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Los sábados, en Neo Caffe cerraban al medio día y los domingos no abrían; en lugar de descansar, Hae pasaba la mayoría de el día en la academia de canto.

Si, una de sus grandes pasiones era cantar. Desde muy pequeño veía programas en donde personas concursaban para poder ganar un trofeo y convertirse en el mejor cantante de Corea.

Al ver que su nieto había empezado a interesarse en el canto lo matricularon en una pequeña escuela, que por cierto no era tan buena. Donghyuk se rehusó a que su abuela, o más bien su madre (como le gustaba llamarla) y su abuelo siguieran gastando dinero en algo que no daba fruto y decidió dejarla. Pero El niño seguía entrenando todos los días; solo que ahora lo hacía en su cuarto y a escondidas, ya que pensaba que si sus abuelos lo veían practicar volvería a la horrorosa academia que lo habían metido antes.

La música también había sido una de las razones por las que viajó a Seúl; en realidad era la razón de que estuviera ahí. El había conseguido una buena beca para estudiar gestión empresarial; pero no era la única beca que había conseguido.

A espaldas de sus abuelos había ingresado a un pequeño curso por internet, este consistía en grabar un video en la cual los primeros minutos fuera la presentación y la razón por la participabas, luego cantar una canción y listo. A los dos meses de enviarlo, la academia
"Technology Culture" le había respondido con una respuesta afirmativa.

Para su suerte a su abuela se le habían roto los lentes cuando se enteró que estaba dentro; y así la hizo firmar, mientras el "leía" todas las especificaciones de los papeles con respecto al canto sin saber bien lo que estaba firmando.

Al principio asistió a la universidad en donde consiguió la primera beca, pero luego se dio cuenta que la música era lo que realmente le apasionaba; así que dejo la carrera y se enfocó completamente en sus canciones.

Donghyuk se encontraba en una de las salas completamente solo. Eran como las 8:00 pm. A esta hora muy pocas personas se encontraban en la academia, por los cuál era más fácil componer tranquilamente y practicar.

El menor no se consideraba tímido ni mucho menos, pero cuando se trataba de que lo escucharan cantar era diferente. Tenía miedo al rechazo; a que le digan que no sirve para cantar. Hae solo se dejaba llevar por el ritmo y sintiendo la canción mientras la cantaba y a veces bailaba, el solo se dejaba ser.

El chico estaba muy consternado en no desentonar que no se dio cuenta que alguien lo observaba desde la puerta hasta que la canción termino. Nunca lo había visto, pero tampoco es como si se detuviera a conocer a todos los estudiantes. En realidad, con los únicos que había hablado y los podía considerar amigos eran Jaehyun y Winwin.

Lo primero que hizo fue analizarlo:
Era un poco más alto que el, delgado, facciones finas, ojos marrones y cabello negro, en su mano traía una botella de agua y se veía un poco cansado; tal vez había terminado de practicar hace poco.

--Hey-- el desconocido había roto el silencio con una sonrisa ligera.
--Te escuche desde afuera y me asomé para saber que era...
Cantas muy bien.

--Gracias-- Haechan ya no sabía que más decir, se limitó a tomar un poco de agua de su lindo termo con estampado de gatitos.

El castaño pasó su mano por la nuca, un poco incómodo --Bueno... creo que me voy, me gusta cómo cantas-- se despidió del menor y se fue antes que pudiera devolver el gesto.

Termino de ordenar sus cosas y se dirigió a la salida, despidiéndose del guardia de seguridad. A lo lejos pudo distinguir al desconocido caminando junto a un chico pelimorado que tampoco conocía; no le dio importancia. Tomo el autobús y se puso los audífonos, faltaba un largo rato para llegar a casa de su tiá.

Coffee  ♪   TaehyuckWhere stories live. Discover now