Capítulo 6

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La luz resplandeciente sobre la cara de Harry fue lo que lo despertó al día siguiente, con lentitud abrió sus ojos buscando adaptarlos a la luz que lo cegaba y una vez que lo logró y fue capaz de considerarse despierto, los recuerdos de la anoche anterior lo golpearon. Recordó de inmediato lo que había sucedido con Louis, y se sentó de inmediato en la cama en busca del castaño esperando que estuviera junto a él, pero no lo encontró. En aquella cama solo había un enorme espacio vacío del que nunca antes había sido consciente y una extraña sensación de tristeza lo envolvió al darse cuenta lo solo que en realidad estaba, ya se había acostumbrado a despertarse de esta manea pero hoy, hoy todo se sentía distinto.

Por primera vez Harry se sentía solo y con ganas de despertar con alguien a su lado, pero no era exactamente con cualquier persona, él quería tener a Louis, solo a Louis. Aquel pensamiento de inmediato le provocó una desesperación puesto que jamás había sentido algo tan fuerte por una persona, y ahora llegaba Louis para hacer que su mundo cambiara completamente. Odiaba sentirse así, odiaba no poder besarlo para poder aclarar lo que sentía, odiaba sentir que su vida dependía de Louis, pero ya no podía hacer nada para evitarlo, el castaño ya se había ganado un gran espacio en su cabeza y aunque le costara admitirlo se estaba ganando aquel corazón que creía muerto.

Antes de finalmente se volviera loco con tantos pensamientos atormentando su cabeza, Harry decidió salir de la cama. El reloj marcaba las 11 de la mañana así que tenía que levantarse sí o sí. Cuando salió de la ducha, se vistió con unos vaqueros y una sudadera con capucha que se ajustaba a su larga figura, luego de aquello caminó con lentitud hacia la sala de estar para encontrarla vacía. Se encogió de hombros y siguió su caminar en dirección a la cocina donde se encontró con Louis. El castaño estaba sentado en uno de los banquitos del lugar observando unos cuantos papeles sobre la mesa, el chico permanecía tan perdido en sus pensamientos que ni siquiera notó la presencia de Harry, esa fue la oportunidad para que el rizado pudiera mirarlo. Louis era de esas personas a quienes podías sentarte y mirar durante horas, simplemente no te cansabas.

Fue justamente eso lo que le pasó, ya que ni cuenta se dio del tiempo que estuvo contemplando aquella belleza, volvió a la tierra cuando Louis dejo escapar un gritito asustado al notar su presencia.

—Joder, Harry, me asustaste —El chico dijo, llevándose una de sus manos hacia su corazón acelerado.

—Oh, lo siento —Se disculpó, entrando a la cocina para acercarse a la nevera en busca de algo para comer.

—¿Desde hace cuánto estaba ahí parado? No note tu presencia.

—Acabo de llegar —Mintió descaradamente.

 —Oh, está bien. ¿Co...cómo dormiste? —Louis preguntó, con aquel tono que siempre ocupaba cuando se ponía nervioso. 

—¿Tú cómo crees? —Harry le preguntó en cambio, sentándose junto a él con una sonrisa.

—N...no lo sé, por eso te pregunto —Louis respondió, con las mejillas rojas.

—Dormí de maravilla, creo que es la primera vez que logro conciliar el sueño tan bien. Deberías dormir más seguido conmigo —Respondió sin descaro alguno, esa era su verdad y no tenía por qué mentir.

La primera reacción de Louis ante sus palabras fue atragantarse con su propia saliva, provocando que el rizado se riera de inmediato para luego comenzar a darle suaves palmaditas en la espalda.

—No sabía que te emocionaba tanto la idea —Dijo divertido, mientras le pasaba su jugo.

—Ya cállate, Harry —Louis murmuró, mientras tomaba el vaso para llevárselo hacia la boca.

UNA TRAICIÓN POR AMOR  [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora