1. Bienvenido

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PDV LOUIS.

- ¡Bienvenido a Los Ángeles!- exclama Nate, dándome un abrazo- te he echado de menos.

- Pero si vine hace cinco meses- carcajeo, separándome de él.

Se encoge de hombros, tirando de mí hacia el coche.

- Tus cosas ya están en casa. Y no pienso ayudarte a colocarlas.

Niego con la cabeza, sonriendo.

Me siento detrás con él, colocando a Toffee entre medias de los dos, mientras el conductor pone rumbo a la casa de mi amigo.

- ¿Qué tal la despedida con tus padres?

- Dura, pero bueno, están acostumbrados- respondo- necesitaba salir de allí.

Me había tomado un año sabático en el trabajo, y la mejor forma de descansar de todo era volviendo a Los Ángeles.

No había llevado muy bien la fama que había conseguido en estos últimos cuatro años.

Trabajar en Dolce and Gabanna era una responsabilidad muy grande, y había conseguido triunfar como nunca, convirtiéndome en el modelo del momento.

Al principio lo llevé bien, hacíamos un montón de desfiles, anuncios, entrevistas... y conocí a gente realmente maravillosa, pero todo comenzó a cambiar cuando el trabajo pasó de ser mi vida a ser una tortura. Apenas descansaba. Tenía que trabajar todos los días, hacer viajes larguísimos para el siguiente día volver a la agencia, sin poder realmente descansar. En el último año he llegado a perder quince kilos. Estaba horrible, en todos los sentidos.

Nate me aconsejó volver a Next Models, ya que de seguro sería bien recibido, aunque obviamente el cambio sería brutal, y mi prestigio volvería a bajar considerablemente, pero a estas alturas me daba igual.

Quería volver a ser el Louis de antes, con la fama necesaria y la tranquilidad y felicidad que vivía. Pero por ahora solo necesitaba descansar.

- Creo que está Eva en casa- me informa, llamando mi atención.

- ¿Seguro que no es molestia que me quede en tu casa?

- Louis, la casa es lo suficientemente grande como para que ni siquiera nos veamos- ríe.

Fue todo muy precipitado, ni siquiera me molesté en buscar una casa donde quedarme todo este tiempo, pero Nate me dijo que ni se me ocurriese buscar nada, que en su casa era bien recibido.

Linda se quedó en Italia con Will, un hombre que conoció hace dos años, y con el cual vivía actualmente. Era un hombre maravilloso, el cual le hacía feliz, y eso era más que suficiente. No podía atarla a mí toda la vida. Podía arreglármelas solo.

- Mañana tengo sesión de fotos. Podrías pasarte a saludar a Cintia.

Asiento, mirando por la ventana.

En estos cuatro años había venido de visita en muchas ocasiones, sobre todo por temas de trabajo, pero nunca había ido a la agencia. No me atrevía, y el motivo era claro. No estaba preparado para verle.

No había vuelto a saber nada de él en todo este tiempo.

Dejó de seguirme en las redes en cuanto me fui, desapareciendo de mi vida para siempre, y supongo que era lo mejor.

Ya lo tenía superado, en Italia estuve con unos cuantos chicos, pero nunca salía bien. Supongo que rehacer mi vida siendo quien era no era fácil.

Nunca me atrevía a preguntarle a Nate por él. No quería que pensase que todavía pensaba en él, pero supongo que mi cabeza de algún modo no quiere olvidarle del todo. Fue una persona importante en mi vida, y aunque nuestra relación fue algo fugaz, no me arrepiento de nada.

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