UNA TRAICIÓN POR AMOR [L.S]

FINAL

—Dale, mi amor, apúrate. —Louis gritó desde su sala de estar mientras jugaba con su pequeñito perro de raza bichón maltés.

—Estoy entrando en un ataque de pánico. —Harry entró en la sala con la corbata entre sus manos, su rostro reflejaba el miedo que sentía.

—No puede ser, Harry ni siquiera te has abrochado la camisa. —Reprendiéndolo, Louis soltó al perro y se acercó él.

—Te lo dije, estoy entrando en un ataque, ni siquiera recuerdo cómo se abrocha.

—Bebé, tienes que calmarte, ahora ven, déjame ayudarte. —Con paciencia, Louis comenzó a abrocharle cada uno de los botones de la camisa azul que traía. —¿Ves que no es tan difícil? Ahora pásame la corbata.

Harry asintió sin parar de mirarlo como si fuera un Dios, ¿Qué habría hecho en ese momento sin él?

—¿Te acuerdas cuando te dije hace un año y medio atrás que no iba a poder hacer esto sin ti? Pues no me equivoqué, no podría haberlo hecho si ti a mi lado. —Susurró, casi temblando de los nervios.

—Lo recuerdo y también recuerdo que prometí no dejarte solo y mira, aquí estoy. —Louis le respondió acomodándole la corbata con una sonrisita.

—Ese día prometimos muchas cosas. —Acarició el rostro del hombre que veía cada mañana y que hacía amarlo imposiblemente más.

—Y cada una de ella cumplimos, míranos, aún estamos juntos.

Harry ronroneo feliz.

—Viviendo juntos y muy enamorados. —Hizo lucir los hoyuelos que enamoraron a Louis desde el primer día que lo conoció.

—Exacto, bebé. Ahora bien, ¿estás listo?. —Louis le preguntó tomando su mano.

—Solo si me das un beso. —Respondió rodeándole con su mano libre la cintura.

—Todos los que necesites. —Inclinándose hacia arriba, Louis lo besó larga y profundamente, de la forma que a ellos les encantaba.

—Si no tuviéramos que irnos te haría el amor aquí mismo. —Harry gruño tirando de su labio con los dientes.

—Lo sé, pero ahora tenemos que irnos, así que vamos. —Louis dejó un último beso en sus labios y acto seguido, tomó al pequeño perrito que movía su cola de un lado a otro en busca de atención. —Papá y yo estaremos de vuelta, pórtate bien, ¿sí?.

El pequeño perrito ladró de inmediato y Louis sonrió.

—Buen chico.

—Bien, nos vamos. —Harry tomó un fuerte respiro antes de abrir la puerta y dejar que su novio pasara.

—Estoy emocionado, ya quiero ver cuanta gente vendrá hoy. —Louis comentó subiéndose al vehículo con Harry al volante.

—Yo solo quiero vomitar.

—Vas a estar bien, te lo aseguro.

—Eso espero, amor, eso espero. —Con esas últimas palabras, Harry hizo correr el vehículo a toda velocidad.

***

—Joder, no puedo hacer esto, no puedo bajarme. —Harry comenzó a hiperventilarse mientras veía la gran cantidad de gente que se encontraba fuera de su nuevo restaurante.

—Claro que puedes, este es tu sueño, esto es por lo que has trabajado tan duro, tú puedes con todo, amor. —Louis lo animó tomando su mano.

—Oh mierda. —Exclamó desabrochándose el cinturón.