Golden

9. ¿Le quieres?

PDV. HARRY

- ¡Louis!- exclamo, asustado, mientras Oliver respira agitado- ¿qué narices te pasa en la cabeza?- grito.

El ojiazul vuelve su vista al frente, y puedo ver que no tiene sangre, pero sí el pómulo enrojecido debido al golpe.

- ¡Qué hace él aquí! ¿Estáis viéndoos?- exclama, enfurecido.

- ¡Qué dices!- exclamo.

- Estoy aquí por trabajo- interviene Louis, manteniendo la compostura, raro en él.

Oliver le mira enseguida, intentando ordenar todo en su cabeza.

- ¿Estás bien?- le pregunto, preocupado.

- Sí, no es nada- sonríe.

- ¿Y qué hacéis aquí en la calle?

- Me iba, pero a Harry se le había olvidado concretarme la hora de salida para el viernes.

Le miro enseguida, y noto a Oliver tensarse de nuevo a mi lado.

- Espera, ¿tú irás a ese desfile? No pintas nada allí- escupe.

- Si pinto o no no es asunto tuyo- dice éste, comenzando a enfadarse- así que te recomiendo que dejes de hacer el ridículo.

- Cómo te atreves...- sisea el moreno, de nuevo encaminándose hacia el ojiazul, pero le freno, enfadado.

- Vete.

- ¿Qué?- dice, mirándome con el ceño fruncido.

- ¿Te parece normal la que acabas de montar?

- Solo venía a hablar sobre lo de esta mañana, arreglarlo.

- Pues has hecho de todo menos eso- digo, enfadado- vete, Oliver.

- No pienso irme hasta que hablemos.

- ¡Márchate!- exclamo, sin importarme que las demás personas nos mirasen- lo que haya que hablar lo haremos en casa.

Termina asintiendo, mirando a Louis, el cual se mantiene en su lugar, aparentemente tranquilo.

Se marcha, haciendo que soltase todo el aire de mis pulmones.

- Harry...

- Lo siento, otra vez.

- Esto no ha sido culpa tuya- dice señalando su pómulo, gracioso.

- Los celos e inseguridades terminarán matándole- escupo, con rabia.

- Sí, seguramente- responde, encogiéndose de hombros- pero es comprensible.

Le miro, frunciendo el ceño ante su respuesta.

- ¿Comprensible?

- Por muchos años que pasen seguiré siendo el tío que se acostó con su novio. Es normal que me odie.

- Pero lo que no es normal es que desconfíe de mí a la primera de cambio.

- Ya...- susurra.

- A lo mejor tenías razón antes- digo, llamando su atención- y lo mejor es separarnos.

Incómodo, carraspea, mirándome.

- ¿Le quieres?

Pensativo, miro hacia el suelo.

¿Le quería? Claro que lo hacía, pero no sé si como debería de quererle. Hemos madurado juntos, vivido muchas experiencias y momentos. Es una persona importante en mi vida aunque este último año haya estado más fuera de casa que dentro y con una tensión entre nosotros incómoda, pero sentía que ya no era feliz.