramo de rosas rojas, la tomé con sus manos y las veía mejor. Sonreí alegremente y mis mejillas se pusieron de color rojo.

Fu: no tenías que hacer esto.

Black: lo hago por ti, la persona más especial de todas.

Fu: aww. —le tomé la mano— hagamos algo más, tengo tiempo.

Black: claro, vayamos. —sale de la casa y cierra la puerta—

Esta vez fuimos al campo, para disfrutar de la bella vista de la naturaleza.

Black: espero que podamos estar juntos mucho más tiempo. —me toma la mano— ser...mucho más de lo que somos ahora.

Fu: jeje, creeme, también quisiera, pero por ahora no, ya sabes la razón.

Black: entiendo...podría esperar años solo para pasar la eternidad contigo. —me da un besito en los labios—

Fu: eres muy lindo... —le di un abrazo y cerré mis ojos—

De nuevo me llegaron mensajes de mi esposo, los leí y decían que tenía que volver a casa, que era una emergencia. Empecé a preocuparme, quizás le sucedió algo. Me levanté, le di las rosas a Black, me despedí de él y fui de regreso a mi casa.

Sabía que Black me seguía por detrás, escuchaba sus pasos desde lejos.
En poco tiempo, llegué a mi casa y entré.
Noté que Cumber estaba sentado en el sillón, con los brazos cruzados y sosteniendo algo en sus manos.

Cumber: ...siéntate, tenemos que hablar de algo...

Fu: claro... —hice lo que me pidió— ¿sucedió algo?.

Cumber: —se levanta y se pone frente a mí— escucha, un informante anónimo...me entregó esto. —me da un sobre—

Lo tomé y abrí el sobre, sacando lo que había adentro. Lo que ví me dejó sorprendido, además que me empecé a asustar.
Eran fotos en las que Black y yo estábamos juntos, foto tras foto, mostrando nuestra unión.

Cumber: explícame eso... —dice serio—

Fu: b-bueno... —no se me ocurría nada—

Cumber: yo sabía que ya éramos unidos...pero serme infiel...no se perdona. —abre un cajón—

Fu: mm...lo siento, me hacía falta cariño...que me escuchen y apoyen...dejaste de amarme hace tiempo...

Escuché un sonido extraño, pero a la vez me estremecí.
Levanté la mirada y noté que Cumber tenía un arma de fuego en su mano.

Fu: ¿p-por qué tenías eso ahí?.

Cumber: será mejor que acabe con tu miserable existencia, y no te preocupes, iré por tu amante después.

Mi cuerpo temblaba, me levanté y corrí hacia la puerta, no pude abrirla, pues Cumber me tomó del cuello y me jaló, tirándome al suelo.

Fu: a-amor, piensa bien antes de actuar...solo podríamos pedir divor...

Me disparó en el brazo, interrumpiendo lo que iba a decirle.

Fu: ¡a-ahh!. —corrí hacia la puerta del patio— lo lamento, no volverá a pasar.

Cumber: ¡claro que ya no va a volver a pasar!. —toma un cuchillo y me lo lanza—

Fu: —lo recibí y caí al suelo— ¡por favor, lo siento, haré lo que quieras, pero no me mates!.

Gritaba con suplica y soltaba lágrimas, sentí otro disparo en la pierna. Intenté llegar a la perilla de la puerta, pero una bala me cayó en el hombro.
Cada vez me sentía débil, venía como la pared de manchaba con mi sangre.
Miré al contrario, pero este parecía que iba a terminar conmigo, no iba a detenerse así de fácil.

Fu: no pensé que esto acabaría de esta forma.

Cerré los ojos con fuerza, esperando mi muerte. Oí que la puerta de la casa se abrió de golpe. Después de eso, unos golpeteos en las paredes. Abrí los ojos y vi a Black dándole golpes a Cumber. Aunque éste no sintiera casi nada.

Cumber: —lo toma del cuello— tú eres el amante, mejor te mato primero, después con el estúpido con el que me casé.

Black: no lo creo...mastodonte! .

Se oyó un disparo desde afuera, atravesando una de las ventanas, a mi esposo le habían caído dardos tranquilizantes en el cuello y rostro. Parecían tranquilizantes fuertes, por que al cabo de unos segundos, cayó al suelo.

Black: —se me acerca— mira cómo te dejó, ya no vas a volver a esta casa.

Fu: g-gracias...ya sabe...que estamos juntos... —debilitado—

Black: mm, será mejor que te lleve al hospital cuanto antes. —me toma en brazos y me saca de la casa—

Continuará........

Espero que les haya gustado

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Espero que les haya gustado.

Nos leemos en la siguiente parte.

Chao.

Lágrimas del ayer (Blafu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora