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-Arte marcial coreano especializado en el manejo de la espada

Hankumdo

Escondido entre los matorrales del patio central del palacio se encontraba yoongi observando profundamente a jimin quién tenía ya más de dos horas practicando con la espada, su padre no había mentido cuando mencionó que el chico era bueno en lo que hacía, pero estaba empezando a pensar que tal vez el chico exageraba, o eso pensaba ya que su cuerpo se sentía rígido por estar esas dos horas de cuclillas tras unos rosales. Se incorporó lentamente de su posición de cuclillas, movimiento ante el cual sus rodillas protestaron con un crujido, y acto seguido ahogó una exclamación cuando su trasero rozó los rosales.

Observó disgustado al arbusto y entre dientes dejó salir ciertas exclamaciones algo ofensivas, siendo descubierto al instante por jimin quién le observó confundido al ver como su amo salía de entre los arbustos lanzando maldiciones a los rosales y sobando un poco su trasero, con sus pequeñas manos tapó un poco su boca mientras dejaba salir ciertos ruiditos de risillas semi escandalosas, el otro al ver que era un chiste personificado, apresuró su paso con el ceño fruncido haciendo que jimin se callase de una vez por todas y le observase con terror, esto ya no era divertido.

-Disculpa Jimin, ¿pero qué se te hace tan gracioso?-, ¿acaso no era obvio? se dijo jimin para sí mismo.

-¡Oh, nada!, pero, ¿podría decirme que estaba haciendo tras los rosales señor?-, Jimin siquiera podía comprender como no se estaba riendo ante un yoongi tan sonrojado.

-¡Eso, eso a ti no te importa!- resopló semi molesto y avergonzado.

Naturalmente que jimin podía deducir que estaba haciendo, y es que ya le había visto desde hace un par de horas, ese traje de bordados dorados sobresalientes de los arbustos lo decía todo, así que a propósito jimin había estado entrenando sin parar solo para saber cuánto tiempo duraría escondido el futuro Rey, vaya que si le había causado gracia el gesto.

-Olvidando el asunto de hace un rato, estaba a punto de ir a buscarle Joven-, la mirada de yoongi y su postura se volvieron más relajadas, jimin suponía que ya no se sentía tan estresado como antes.

-¿le importaría si empezamos las lecciones desde ya?, recuerde que su padre me tiene aquí para eso-, sin ninguna queja yoongi simplemente asintió con su cabeza. 

-Perfecto Joven Min-, jimin estaba a punto de dar las indicaciones cuando yoongi simplemente dejó salir de sus labios, -¡Yoongi, solo dime Yoongi!, y tampoco quiero que me trates de usted, aborrezco eso-, aunque jimin estaba sorprendido, lógicamente que aceptaría la propuesta, detestaba tanto utilizar honoríficos tan formales, especialmente si yoongi era menor que él, -perfecto, como digas yoongi-.

Yoongi se encontraba escuchando atentamente las indicaciones de Jimin sobre cómo empuñar correctamente una espada y los diferentes tipos de movimientos que existían. -Y como te dije, dependiendo tu avance, la espada se podrá elaborar de un material más pesado, todo esto con el fin de fortalecer tus brazos; y ya que escuchaste esto, necesito que tomes tu espada por favor-, yoongi se ajustó bien la coleta alta que llevaba en su cabello y subió un poco sus mangas para poder manejar la espada, respiró hondo y trató de calmar su inquieto estómago, no podría ser tan difícil, ¿o sí?. 

¡Vamos yoongi, es como si estuvieses escribiendo hangul pero en el aire!, yoongi estaba más que harto, sus brazos dolían y su respiración le quemaba, jimin se tomaba demasiado en serio su trabajo de entrenamiento, definitivamente que escribir "Han" en pergaminos era mucho más fácil que hacerlo al aire y con una espada que podría cortarte en dos.  Jimin seguía y seguía exigiendo un "Han" perfecto hasta que vió como yoongi caía sobre sus rodillas mientras tiraba con furia la espada y se tomaba con la mano derecha su garganta dando bocanadas largas por falta de aire, sigilosamente se acercó al rubio quien le miraba con recelo por haberle exigido tanto de una manera espantosa el primer día. -Con el tiempo tu cuerpo se irá acostumbrando, lo prometo-, la mirada que alguna vez se sentía intensa ahora se había limitado a un ceño fruncido que había pedido entrenar con la espada de Jimin, él no era ningún débil y se lo iba a demostrar.

-¿Estás seguro de esto?-, Jimin ya sabía lo que iba a ocurrir, pero al ver a Yoongi tan insistente no pudo evitar dejarlo probar.

-Estoy más que seguro Jimin, no me detengas-, Jimin se carcajeo un poco, se le hacía imposible no reírse ante tan dulce y decidida mirada, -solo recuerda que te lo he advertido, ¿sí?, yoongi simplemente le ignoro, la espada de jimin era más bonita que la suya y eso es lo que le causaba curiosidad, justo en el momento en el que jimin soltó la espada yoongi se vino con todo y ella al suelo rompiendo un poco el concreto del patio, ¿pero qué clase de espada utilizaba jimin?, pregunta que quedó al aire cuando escuchó como jimin dejaba salir naturalmente su risa, cosa que lo estaba fastidiando de sobremanera, y sentimiento que se fue al ver los ojos de jimin desaparecer junto con lo dulce que su risa se escuchaba, todo alrededor parecía haber desaparecido, su mirada estaba fija ante el chico pelinegro. 

-Te lo he dicho y explicado antes, pero te ha ganado tu orgullo y has querido tomar la mía-, de nuevo se encontraba ese ceño fruncido en yoongi, ceño que jimin se encargó de borrar rozando con su dedo índice la zona. -Hay una manera para que podamos usar ambos la espada, ¿te interesa?-, yoongi mentiría si dijese que no ante tal propuesta, así que simplemente dejó salir un insípido sí.

Sin pensarlo dos veces jimin pegó su cuerpo con el de yoongi y tomó la espada con su brazo derecho, el mismo del cual yoongi sostenía la espada, -solo dejate llevar y verás como eres una simple sombra en el agua-, yoongi le miraba semi aterrado, la mirada de jimin estaba llena de decisión y cuando menos esperó el pelinegro empuño la espada hacia abajo, -si sientes que pierdes equilibrio, trata de pegarte más a mi o sostente de mis hombros-, las palabras habían salido como un susurro, así que sin ninguna vergüenza yoongi cambio de posición aferrándose al hombro de jimin con su mano derecha y con la izquierda tomando la espada. El juego de movimientos le estaba gustando tanto a yoongi que simplemente empezó a disfrutar las movidas rectas y circulares, se sentía como volar y jimin parecía estar bailando, aparentaban dar un espectáculo ya que ambos trajes bailan al son de cada técnica; los movimientos siempre terminaban con un semicírculo hacia arriba, vuelta en la cual yoongi perdió equilibrio, o eso pensó hasta que jimin le tomó con su brazo izquierdo de la cintura. 

-No podría dejarte caer al concreto, ¿cierto?, debí haberme movido demasiado rápido, me disculpo-, jimin sentía que tal vez iba a ser regañado pues yoongi no hacía ni decía nada hasta que de pronto se lanzó a sus brazos, -¿Debes estar bromeando cierto?, eso fue increíble-, decía el peli rubio entre suspiros entrecortados, aunque jimin estaba asustado, le podía más la curiosidad de saber porque se había puesto tan feliz, a parte de que lo estaba matando el dolor por haber entrenado tanto tiempo en un día.

-Jimin, tu debes seguir entrenandome-, frase que le pareció chistosa porque sí o sí, tenía que entrenarlo pues era su labor. -Ahora si me permites, me siento algo adolorido-, yoongi con un poco de pena intentó moverse y quitar su peso de encima, fallando al intento pues su cuerpo no daba para más, chocando cara a cara con jimin formando un beso accidental.

-Desapareciendo como toda la vida, pero sigo uwu.
el Domingo la termino toda uwu

Even If I Die It's you Donde viven las historias. Descúbrelo ahora