El tacto del frío vidrio sobre sus labios logró despistarla levemente, el olor a chocolate caliente y una taza de café se habían vuelto lo que más anhelaba desde la muerte de su esposo. Kim Hyunjin permitía que las yemas de sus dedos se quemaran tocando el vaso de porcelana, su vista vagaba por todos los ambientes de la casa, recorriendo cada pasillo hasta frenar en las grandes pinturas que reposaban colgadas sobre las paredes— ¿Está muy caliente, Hyun?— Jeon Heejin se sentó frente a ella con su semble fruncido en una mueca, las manos de la más pálida tocaban lentamente el blanco mantel que decoraba la mesa situada en el centro del salón principal.—Está perfecto, gracias— Hyunjin no poseía ninguna atracción a seguir conversando con la alfa, simplemente volvió a dar un largo trago a su chocolate caliente mientras miraba las pinturas.
—¿Qué es lo que tanto miras?
—Aquel cuadro— Señaló—, el de las dos musas danzantes— Específico—. Me sorprende la agilidad que tienen los artistas para crear ese tipo de obras.
Heejin suspiro frustrada— Unen las piezas, luego las pintan y por último las dan en una subasta— La tranquilidad del momento fue rota por las agrias palabras de la alfa—, es fácil y sencillo, ¿Qué tanto es lo que logra sorprenderte?— Escupió con desagrado.
—L-lamento haberte molestado— La omega se disculpo envuelta en el manto del miedo—, iré a mi habitación— Comentó tomando aún más fuerte la taza de chocolate caliente entre manos. De un rápido salto sus pies se encontraban moviéndose por todo el suelo en un intento de escapar del tenso ambiente, pero la alfa hacia acto de presencia interponiendose en su camino.
—¿No vas a despedirte, linda?— Kim trago en seco y se acercó a la mayor lentamente—. No me hagas esperar, acércate— Ordenó.
Hyunjin sintió como las palabras se quedaban atascadas en su garganta— A-adiós Heejin, s-suerte en su trabajó— Sus labios tocaron suavemente la pálida piel de la mejilla de su mayor, volteo sobre sus talones con intenciones de irse pero una mano agarrando su muñeca se lo impidió.
—Esa no es la forma de despedirte de mí, ¿o sí?— El agarre que Jeon sostenía en la muñeca de la omega fue aumentando la fuerza con el paso del tiempo, dejando su mano marcada en aquel lugar.
—M-me ésta lastimando— Susurró intentando de alejar la mano de su mayor con la suya. La alfa gruño acercando el cuerpo de la menor al suyo.
—Soltare tu muñeca cuando te despidas de la forma correcta.
En un suspiro, Kim agarro la mandíbula de la castaña y acercó sus labios a los de esta— Por favor, suelte mi muñeca— Pidió antes de unir sus labios en un salado beso debido a las lágrimas que caían como cascadas por sus orbes marrones.
—Ahora si— De un pequeño empujón, la omega quedó sentada sobre el suelo con toda su ropa manchada de chocolate mientras la alfa la miraba demandante con una sonrisa burlona dibujada sobre sus labios—. Vuelvo tarde, no me esperes— Habló sin siquiera ofrecerle ayuda a la menor, entre sus manos sostuvo las nuevas carpetas llenas de diseños gráficos para su trabajo.
La morocha no dijo nada y simplemente espero hasta el momento en el que Heejin cruzará la puerta de su casa, desapareciendo detrás de esta. Rápidamente rompió en un llanto interminable, Kim y Jeon habían sostenido una larga y amarga relación de tres años, y lo único bueno que había podido resaltar de su relación era pasar las solitarias tardes sin tener algún tipo de discusión con Heejin. Porque siempre que Jeon Heejin llegaba a la casa por la madrugada o en la tarde del día siguiente, su cuello era decorado de diferentes colores de labiales y sus manos sostenían una botella de algún whisky extravagante mientras que su cuerpo se balanceaba de un lado al otro por toda la casa, golpeandose contra las paredes en un intento de sostenerse y no caer.
Su teléfono resonó en toda la sala, deteniendo su llanto por algunos minutos; los cuales aprovecho para calmar su respiración. Sorbio su nariz mirando el techo y tallo sus hinchados ojos con la yema de sus dedos, se levantó del suelo con sus piernas aún temblando y lentamente se acercó hacia donde estaba el artefacto sonando ruidosamente. La pantalla de este daba a conocer el numero de su mejor amiga Choi Yerim, la alfa de cabellos castaños y aspectos infantiles.
—Hola Hyun— Exclamó la menor emocionada apenas la llamada fue contestada, lo único que pudo escucharse del otro lado de la linea fue un suspiro—, ¿Hyun?.
—Buenas noches Choerry— Saludo la omega mayor despistada, sus pensamientos la tenían aferrada al triste recuerdo de cuando Heejin verdaderamente se comportaba como la alfa alegre y amorosa que fue en su primer año como novias.
—Hyun, ¿Estás bien?— Choi preguntó.
—H-heejin— Susurró por lo bajo.
—¿Volvió a hacerlo?
—Si Choerry
—¡Iré a matarla!— Un grito fue el que sorprendió a Hyunjin—, ¡Hyejoo ten más cuidado!— La morocha alejo su oreja del teléfono y lo posicionó sobre la mesa.
—Lo lamento— Se escuchó una pequeña disculpa por parte de la omega—, tendré más cuidado en la próxima— El ruido de un beso se escuchó en el parlante del teléfono—. Iré a trabajar, suerte en tu noche.
—Lamento lo que escuchaste— Choerry dejo escapar un par de risas avergonzada.
—Está bien— La mayor negó con intenciones de que la castaña la viera, pero definitivamente su mano golpeó contra su frente debido al hecho de que no podía verla.
—¿Jeon esta en casa?
—No.
—Estoy yendo, no te muevas de donde te encuentras— La llamada finalizó y fue en ese entonces cuando la omega comprendió de que si Heejin llegaba borracha en la noche, algo malo podría sucederle a su compañera.
ESTÁS LEYENDO
[ √ ] Don't say | 2Jin
Random-No digas nada si verdaderamente no lo sientes. Kim Hyunjin una omega viuda y desdichada luego de la muerte de su esposo, se promete no volver a creer en las dulces palabras que cualquier otro alfa llegará a decirle. Pero Jeon Heejin llegó con un ra...