Capítulo 12

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El frío de todas las mañanas, la cama helada y la lluvia golpeando contra el vidrio de la ventana fueron los culpables del despertar de Harry. Lentamente, abrió sus ojos y una vez que el sueño se desvaneció y la racionalidad volvió a él, rápidamente giró la cabeza en busca del hombre que le había brindado calor toda la noche. No lo encontró, al igual que siempre, el otro lado de su cama estaba vacío.

Desconcertado, se sentó en la cama mientras sus ojos se movían dentro de la habitación buscando cualquier cosa del hombre, pero no encontró nada. Su pecho se oprimió de inmediato, se sentía decepcionado e incluso preocupado, pero no podía culparlo, no podía pretender que Louis le diera un beso de buenos días e hiciera el amor con él toda la mañana cuando la realidad de lo que estaba sucediendo era tan complicada.

Desganado, se levantó de la cama y caminó hacia su baño, necesitaba con urgencia un baño que lo ayudara a aclarar sus pensamientos.

Minutos más tarde, abandonó su cuarto vistiendo una camisa azul a cuadros y unos vaqueros color negro. Con una pizca de esperanza, se movió hacia la habitación de Dylan esperando ver a Louis allí, pero una vez más no lo encontró. Soltando un nuevo suspiro abatido caminó hacia la escalera, anoche había olvidado por completo que se estaba haciendo una fiesta en su propia casa, así que esperaba que todos no hayan hecho un gran desastre.

Para su suerte, el departamento estaba bastante limpio, aún quedaban un par de botellas sobre la mesa, pero nada realmente importante. Dejando de mirar la sala, giró sobre sus talones con la esperanza de encontrar finalmente a Louis en la cocina, pero una vez más no lo hizo. Ya era oficial, Louis no estaba en el departamento.

Su corazón se oprimió ante el miedo y la desesperación, esperaba que la desaparición de Louis no tuviese relación con el arrepentirse de lo que habían hecho, eso sería devastador para él. Antes de que comenzara a volverse loco, sus pensamientos se distrajeron cuando su celular emitió un sonido ante la entrada de un mensaje. Rápidamente lo sacó de su bolsillo ante la esperanza de que fuera Louis, pero luego recordó que nunca le había dado su número, resoplando terminó desbloqueando el aparato; se trataba de Niall.

"Necesito que vengas a mi depa, tenemos que hablar". Leyó el mensaje con el ceño fruncido, Niall jamás era tan serio cuando le escribía.

Encogiéndose de hombros, le respondió que estaría ahí en media hora, Louis no parecía aparecer así que quedarse ahí volviéndose locos con los pensamientos sin duda no era una buena idea.

***

—Heey. —Harry saludó tan pronto su amigo abrió la puerta.

—Llegas a tiempo. —Niall lo condujo hasta los sofás.

—¿Cómo amaneciste después de anoche?. —Se acomodó en uno de los lugares.

—Bien, pero el que tiene que hacer las preguntas aquí soy yo.

Harry levantó una ceja ante la confusión ¿preguntas?.

—¿A qué te refieres?

Niall se cruzó de brazos, su mirada era demasiado inquisidora.

—¿A dónde te metiste anoche?

Los ojos de Harry se expandieron, no había esperado que alguien le preguntara.

—Yo... me sentí enfermo así que me fui a dormir. —Respondió mirando a todos lados menos a su amigo.

—Así que enfermo. —El rubio se tocó la barbilla. —¿Y te fuiste a dormir solo o con alguien?

Tragó con dureza ¿de qué se trataba todo esto?

UNA TRAICIÓN POR AMOR  [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora