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CAPÍTULO 5: "Not the same"

CAPÍTULO 5

NOT THE SAME

Hit the ground (Superman) –The Big Pink

Harry

Me rendí después de un par de minutos de buscarla, sin embargo justo cuando dejé de hacerlo una voz familiar llenó mis oídos. Ahí estaba ella, justo en frente de mí, diciendo algo que no pude entender. Al parecer se dio cuenta, porque soltó una risita nerviosa antes de repetir lo que había dicho.

–Harry, ¿cierto? –preguntó con una sonrisa asomándose por sus labios.

Esta vez se veía diferente. Noté algo en ella que no había visto esta mañana, algo que solía ver en ella antes del accidente, seguridad; había dejado al lado la timidez. Cuando pronunció mi nombre el familiar olor a alcohol llenó mis fosas nasales. Eso era, ella había estado bebiendo, por eso ya no había timidez en ella. Una sonrisa se formó en mis labios, ésta era la Scarlett que quería de vuelta. ¿Qué tan malo sería aprovechar esta oportunidad?

–Scarlett –pronuncié lentamente mientras formaba una sonrisa seductora e inclinaba ligueramente la cabeza.

Noté como sus mejillas se tornaron un tono más rosa. Bajó la mirada levemente sólo para subirla de nuevo cuando el DJ puso una nueva canción. La reconocí en el momento en que comenzó, Reload de Swedish House Mafia; Scarlett solía escuchar esa canción sin parar antes del accidente. Supuse que ella la reconoció también, porque sonrió felizmente antes de hablar de nuevo.

  –¡Oh dios mío, amo esa canción!

Sin preguntar, tomó mi mano jalándome hacia el centro de la sala, donde varias personas estaban bailando (eso si a moverse de un lado a otro se le podía llamar bailar). Ella comenzó a moverse en cuanto soltó mi mano; su cabello iba de un lado a otro, sus brazos volaban por el aire en movimientos despreocupados, entretanto tarareaba la canción suavemente. Yo, en cambio, estaba parado únicamente observándola. Obviamente Scarlett no recordaba haber bailado de esa manera, no obstante esa era la forma en la que lo había hecho todo el tiempo, sobre todo con esa canción. Una sonrisa se escapó por mis labios por recordarla de aquella manera, tan despreocupada, libre, sonriendo sin parar. Habría hecho cualquier cosa por que las cosas no hubieran cambiado, por que aquel accidente no hubiera pasado, sin embargo todo había pasado por mí, y no podía hacer nada para arreglarlo.

Una dulce voz me sacó de todo lo que pensaba.

–¡Vamos Harry! –dijo Scarlett gritando en mi oído. La música era tan alta que apenas así lograba escucharla. Me di cuenta de que, ahora, ella estaba a sólo un par de centímetros de mí. Sonreí mentalmente, oportunidad perfecta– ¡No puedo creer que no te has movido en toda la canción!

En el momento en el que terminó de decir aquellas palabras, aproveché para pasar mis manos por su cintura, atrayéndola un poco más hacia mí, haciendo que el espacio que nos dividía fuera mucho menor. Ella no se inmutó, al contrario, envolvió sus delgados brazos alrededor de mi cuello, entrelazando sus manos detrás de éste. Siguió moviéndose de un lado a otro ligueramente, únicamente que ahora estaba pegada a mí. Un pequeño foco se prendió en mi interior, esta Scarlett no podía ser tan diferente a la de antes, tendría que hacer un mínimo esfuerzo para que cayera rendida ante mí, no podía ser tan difícil, era el momento perfecto para efectuar mi plan. Comencé a dejar pequeños besos por su mandíbula, bajando hasta llegar a su punto débil: ese lugar donde la clavícula se une con el cuello. Ella se estremeció levemente, casi estoy seguro de que había escuchado un suave gemido. Apostaría a que ella no sabía que ese era su punto más sensible. Eso tenía yo de ventaja, la conocía incluso mejor de lo que ella se conocía. Sonreí contra su cuello antes de susurrar en su oído.