Golden

4. Cintia, te odio

PDV. LOUIS

Había acompañado a Nate a su sesión de fotos, ya que en casa no tenía absolutamente nada que hacer.

Me había apuntado al gimnasio. Me vendría bien ponerme en forma, y así haría algo con mi vida, básicamente.

Cintia aparece en mi campo de visión, sentándose a mi lado, pidiéndose un café.

- Te voy a ver más que cuando trabajabas aquí.

- Nate ha querido sacarme de casa, y la verdad que no me he negado. Me aburro demasiado.

Carcajea, quitándose la gabardina.

- ¿Por qué no me dijiste que Harry trabajaba allí?

- Porque entonces no habrías ido- responde, dándole un sorbo a su café.

Frunzo el ceño, sin entender.

Deja la taza de café en el plato, ahora mirándome.

- ¿Sabes? Desde que Harry y tú terminasteis vuestra relación, quedó hundido. En estos cuatro años no he perdido contacto con él, y he visto cómo ha ido cambiando día a día, a peor- recalca- la ruptura le afectó mucho, y aunque se casara con ese chico, él te quería mucho. Teníais que veros, Louis.

Asimilo sus palabras, deteniéndome en eso de que cambió a peor.

Era obvio que ya no era el Harry alegre y vivaracho de antes, pero... ¿cambió por mi culpa? Ha pasado mucho tiempo, sigue con él, me ha superado. No es justo que quieran responsabilizarme de su cambio de aptitud.

- ¿Cómo fue el reencuentro?- pregunta, llamando mi atención.

- Raro. Al principio le vi muy cambiado, en todo, y estaba distante, pero al final del día hablamos un poco. De trabajo principalmente.

Asiente, retirando su mirada de la mía, mirando su teléfono.

- Tengo que irme ya- dice, acabándose el café- ¿te veré el jueves?

Dubitativo, la miro.

Supongo que por ir una vez más no pasará nada.

- Sí- respondo, haciendo que Cintia sonriese ampliamente, despidiéndose de mí.

Dejo el dinero y me encamino hacia arriba en busca de mi amigo, estaba demasiado aburrido.

Diviso a Richard hablando con una de las modelos, diciéndole cómo tendría que posar ahora, mientras ésta le presta atención detalladamente.

Un cuerpo se choca con el mío, haciendo que mi teléfono cayese.

- ¿Pero eres idiota o q-

Me callo en cuanto diviso a la persona que tengo delante.

- Harry- susurro.

Se agacha, cogiendo mi teléfono.

- Está sano y salvo- dice, entregándomelo.

- Lo siento, pensé-

- No pasa nada- me corta- ¿qué haces aquí?

- He acompañado a Nate para no sentirme un inútil en su casa- bromeo, haciendo que mostrase una pequeña sonrisa- ¿y tú?

- Necesito hablar unas cosas con Cintia para lo de la sesión.

Asiento.

- Me comentó que vendrás. Gracias, no tenías por qué hacerlo.

- Bueno, básicamente no lo escogí yo- carcajeo- ya sabes cómo es Cintia.

- Si no quieres no pasa nada- dice, llamando mi atención- no quiero que te sientas incómodo o algo.