Golden

22. Simplemente Larry

PDV. LOUIS

Viernes. Hoy era el día, y todavía no había firmado los papeles.

Harry y yo ya estábamos bien. Habíamos dejado el tema del chalet aparcado, pero eso no era lo que me preocupada.

No estaba nada seguro de ampliar mi contrato. Quiero decir, modelar era mi vida, pero Harry también, y tener que volver a Italia no era lo mejor para nosotros.

No iba a pedirle que viniese conmigo, porque ahora que todo le iba genial en el trabajo no podía hacerle dejarlo todo, pero no creía en las relaciones a distancia, y menos siendo desde tan lejos.

Apenas podríamos vernos, ya que trabajar con Dolce & Gabbana era exigente. El poco tiempo libre que teníamos no me permitiría venir hasta aquí para verle dos días como mucho. No podría con esa racha de viajes y cansancio, y terminaría desgastándonos.

- Tommo- me dice Nate, llamando mi atención- ¿me estás escuchando?

- Perdón, dime.

- Oscar ha llamado. En un rato estará aquí para despedirse y recoger los papeles.

Asiento, desviando mi mirada.

- ¿Qué ocurre?- pregunta, sentándose a mi lado.

- Todavía no lo he firmado.

- Es por Harry, ¿verdad?

- Se repite la historia. Y esta vez no quiero dejarle. No podría. No puedo, Nate- susurro, frustrado.

Éste palmea mi hombro, intentando animarme.

- ¿Por qué no le dices que monte un estudio allí?

- Sería una locura y una inversión arriesgada. No tiene contactos, no sabe el idioma. Y aquí es feliz.

- No podéis romper. Estáis mejor que nunca.

- Lo sé- suspiro.

- Haz lo creas que sea lo mejor, pero date prisa, Oscar está a punto de llegar- dice, levantándose y dejándome solo, sin saber todavía qué hacer.

***

- Pues me ha alegrado veros- dice Oscar, abrazando a Nate.

- Seguramente el mes que viene vayamos de visita. Tengo una semana libre- le dice, a lo que Oscar asiente.

- Italia es precioso. Bueno, qué te voy a contar que no sepas- sonríe- conocéis medio mundo.

Me mantengo al margen, inmerso en mis pensamientos.

- Louis, ¿lo tienes?

Le miro enseguida, asintiendo, entregándole los papeles, los cuales ojea antes de meterlos en la carpeta.

- En cuanto esté en el avión te mando la copia al correo.

Asiento, acompañándole hasta la puerta.

- ¿Estás bien?

- Sí- sonrío.

- Has hecho lo correcto.

- Supongo- respondo, encogiéndome de hombros- ten buen viaje, y saluda a la familia.

- De tu parte- sonríe, abrazándome.

Nate viene a nuestro encuentro, posicionándose a mi lado.

Miro a mi mejor amigo, al cual había echado mucho de menos estos años. Le conocí desde que empecé en Next Models, y enseguida nos volvimos inseparables, aunque la mayor parte del tiempo sea un grano en el culo.