(2/5): Splash!

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—¡Jin!— Un llamado en tonos muy altos, se puede decir que se habían transformado en gritos. —¡Seok-Jin!— Nuevamente, —¡Kim Seokjin!— Namjoon fue totalmente ignorado. Entonces sus pasos fueron más rápidos hacia dicha habitación, la suya, la cual compartía con Seokjin, aunque cada uno tenía su propia habitación. Abrió la puerta con fuerza —¡Jin!—

Seokjin frunció el ceño ante la repentina aparición, aun así no le quita la mirada a la pantalla de su celular. Él estaba muy concentrado ahora mismo y realmente no quería perder esa concentración.

Namjoon avanzó mucho más, sus labios llegaron hacia el oído de su novio. Él volvió a gritar:—¡Jinnie!—

El mayor saltó bruscamente en su lugar y giró espantado —¿¡Qu-qué rayos Namjoon!?— Fue rápido en bloquear la pantalla de su celular.

Namjoon entrecerró los párpados —¿Aun sigues leyendo esas historias?—

—P-para nada, miraba algo de ropa - Volvió a su mirada severa —Nam... ¿¡Por qué me gritas!?— se cruzó de brazos y caminó hacia la gran ventana de su habitación, la cual tenia un pequeño balcón y ahí había una mesa cuadrada y dos sillas, tomó asiento en una de ellas.

—¡No me escuchabas!—

—Te estoy escuchando ahora, ¿qué ocurre?— Se le notaba un tanto impaciente, y no era para menos, pues ahora tendría que volver a conseguir estar muy concentrado para seguir el rumbo de la historia que estaba leyendo; Se supone que Namjoon es un vampiro, pero su pareja, ósea él, era un lobo, pero Namjoon podía marcar a su lobo y este de la misma manera... Entonces... Uh.

—¡Jin!—

Seokjin volvió a saltar en su lugar, —¿Q-qué, qué? ¡Estoy escuchándote!— Resopló, como si fuera él el que tuviera el derecho de estar enojado.

—¿Qué fue lo que dije?— Ahora fue Namjoon el que se cruzó de brazos, dejando todo su peso en el respaldo de la silla.

Seokjin pestañeó un par de veces mientras fruncía sus labios, luego echó una risita en disculpas —Aun me encuentro algo dormido— se excusó. ¡Já! Él no podía estar más despierto, siquiera y tenía ojeras o una mirada soñolienta, y Namjoon no se perdió de ello. —¡Es en serio!—

Namjoon suspiró divertido, su novio era único. —Amor, solo quería preguntarse si viste mis gafas, los que siempre uso. Estaré en la piscina tomando sol con Taehyung— Se puso de pie e ingresó de manera calma a la habitación, buscando con la mirada por todos lados —¿No lo deje por aquí?—

Seokjin observó a su novio desde el pequeño balcón, y negando le hizo saber, o más bien, le recordó que:—Esas gafas los rompiste en uno de nuestros últimos conciertos, solo salieron volando de tu rostro— Hizo un poco más de memoria, —¿No habías tratado de arreglarlos pero terminaron rompiéndose mucho más?— Su sonrisa se plantó en sus labios. Vio a su novio recordar el incidente, una mueca era lo que mostraba ahora. —Puedes usar los míos, son lindos también—

—Lo son— Tomó las gafas rosadas del escritorio —Pero no son más lindos que tú—

Había pasado tanto tiempo y Seokjin aun se seguía sonrojándose por los más pequeños halagos que su novio le decía. Pero aun así con mejillas rosadas y timidez, Seokjin echó su cabeza hacia un lado moviendo su corta cabellera castaña, luego le guiñó el ojo. Namjoon sonrió, ubicó las gafas rosadas en su cabeza y volvió hacia donde se encontraba su novio, se agachó a su altura y le beso los labios, luego las mejillas y por ultimó, volvió a los labios de forma única.

—Tan hermoso...— Susurró contra los labios de Seokjin.

Fue demasiada tentación para Jin, aunque a el siempre le resultaba demasiada tentación Namjoon, aun si este se viera como el Grinch. Estiró sus brazos hacia el cuello de su novio y se enredo ahí, pronto se encontró de pie y siendo besado con algo de rudeza.

A la Princesa le gusta el NAMJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora