Principio del fin.

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Al abrir los ojos nuevamente y ya con los recuerdos del pasado en su presente, fue atando los cabos de todo lo que sucedió después de que se sacrificara para que Lucifer viviera

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Al abrir los ojos nuevamente y ya con los recuerdos del pasado en su presente, fue atando los cabos de todo lo que sucedió después de que se sacrificara para que Lucifer viviera.

Lo que dejo sobre el buro era el trato con el creador, una nueva oportunidad, un nuevo juego de ajedrez que jugarían juntos.

Las fichas estaban echadas y el juego debía continuar.

El creador no podía evitar aceptar el reto, de su lado Jeremy o Gabriel, con peones como Alana jugando en ambos bandos, al igual que Longinus, quien no recordaría su pasado para poder tener un juego prolongado.

Mas allá, ella convertida en humana, disfrazando su verdadera identidad siendo el único que la conocía el creador. Por parte de Lucifer la muerte dispuesta a todo con tal de salir de su destino de eternidad sin más que tomar las almas que se le indicaban.

El juego puesto y dispuesto sobre la mesa de ajedrez, las fichas colocadas estratégicamente en cada lugar y la jugada magistral del creador...poner a jugar en su lugar a Jeremy, enfrentarlo a Lucifer y ver quien merecía el trofeo.

El primer movimiento le correspondía a Jeremy, quien no recordaba nada de lo acontecido en el pasado, quien fue encargado primeramente de la custodia de Alma, la humana en la que se había convertido. Una vez más entre humanos, los despreciados y malditos humanos que tanto detestaba y ella, su custodiada, una mujer que despertó en el algo que se supone no deben sentir los ángeles...amor.

Y cuando el amor despertó, con el los recuerdos, y nuevamente los planes surgieron en su mente porque simplemente existían seres que aunque vivieran mil vidas siempre tomarían las mismas decisiones.

Calculo, pensó, medito y concluyo que el modo mejor para ser parte de su nueva existencia era haciéndose ver, pasar por un humano ganando su corazón y de cierta manera lo logro pero cada vez que estaba por dar el paso definitivo para ganar su trofeo, ella parecía retroceder y si bien estaban comprometidos no accedía a estar con el por completo.

Ofuscado por esta reacción que asocio con Lucifer, Jeremy permitió que los humanos la tomaran, dañando su cuerpo físico, esperando que este hecho bajo e inmoral despertara en ella los recuerdos, sin embargo no sucedió.

Y por otro lado Lucifer intentando recuperarla, sin saber quién era ella, cuál era su nueva forma, dando tumbos como loco buscándola hasta el cansancio...hasta que al fin había dado con su esposa pero, era demasiado tarde, la humanidad la había destrozado, la habían maltratado a tal punto que ella no deseaba vivir mas y el necesitaba mantenerla con vida.

No tuvo opciones, tomo decisiones y logro mantenerla con vida, haciendo un trato con la muerte. Esta no se la llevaría a cambio de su cuerpo humano. Cambiar la esencia de su mujer no estaba en los planes de Lucifer pero había ocasiones en los que improvisar era la única respuesta, asi que accedió.

La mantuvo con vida aun por cierto tiempo pero una vez más le tocaba a Jeremy hacer su jugada y este había decidido que llevarla a terreno conocido era mejor que tenerla lejos, tenían prohibido sacrificar vidas humanas y ella lo era hasta ese momento pero, si dejaba de serlo ya era otra cosa, entonces hizo un nuevo trato él con la muerte ofreciéndole algo mejor que Lucifer.

Dos vidas...dos jóvenes vidas que le servirían para poder tomar el control, hacer que lo perdiera todo para obligarla a buscar la muerte, sin embargo le tocaba el turno a Lucifer y no podía permitir que eso sucediera, así que cuando la muerte fue tras las hermanas de Alma, él fue quien comenzó a hilvanar pensamientos en su mente llevándola a hacer el trato con la muerte, de este modo le robaría la ventaja a Jeremy, el único problema era que si el cuerpo de Alma moría, la muerte inevitablemente debería regresar a su origen, haciendo que una nueva reencarnación surgiera.

Le tocaba el turno a Jeremy y este decidió que poner a Alma contra Lucifer jugando con el factor de su pérdida de memoria era una ventaja que podría utilizar, así que tomo la vida de Brisa orillándola con la ayuda de Laiz al suicidio. Y para salvarla de la condenación eterna, le ofreció ser un ángel custodio, de ese modo la tendría en su poder, luego fue más allá y provoco un nuevo accidente que dejo en coma a la otra hermana de Alma, pero a ella la perdió en el proceso y ahora estaba con Lucifer.

Ni Lucifer ni Jeremy, contaron con los propios planes de Laiz.

Cansado de una eternidad de maltratos, de vivir bajo el yugo de la muerte, quien era su ama, tomo ventaja de su situación asociándose con ambos contrincantes haciendo juego doble de espía. En principio genuinamente había deseado poder descansar en paz terminando con su condena, mas tarde Jeremy quien tenía a su hermana bajo su tutela, lo hizo recordar, cometiendo su primer error, puesto que al recuperar sus recuerdos, el deseo de venganza fue creciendo hasta convertirse en un ideal, acompañado por el deseo de poder absoluto.

Después de todo el, era el único que poseía el arma que controlaba a la fuerza destructora más grande el universo y no dudaría en utilizarla.

El juego estaba en su punto más fuerte, los estrategas debían calcular cada nuevo paso a dar y ahora era su turno para cambiar el juego. Las vidas sacrificadas eran muchas, las estrategias cambiaban con cada nuevo movimiento y todos estaban atentos a todos, menos a ella...le temían pero nadie comprendía que ahora ya había llegado el fin del juego, ella rompería el tablero, ella, acabaría por todo de un solo golpe.

Y el primero en caer estaba acercándose en esos momentos hacia ella.

Se paro, lo espero...su expresión no denotaba cambio alguno, su apariencia continuaba siendo la misma, mientras por dentro el furor de la venganza corría palmo a palmo clamando y exigiendo ser liberada.

―Mi señora...¡al fin la encuentro!― replico Laiz y Alma lo observo atentamente preguntándose donde estaría la maldita lanza, pues no podía matarlo sin antes conseguirla de una vez por todas para destruirla.

―Laiz...estuve aquí...no sé que es lo que me está pasando...Jeremy me coloco esto― le mostró el medallón― pero solo sentí un intenso dolor.

―¿Nada mas?― pregunto con cautela Laiz.

―No...¿acaso debería haber sucedido algo más?

―No lo se― evadió la mirada intensa de Alma― todos dicen que usted está algo...confusa...

―¿Todos quienes Laiz?

―Son murmuraciones, creo mi señora...¿deberíamos regresar al palacio de la muerte?

―No aun, quiero ir a ver a mi hermana Azul.

―Pero...señora su hermana estaba hospitalizada, ¿no lo recuerda?

―¿Lo está?...es verdad...― sonrió― quizás estoy confusa...entonces vamos tras Longinus y recuperemos la lanza― sugirió― ¿no dijiste que esa lanza era la única que podría devolverme mi vida pasada?

―Si, pero usted confiaba en mí para que yo la encontrara...

―Y aun lo hago pero, en esta ocasión buscaremos juntos, ¿que te parece?

Laiz asintió apretando fuerte los puños, en tanto ella se lo quedaba mirando fijamente.

―¿Laiz sucede algo?

―Claro que no mi ama, se que juntos encontraremos a Longinus.

Alma asintió y la intensidad de su mirada hizo temblar a Laiz.

―Entonces vamos, cuanto antes la encontremos , mas fácil será liberarnos ¿verdad?

―Si mi señora.

Laiz maldijo mentalmente a Jeremy por su incompetencia y pensó en cual seria el modo de evitar la búsqueda de algo que acababa de perder. Si ese estúpido ángel no hubiese sido tan confiado ahora ella seria suya y juntos podrían acabar con el cielo y el infierno!


El retorno de la reina infernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora