Siempre Fuíste Mío (Kiribaku)

Confusión.

Un mes había transcurrido, cierto rubio estaba acostado boca arriba en su cama, no podía dormir, no podía sacarse de la cabeza a su ex mejor amigo, y todo por el incidente que había pasado en la mañana.

Momentos antes.

Kirishima tenía prisa, estaba llegando tarde, y no quería que la persona que lo esperaba se fuera, no se fijo quién había de frente, pero si se dió cuenta que iba a chocar con esa persona. "¡Cuidado!"  gritó antes de caer sobre esa persona.

Tenía los ojos cerrados, y al momento del impactó los abrió, sus ojos se abrieron más de lo que debería, la persona bajo él era el mismisimo Katsuki Bakugou, este lo miraba con molestia, sus caras estaban demasiado cerca, pero Kiri actuó de manera rápida y se levantó, "perdón" pronunció antes de seguir corriendo rumbo a su destino.

De regreso al presente

"Maldita seas Eijirou" susurró, lo había dejado en el piso, con un dolor de espalda, y completamente rojo, aunque no sabía si era molestia o.... no, no podría ser cualquier otra cosa. ¿Verdad?

Esa noche no pudo dormir a causa de la duda que le carcomía la cabeza. No podía estar enamorado de él, era imposible, era un chico. No era un marica. No lo era....

Al día siguiente llegó al salón con unas ojeras que se veían a kilometros, esa no había sido la única noche que no había dormido, estaba claro.

Se extrañó al llegar, porque a pesar de que era tarde no había llegado aquel pelirrojo, suspiró aliviado, no quería enfrentarsele aunque era obvio que no hablarían.

Sonó la campana que anunciaba el inicio de clases, y ahí lo vio, corriendo para entrar antes de que llegara el profe, había llegado feliz... más feliz que de costumbre, ¿dónde estaba y... con quién?