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Por más que Haechan tratará de concentrarse, no podía enfocarse hoy.

La noche anterior no pudo dormir por dos cosas. La primera: su primo y Xiaojun no dejaban de hacer ruido en su habitación, podría jurar que hará los vecinos escuchaban sus risas; y no fue hasta las 2:30 am. que decidieron dormir. La segunda razón era que seguía pensando en la pequeña opresión en su pecho; ¿porque no podría dejar de pensar en Taeil? En realidad sabía la respuesta, pero no sabía si era correcto.

En Busan había tenido un novio: Lee Jeno. Su noviazgo no duró mucho; un día el abuelo del pelinegro los encontró besándose en un parque cercano a su casa y claro que este fue a separarlos muy histérico. En casa tuvo que soportar más gritos por parte de el; quien intentaba de convencerse de que "su nieto solo estaba en una etapa y pronto volvería a la normalidad" su abuela, por su parte, se mantuvo lejos del tema; Donghyuk nunca supo significaba que a ella también le afectó lo ocurrido o estaba a favor de su nieto y sus preferencias.

Al día sigues en la escuela, buscó a Jeno para explicarle lo ocurrido y terminar su relación. Afortunadamente el chico entendió sus motivos y se dio cuenta que era lo mejor para el otro; siguieron siendo amigos pero nada era como antes. En casa no se volvió a tocar ese tema nunca más.

Ahora estaba empezando a sentir algo por Taeil; obviamente no era lo mismo que sintió a los 15 años por Jeno, esto era más fuerte y serio. En cierta forma estaba feliz, es decir ¿Quien no estaría feliz de enamorarse?; pero el problema eran sus tutores. Aparte de la mentira de la academia de arte, ahora tendría que decirles que era gay al 100% y que le gustaba un chico que también le interesaba lo mismo que a el; el castaño sabía perfectamente que cuando les dijera eso habría firmado su sentencia de muerte.

Pero mientras más vueltas le daba al asunto, más preocupaciones aparecían: ¿Sentiría Taeil lo mismo que el? ¿Sería capas de confesarse? ¿Sería capas de resistir el rechazo? Decidió dejar de pensar en eso y enfocarse en la canción.

--¡Hey, Hyuk!-- el peli negro entro a la sala en donde el nombrado estaba ensayando. Pudo notar que llevaba una botella de agua en la mano por lo que supuso que también estaba ensayando.

--Hola, Tae.-- el menor de los dos paro la música y sacó su termo con agua para beber unos cuantos sorbos.

Otras cosas habían cambiado desde las conversaciones telefónicas era que Taeil ya no huía luego de ver al pelinegro cantar, ahora se quedaba a conversar más.

--Oye, ¿Quieres it a comer algo? Digo, solo si ya terminaste.-- se veía que al mayor le costaba formar las oraciones; estaba nervioso
--¿Tienes hambre? Sino lo dejamos para otro día--

--Tranquilo, aceptó.-- El menor trato de calmarlo con una sonrisa que al parecer funcionó; escucho como el contrario suspiro aliviado luego de su respuesta. El también se sentía un poco nervioso, algo muy dentro de el quería considerar esto como una cita.

Recogió en silencio sus cosas mientras sentía la atenta mirada de el mayor sobre el, pero no dijo nada al respecto. Al salir del salón, se toparon con otro castaño que saludo con mucha emoción al coreano mayor y este imito su acción.

--¡Yuta! Ya volviste de Japón.--
Haechan se asombró mucho al casi no reconocer a Yuta, había cambiado su cabello morado y siendo sinceros no le quedaba nada mal.

--Si; ya veo que aprovechaste para al fin acercarte a él, ¿eh?-- el pelinegro pudo notar como Taeil casi asesina con los ojos al japonés mientras este solo lo miraba con diversión;
¿"al fin"? ¿A que se refería con eso?

Como pudo, el mayor de los tres escapó de aquella situación y siguió su camino hacia el restaurante más cercano junto a Haechan, quien mientras seguía la conversación con su acompañante, no dejaba de pensar en lo sucedido.

Cuando llegaron a su destino, se sentaron en la mesa un poco más alejada de las demás y se dispusieron a ordenar. Los sábados en la noche la mayoría de los restaurantes estaban llenos, tuvieron suerte de encontrar una mesa vacía. Mientras esperaban sus pedidos, decidieron hablar un poco de cada uno; si bien sabían un poco del otro por las conversaciones privadas, aún faltaban muchos detalles por conocer. En esta platica se enteraron de bastantes cosas: comidas favoritas, color favorito, cuando les dije empezó a interesar el canto, etc; Haechan descubrió que Taeil llevaba un año, no lo parecía.

La conversación duro más de lo que creyeron; se quedaron hablando incluso luego de haber pagado la cuenta, hasta un mozo tuvo que pedirles que se retiraran por qué había más personas esperando por su mesa. Un poco avergonzados se fueron del lugar; no solo por la vergüenza que pasaron, también por el hecho de que no les quedaba más que irse cada quien a su casa; y ninguno de los dos quería
que esta cita terminara.

Coffee  ♪   TaehyuckWhere stories live. Discover now