Ahora soy tu dueño

Rechazo

Stephanie

__ Tú puedes - dice Aurora, mi amiga de toda la vida instando a que haga lo que no me he atrevido hacer durante mucho tiempo

Los nervios se apoderan de mi cuerpo poniendo mis manos a temblar. Trueno mis dedos y Aurora  me da un leve golpe para que mantenga la postura

__ Como no eres tú quien se le declarará - digo mientras camino hacia mi objetivo. Me guiña un ojo y le resta importancia.  Se ve tan galante, todo un badboy al que las chicas le coquetean al solo verlo. ¿Como puede llamar tanto la atención un chico como él?

Ethan Ambrosetti, el chico de quién estoy enamorada desde hace 1 año, me gustó desde que lo vi al entrar al instituto claro tiene algunos  años más que yo, tiene 21 mientras yo tengo 18, es un mujeriego de primera, hay muy pocas chicas en la escuela que no se han fijado en el espécimen a quien me aproximo. Una rodilla me tiembla, parezco señora pero los nervios son horribles

Suelto una bocanada de aire

Llego donde él  que está pisando un cigarrillo con el pie para apagarlo, voltea a verme  y luego a su alrededor buscando no sé qué

__ Hola Ethan creo que tú no me conoces soy...

__ Stéphanie - ¡oh Dios, sabe mi nombre! - ¿Quién no conoce al desastre de la escuela?

 Aclara casi de inmediato, ¿por que mas me conocería? Me doy de golpes con los casilleros a cada rato, casi todos lo saben

__ Sí, soy yo - digo apenada rascando mi cuello llena de nervios - ¿Cómo estás?

¿En serio? Stephanie  habla normal. Solo es un chico normal  con ... con ...

Con una mirada que ya me puso a temblar hasta el pelo

__ Bien - dice  con el ceño fruncido alargando la e con una media sonrisa. Se ve tan bien haciendo eso. Sí, cometelo con la mirada mientras te ves como boba retrasada

__ Que bueno, necesito decirte algo - hablo apresurada - se gira de nuevo clavando la vista en un lugar a  mis espaldas, volteo pero no hay nada. Se aclara la voz

¿Acaso está nervioso?

__ Está bien - anima a que siga  hablando

Enderezco la espalda dando un suspiro que casi me ahoga. Ni para respirar sirves  Stephanie

Casi ríe, su risa burlona aunque a muchos les molesta a mi me atrae más. Sí, estoy loca

__ Mmm, me gustas - digo sin reservas,  el ridículo ya lo estás haciendo me digo  - estoy enamorada de tí y quería saber si serías mi novio

Bueno, más directo ni el noticiero de mi madre

Él me ve de una manera que no sabría interpretar  mirando a todos lados  otra vez, su mirada recae en un solo punto donde se queda observando unos segundos antes de mirarme de nuevo  cambiando su cara en una sonrisa burlona, esta vez algo no me gusta de ella

__ Awww ternurita - dice él finalmente - ¿Que niño no estaría maravillado por una confesión así? Eres tan tierna

Me toca la nariz  con el dedo

__ Entonces ¿sí? - digo ilusionada

__ Claro que no  -  se borra mi sonrisa de golpe - Eres una niña. A mí me gustan la mujeres con las que pueda experimentar lo que quiera sin que teman a lo desconocido, estoy seguro que ni siquiera sabes besar y además...

No lo dejo terminar de hablar, lo tomo de su chaqueta de cuero y junto nuestros labios.

¡Por Dios lo estoy besando! ¡Estoy besando al amor de mi vida!

Siento como su mano me rodea la cintura apretando levemente, sus labios me corresponden y el corazón me salta ilusionado

Es la mejor sensación que he podido sentir nunca. Mi cuerpo es recorrido por una corriente eléctrica que me pone a temblar al sentir las yemas de sus dedos rozarme  un brazo  pasando por mi mano  para luego posarlos en mi barbilla separándonos de golpe

Su boca se ladea levantando una de sus cejas

__ ¿Ves?, ni siquiera puedes besar, eres una niña, ve y busca otro chiquillo  para que juegues a los noviecitos - se burla, se da la vuelta, riendo mientras hace trizas mi estupido corazón

Mi vista se nubla pero contengo las lágrimas. El labio me tiembla  y el quemor en la parte superior de mi garganta me impide respirar con normalidad

Junto la poca dignidad que me queda, sí, quiero llorar pero no lo haré estando enmedio de la calle con gente pasando a cada nada. Todo por un sueño que me atreví a tener pero que se cayó de golpe solo con unas palabras

Menos mal solo faltan unos meses para terminar el año estudiantil y gracias a Dios este es el último en la escuela, sólo lo voy a evitar lo que resta y espero nunca jamás volver a verlo.  Sería  doloroso, vergonzoso y humillante para mí

Y ya tengo suficiente con esto.