Comenzó el primer día de escuela, tenía que alistarme con el uniforme de niña, un falda, blusa, medias largas, unos mary jean, además tenía que usar ropa interior de mujer y maquillarme, algo que me fue difícil pero lo logre. Salí de mi cuarto con mucha vergüenza, mi prima me vio y hecho unas risas, mi tía y mi madre hicieron lo mismo y me dijieron que era hora de ir a la escuela. Llegamos a la escuela y estaba muerto de vergüenza, a simple viste se notaba que era un chico con ropa de mujee y veía que otras alumnas se reían de mí, al entrar mi tía me dijo que entrara por la puerta de izquierda y eso hice, al entrar ví a otros 9 chicos con el uniforme de niña, esperamos unos minutos y vino una señora un poco sexy a decirnos que entramos en un pasillo, al entrar nos dimos cuenta que estaban todas las alumnas y profesoras mirándonos y riéndose, todos los chicos estábamos muertos de vergüenza y temor, entonces paso lo peor, entro la directora, mi tía, a decirnos las reglas que nos darían a nosotros los chicos, ahora mariquitas, que si no cumplíamos nos darían castigos peores, mi tía hablo y dijo las reglas que debíamos seguir:
- Ahora las chicas tenían que decirnos mariquitas.
- Si uno de los chicos se quita el uniforme o se le arruina el maquillaje, tendríamos que permanecer el resto del día solo con ropa interior.
- Cada mariquita tendrá que hacer una reverencia a cada alumna, profesora y a la directora.
- Todos los mariquitas comerán después que las chicas.
- Cada chica podrá elegir un atuendo a cada mariquita si esta lo desea o si hace algo indebido.
- las chicas que tengan a una mariquita, tendrá el derecho de hacer lo que se le plazca con el.
Hubieran algunas reglas más pero estás fueron las más importantes, al terminar la explicación, mi tía me dijo que subiera al escenario, yo la obedecí, pero se me había olvidado de hacer la reverencia, así que ella me dió un cachetada que me dejó casi inconsciente, todas las chicas se rieron a más no poder. La directora me dijo que volviera a subir e hice una reverencia, ella me dió reglas especiales que debía cumplir.
- Solo yo debía comer después de las mariquitas.
- Al terminar clases debía quedarme a limpiar el colegio.
- Tendría que servir la comida a las chicas.
Yo estaba a punto de llorar, y la directora me dijo que si no los cumplía, tendría que asistir al colegio desnudo, al oír esto las chicas empezaron a soltar unas risas, la directora me dijo que bajará pero antes que me subiera la falda que tenía, no tenía más opción que hacerlo, deje al descubierto mi ropa interior rosada ante todas las chicas y profesoras, esto causo demasiadas risas entre todos. Después de aquella humillación cada mariquita y alumna tendría que ir a su respectivo cuarto, a mí me tocaba en el cuarto M, en donde había una chica llamada Paula, ella tenía un buen cuerpo y un cara hermosa, estaba enamorado de aquella belleza, pero además estaba completamente humillado, ella se acercó a mi y me dijo que ordenará sus cosas, y me dijo que no diría nada que no le hice la reverencia, que a la próxima no se salvaría, así que obedecí sus órdenes, me quedé toda la tarde ordenando sus cosas, mientras ella se quedaba relajada en su celular, al terminar de arreglar sus cosas y las mías me heche en mi cama para descansar, hasta que llegó la hora de almuerzo, en donde debía servir la comida a todas las chicas y mariquitas, tenía tanta hambre de comer esa deliciosa carne pero estaba siendo supervisado por un profesora, la comida de los mariquitas era puro arroz, ensaladas y frijoles, algo que a mí no me gustaba, al final del día pude comer las sobras que dejaron los mariquitas, y regrese al cuarto de lo más cansado.
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Llevado a una escuela de chicas
Short StoryEsta es la historia de Jonathan, un chico de lo más normal hasta que por la culpa de su prima es llevado a una escuela de puras chicas en donde será completamente humillado y feminizado.