Coffee ♪ Taehyuck

03.

--¡Piedra, papel o tijera!-- Johnny y Mark extendieron sus manos al mismo tiempo; el mayor saco paper y el contrario gano con tijera.
Eran los únicos que quedaban de todos en la sala

--¡No se vale! ¡Hizo trampa!

--¡Claro que no! Gané justa y limpiamente.

--Ya, ya.-- Lucas interrumpió a Johnny, quien es estaba a punto de contraatacar al menor. --Como sea, Mark se ara cargo de la caja registradora.

Aquel trabajo relativamente era el más fácil del lugar, todos los días los 5 chicos debatían por el puesto.
Hoy; Hendery y Johnny iban a ser lo meseros, Haechan y Lucas se arian cargo de preparar las órdenes.

El chico en serio quería ser cajero, la noche anterior se quedo componiendo una nueva canción hasta altas horas de la madrugada por lo cual no durmió mucho y se encontraba cansado. Volvió a ver a chico desconocido la semana pasada, pero no se le acerco a hablarle; solo pasó junto a él en el pasillo y cada uno se fue por caminos distintos.

La cafetería se había llenado, los meseros iban y venían y los pobres de Yukhei y Donghyuk las preparaban lo más rápido que podían. Cuando no había clientes en la barra, Mark se les unía para que no se les acumularan tantos pedidos. En todo el restaurante se escuchaban los cuchicheos de la gente, algunos berrinches de los niños presentes y uno que otro comentario de los trabajadores: "un café para la mesa 3" "Hyuk, la mesa 8 ordenó capuchino con crema, no sin crema" "Mark, el vuelto es 3, no 4. Aprende a contar"

Aún con un año trabajando ahí, Haechan no sabía cómo es que Neo Caffe podía tener tanta clientela todos los días o porque el jefe no contrataba más empleados, así sería más fácil. No servía nada estar quejándose; solo les quedo seguir trabajando con rapidez hasta que los pedidos empezarán a disminuir. No era broma cuando decían que si trabajo les hacía sudar, hasta tenían que traer una muda para no estar apestando todo el tiempo.

--Hyung~ -- Yangyang entro a la cafetería junto a un chico un tanto más alto que él. Por suerte no había pedidos en ese momento, si no no hubiera podido soportar el tono de que estaba usando. --Este es XiaoJun, mi amigo del colegio.

El nombrado dio una leve reverencia hacia el mayor y le sonrío tímidamente. -- Xiao Dejun, pero prefiero que me digan Xiaojun; un gusto-- Haechan le devolvió el saludo, supuso que era el chico de el que tanto le hablaba su primo todos los días.

Yangyang le dijo algo en chino a su acompañante y este le respondió de misma manera. Haechan recordaba que el menor le había dicho que el chico se acababa de mudar y que aunque dominaba bien el idioma, prefería hablar en el natal; así que espero en silencio mientras ambos seguían en sus asuntos.

Ordenaron dos malteadas de chocolate; Yangyang los pago. Ambos chicos se sentaron en una mesa un poco alejada; su primo le hizo saber que lo esperaría hasta que terminara su turno. Unas cuantas personas más ordenaron en lo que quedaba de la noche; 4 capuchinos, 5 cafés,
3 sandwiches, 2 muffins, 1 jugo y 3 frappés.

Ya faltaban menos de 10 minutos para que el café cerrará, los demás empezaron a alistar sus cosa mientras Haechan y Mark se quedaban por si alguien llegaba. Los 2 conversaban de cosas triviales hasta que llegaron unos clientes y Mark volvió a su puesto en la barra.

--Bienvenidos, ¿que desean ordenar?-- Haechan trató de ser lo más amable posible como siempre, mostrando una leve sonrisa--

--Un latte macchiato y...-- el pelimorado se volteó hacia su acompañante.
--¿Tu que vas a pedir, Taeil?

--Un café expreso-- Haechan reconoció la voz, era el chico de la academia. El menor se encontraba de espaldas preparando el latte; por lo que no lo vio, pero sabía que era el.

Termino esa bebida, sintió como Mark se la llevaba para dársela al cliente y empezó con el café. No tardó mucho, era una orden muy simple. Al terminar volteo para entregársela al castaño. Al juzgar por su expresión el también lo reconoció.

--Aquí tiene su café-- le tendió la bebida mientras sentía su mirada. El castaño no lo miraba directamente a los ojos, le hacía sentir incómodo por alguna razón.

--Gracias...-- Donghyuk sintió como el contrario se acercaba a él, mucho para su gusto. --Haechan...-- leyó en la placa que tenía puesta sobre su traje de trabajo.

Taeil se alejó con una media sonrisa, dejando al nombrado mirándolo quieto en su posición. Eso se había sentido extraño, muy extraño.