12 de diciembre.
Dos meses después:Se encontraban sentados ambos jóvenes en el consultorio del doctor Ferguson, en espera del nuevo resultado médico que los tenía impacientes.
Él, miraba el perfil de la joven con cierto temor que ella lo rechazara una vez más como lo había hecho el día anterior; le aterraba pensar que ella le pidiera que se alejara. No podía marcharse y estar lejos una vez más, su alma pedía estar enlazada a la de ella, su corazón anhelaba potentemente el corazón marchito de la joven, la necesitaba tanto como un pichón necesita a su madre.
Sin embargo, ella evitaba mirarlo a los ojos, no podía, se sentía expuesta, pensaba que era un error estar en ese minúsculo lugar con la presencia del muchacho. Sentía miedo de perderlo, su corazón temeroso de dejarlo marchar; sus pensamientos exigían correr y huir para siempre, ¿qué hacía con él en ese lugar? ¿qué pasaría después? Necesitaba salir de allí, encerrarse en una burbuja como lo había hecho en el pasado y evitar que él entrara para que sus espinas no lo hirieran.
A pesar de todos sus pensamientos se quedó, escuchando a su corazón.
El doctor que había estado sentado detrás del escritorio alzó la vista de los papeles que se encontraban en sus manos, la mirada que les brindó a los jóvenes era la respuesta que temían.
—Es más débil que la última vez —dijo el señor ya canoso debido a la edad—, es necesario un trasplante lo antes posible.
Lo sabía, ya no había nada que hacer, moriría.
—¿Qué se puede hacer? —el muchacho preguntó afligido.
—Ya lo he dicho, seguir esperando un donador hasta que este llegue —el doctor Ferguson se aclaró la garganta, su expresión seria—. Por el momento está en el lugar dos de la lista de trasplantes, la ventaja es mayor.
Pero, ¿esto cuánto tardaría?
Por primera vez en mucho tiempo el joven tuvo miedo, no quería separarse de ella, tuvo miedo de perderlo todo. Esperarían mucho por un donador y el tiempo era corto.
Ella en cambio no hablaba, el silencio por parte de la joven preocupaba más al muchacho, no sabía como deducir su actitud. El chico lamentaba que la joven viviera esto.
El dolor que causaba el saber que moriría hacia que sintiera un vacío en su pecho ¿por qué tenía que pasar lo que les pasaba? recién empezaban a sentir un nuevo sentimiento ¿lo mejor? lo mejor era que el sentimiento era recíproco. ¿Acaso era el destino el que conspiraba en contra? No lo sabía.
El médico siguió, rompiendo el silencio tenso que se había formado en el consultorio.
—Seguiremos con el tratamiento que hasta ahora ha brindado considerables resultados…
—¿Cuánto tiempo? —habló por fin la joven interrumpiendo al médico.
El doctor miró a la muchacha con lástima, no quería decirlo, sería un golpe para ambos.
El joven se impaciento con la pregunta de la muchacha ¿qué clase de pregunta era esa? ¿por qué se mortificaba al querer saberlo?
Su cerebro cuestionó, intentando entender el fin de la pregunta que tiempo atrás había realizado la joven, pero no obtuvo respuesta alguna.—El consejo que puedo brindarles es el siguiente: vivan la vida como si este fuera el último dia —el doctor no dio respuesta concreta, la joven frunció el ceño con cierta molestia—. Lamentablemente el ser humano vive solo por vivir, no se dan cuenta que hemos venido a realizar una misión ¿cuál es? No lo sabemos; debemos descubrir cuál es, pero ¿cómo saberlo? —el médico sonrió al realizar esta pregunta— hay que perseverar para conocer la razón. Debemos creer en uno mismo, no rendirnos y luchar hasta el final aunque ganemos heridas en el transcurso.
«Es difícil hablar de esto justo en la situación en la que me encuentro» pensó la muchacha.
>>Muchas veces el amor es la respuesta —comentó con cautela el hombre—, también los sueños y las metas personales. En el camino se descubre cuál es la misión por la que estamos aquí; yo la estoy cumpliendo.
Y con esas últimas palabras despachó a los jóvenes, no sin antes brindar las indicaciones del tratamiento que era por el momento, la única esperanza confiable que tenía.
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¡Hola Bienvenida/o! Espero que te quedes y disfrutes de lo que se viene a continuación, te doy por hecho que te gustara mucho mi nueva historia. Estoy segura que te encantara si eres amante del romance y el drama.Soy escritor nueva, mis palabra salen recién del orno, por lo tanto, toma en cuenta lo siguiente:
•Habrá uno que otro error ortográfico.
•Posiblemente escenas pasadas con un poquitito de ficción o drama.
Pero qué es un libro sin eso ¿no?*Pido licencia literaria para tomarme ciertos atrevimientos.
Y con eso, solo pido que le des una oportunidad a mi libro, brindale mucho amorcito; deja tu comentario y tu linda estrellita para ayudar al autor, o sea a mí XD
¡Gracias y disfruta!Em.
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El Latido de mi Vida
Teen FictionAmerica Gibson, una chica lastimada por la vida conoce a un joven de ojos azules en el puente camino a casa cuando ella se encontraba al otro lado del barandal absorbida por la belleza de la ciudad frente a sus ojos. Patrick Donovan, el simpático y...