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-Por favor devuélveme tu corazón

No puedo dejarte ir


-¿Escuchaste lo que dijo nayeon?, que asco, no pensé que esos dos fueran de ese tipo de personas-, jimin las miraba de reojo mientras esperaba los hotcakes para su novio, -El amo yoongi no era así, a lo mejor ese guardia de tercera le ha corrompido-, para este punto a parte de incómodo, jimin se sentía preocupado, hasta había perdido el apetito, -¿por qué tan callado?-, le había dicho nayeon, una de las chicas de limpieza, jimin frunció el ceño, esa frase había salido con dobles intenciones y lo sabía, simplemente le dejo ignorada, debería charlar con yoongi.

al entrar a la habitación yoongi ya estaba más que despierto, se estaba peinando su cabello con delicadeza mientras sonreía al ver ciertas marcas en su cuerpo, al escuchar la puerta abrirse se encontró con el responsable de aquellas marcas, aunque no se miraba tan feliz, -Minnie, ¿qué sucede?- dijo asustado, -ellos lo saben, gatito, alguien nos escuchó-, yoongi sentía que su alma se salía de su cuerpo, -espera, jimin cálmate, no me importa si escucharon algo, no tienen potestad ante mí-, jimin se sentó en la cama después de dejar el desayuno en la mesita de noche, -tu padre va a matarme-, un silencio sepulcral se situó en la habitación, -escucha jimin, mi padre va a matarnos, a ambos, y realmente no me importa-, el cuerpo de jimin se relajó un poco ante la decidida mirada de su novio, si este era su último desayuno, lo aceptaría.

-Sin peros y sin gritos Min Yoongi, jimin se va a la guerra como todo sucio soldado-, las lágrimas no paraban de salir de sus ojos, yoongi estaba decepcionado de su padre, estaba decepcionado del mundo en el que vivía, estaba cansado de ser de la realeza, si su padre no los quería juntos, se iba a arriesgar a perder el trono.

-Yoongi, ¿estás loco?, no, no vendrás conmigo-, su ceño se frunció más, sus ojos estaban algo inflamados de tanto llorar, -no me importa, soy tu rey y puedo hacer lo que se me plazca-, sus pequeños quejidos y gritos de dolor por el llanto no hacían más que empeorar las cosas, jimin estaba a escondidas en la habitación ya que se le había prohibido ver al futuro emperador, se le rompió el corazón por ver a su novio tan frágil, asustado y dolido, no podía hacer nada contra su caprichoso; los cálidos brazos de jimin lo estaban envolviendo mientras gimoteaba por seguir llorando, no es como que jimin fuese insensible, simplemente debía ser fuerte por ambos, estaba consciente de que sus probabilidades de regresar eran nulas, el imperio japonés estaba cada día más agresivo.

 
-Yoongi, escucha, no puedes venir conmigo, es complicado, la situación no es muy buena-, el ya mencionado tenía la vista perdida en alguna parte de la habitación, pero su mirada apagada se posó en los ojos de jimin, -entonces vete-, su novio frunció el ceño en señal de confusión, -vete si tanto lo quieres, vete, olvídate de todo, olvida que fuimos novios, olvida que me conoces-, jimin fue incapaz de contener las lágrimas y sin más que hacer salió de la habitación.

Ambos eran estúpidos, por supuesto que sí, uno estaba cegado por sus miedos y preocupaciones y el otro no se atrevía a contradecirlo. La noche fue dura, fría y confusa, yoongi se había quedado dormido después de tanto llorar y jimin no había podido siquiera tomar una siesta, le ardían los ojos y su cara estaba algo inflamada de tanto llorar, las palabras de yoongi retumbaban no en su mente sino en su corazón. Los entrenamientos se habían vuelto torturas, los recuerdos invadían la mente de jimin día con día, tenía dos semanas de no saber sobre yoongi y presentía que este tal vez no quería verlo, así que mágicamente cada noche su corazón se desgarraba de dolor.

     -Incluso si muero, para mí solo eres tú

Desfilando con trajes de gala pasaban todos los soldados que se enlistaban ese día a la guerra contra Japón, en el trono se encontraba el emperador y a un lado con un dopo color mostaza se encontraba yoongi, tan bonito, místico y delicado como siempre, -Su majestad estamos listos para salir-, la mirada de disgusto del emperador no se hizo esperar, pero sin importarle eso jimin simplemente estaba perdido en yoongi, estaba angustiado de no volver, terminó su reverencia y salió del palacio con el corazón acelerado, ya había hecho esto antes, ¿por qué tenía tan mal presentimiento?.

Jimin ya había perdido la cuenta de cuántas veces había gritado, de cuántas veces había dado señales e indicaciones, se encontraba cansado y algo afónico, ya le habían dado su primer golpe en un costado y su caballo estaba semi herido, -Jimin, deberíamos dar retirada-, su mejor amigo había dejado salir las palabras con algo de cansancio en su voz y una pizca de preocupación, -Tae sabes que no podemos hacer eso, o regresamos victoriosos o no regresamos-.

En su habitación se encontraba yoongi llorando mientras recordaba lo decaído y elegante que se miraba jimin con el durumagi que le había regalado, su corazón tenía un mal presentimiento sobre todo aquello y no se iba a quedar de brazos cruzados, en esas dos semanas yoongi había estado tratando de hacer amistades con ciertos tipos del ejército que jimin comandaba, entre ellos había uno que siempre fue muy amable, hoseok era una buena persona, a parte le prometió a yoongi que lo sacaría de alguna manera del palacio para pelear junto a  yoongi, -Amo Min, ¿está listo?-, el chico simplemente asintió con su cabeza, hoseok iba con más tropas extras pues al parecer estaban teniendo problemas contra el ejército contrario. La primera tanda de personas había sido difícil, jimin se encontraba exhausto y adolorido, pero seguía vivo, guardó su espada mientras esperaba a que hoseok llegase con el siguiente escuadrón, estaba tan concentrado en oler su durumagi que no se dio cuenta cuando hoseok había llegado, la otra ronda de personas se acercaba, jimin ya listo para dar órdenes solo movió un poco su espada y los caballos empezaron a pasar a su par, el alma se le congeló cuando vio una cabellera rubia pasar frente a sus ojos, ¿yoongi?, no, no podía ser.

Sus gritos estaban llenos de furia, -¿Hoseok qué estabas pensando al traerlo aquí?-, de la nada se sintió tan impotente que no hizo más que pelear mientras lloraba, siempre trataba de estar cerca de yoongi, si algo le pasaba no se lo iba a perdonar, la adrenalina que su cuerpo sentía era tanta que comenzó a temblar por la desesperación, hoseok y taehyung trataban siempre de cubrirlo, los 4 se protegían entre sí, yoongi no sentía ni una pizca de miedo, por supuesto que no, si iba a perder su vida iba a ser en nombre de aquel chico que tenía su corazón por completo.

Las cosas parecían no mejorar conforme pasaba el tiempo todo se volvía más difícil, jimin había estado siempre pendiente de yoongi, de que nada malo pasase, su chico se había vuelto tan hábil con la espada que estaba orgulloso de él y de sus logros, su mirada estaba tan perdida en yoongi que no se dio cuenta cuando tenían una emboscada de soldados casi encima, lo siguiente que pasó ante sus ojos fue todo en cámara lenta, habían tantos soldados alrededor que su mente solo dictaba una cosa, proteger a yoongi. Entre suspiros y choques de espada se habían deshecho de todos aquellos que le habían tendido una trampa, taehyung y hoseok dictaban todo de manera victoriosa, jimin estaba más que cansado al respecto, su cuerpo ya no resistía más, las heridas las tenía bien escondidas gracias a su durumagi negro. Un dolor punzante atravesó la parte baja derecha de su abdomen, estaba tan confundido que siquiera supo qué hacer cuando escupía sangre, su mente solo dictaba algo, -¿qué pasó?, ¿qué punto tocaron de su cuerpo?-, la cara de espanto de los demás dejó en claro que algo malo había pasado y aunque los demás soldados terminaron con los sobrevivientes, jimin yacía tirado en el suelo en brazos de yoongi, semi consciente de sus acciones, entre un hilo de vida, jimin no hacía nada más que respirar lento y tratar de mantenerse vivo cuanto pudiera, pero estaba cansado, solo quería dormir, -¿Jimin?-, dijo yoongi en un susurro ahogado por el llanto, -estoy cansado miau, ¿puedo dormir?-, yoongi no contuvo sus ganas de llorar y lo abrazó desesperadamente entre gritos de cólera y llanto, si este era su destino, haría hasta un pacto con el mismísimo diablo para encontrar a jimin en su otra vida, -Minnie, solo debes respirar lento, ¿si?, los chicos y yo te sacaremos de aquí, solo…, no me dejes por favor-, taehyung y hoseok estaban en el mismo papel, desesperados sin saber que hacer pues sus caballos estaban heridos y las siguientes tropas estaban tardando en llegar.

La mente de jimin era un lío, algo en su interior le decía que si cerraba los ojos no volvería, pero ya estaba empezando a dejar de sentir su cuerpo, no sentía tanto dolor y las voces se volvían pesadas, -¡Yoongi!, quiero dormir-, repetía jimin entre susurros, yoongi solo podía observar como la vida de su novio se iba en segundos y la ayuda no llegaba, -te amo-, le dijo a su pequeño Minnie mientras sobaba su rostro, -te amo mucho más-, si iba a pasar algo, iba a irse sabiendo que al menos si le había dejado saber cuánto le amaba a su pequeño y retraído emperador, -Incluso si muero, para mí solo eres tú-, lo último que el cuerpo de jimin percibió fueron los brazos de su novio, gritos a lo lejos y el sonido de los caballos al trotar.


-una disculpa si no se lee tan desgarrador

Even If I Die It's you Donde viven las historias. Descúbrelo ahora